Cansancio

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El resultado natural del trabajo y estrés para el cual Dios ha provisto alivio, descanso y renovación. Las Escrituras reconoce que el cansancio puede tener causas tanto espirituales como físicas.

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Causas del cansancio

Trabajo

Mateo 8.24 NVI
De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido.
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Aflicciones y estrés

Job 16.7 NVI
Ciertamente Dios me ha destruido; ha exterminado a toda mi familia.
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Preocupación y ansiedad

Salmo 31.9–10 NVI
Tenme compasión, Señor, que estoy angustiado; el dolor está acabando con mis ojos, con mi alma, ¡con mi cuerpo! La vida se me va en angustias, y los años en lamentos; la tristeza está acabando con mis fuerzas, y mis huesos se van debilitando.
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Deseo de dinero y posesiones

Proverbios 23.4 NVI
No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas.

Viajar

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Ancianidad

Eclesiastés 12.3 NVI
Un día temblarán los guardianes de la casa, y se encorvarán los hombres de batalla; se detendrán las molenderas por ser tan pocas, y se apagarán los que miran a través de las ventanas.

Celo por el trabajo del Señor

Salmo 119.139 NVI
Mi celo me consume, porque mis adversarios pasan por alto tus palabras.

Batallas

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Pecado y rebelión

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Necedad

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Ayuda de Dios para lidiar con el cansancio

Las promesas de Dios de ayuda y descanso

Isaías 40.28–31 NVI
¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
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Jesucristo ofrece descanso y aliento

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Confiar en Dios como el antídoto de la ansiedad y la tristeza

Mateo 6.25–27 NVI
»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
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La provisión de Dios de tiempos de descanso

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Ayuda de los demás para lidiar con el cansancio

Exhortación a ser fuerte en el Señor y a perseverar

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La ayuda de Dios canalizada a través de otros

Isaías 50.4 NVI
El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.
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Ayuda física de otros

2º Samuel 16.2 NVI
—¿Qué vas a hacer con todo esto?—le preguntó el rey. Siba respondió: —Los asnos son para que monte la familia de Su Majestad, el pan y la fruta son para que coman los soldados, y el vino es para que beban los que desfallezcan en el desierto.
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Consejo sobre el estilo de vida

Éxodo 18.17–23 NVI
—No está bien lo que estás haciendo—le respondió su suegro—, pues te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña. La tarea es demasiado pesada para ti; no la puedes desempeñar tú solo. Oye bien el consejo que voy a darte, y que Dios te ayude. Tú debes representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas que ellos tienen. A ellos los debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir. Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que funjan como jueces de tiempo completo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla. Si pones esto en práctica y Dios así te lo ordena, podrás aguantar; el pueblo, por su parte, se irá a casa satisfecho.
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