Sermón sin título
El poder de la Oración
10.5 Un grupo de profetas en trance: Estas agrupaciones de profetas extáticos son una de las manifestaciones más antiguas del profetismo israelita. Sus integrantes solían vivir en las inmediaciones de un santuario o “lugar alto” y practicaban cierta forma de vida comunitaria (cf. 2 R 2.3,15; 4.38-44); pero su característica más notable era el recurso a la música y a las danzas para entrar en un estado de trance o de exaltación. Su comportamiento extravagante los hacía a veces ridículos (cf. 2 R 2.23) y la exaltación colectiva solía resultar contagiosa (cf. 1 S 19.20-24). Fuera de Israel (cf. 1 R 18.19-29), e incluso dentro de él (cf. 1 R 22.10-22), esos estados de frenesí producían con frecuencia manifestaciones cercanas al delirio y la enajenación.
10.5 Un grupo de profetas en trance: Estas agrupaciones de profetas extáticos son una de las manifestaciones más antiguas del profetismo israelita. Sus integrantes solían vivir en las inmediaciones de un santuario o “lugar alto” y practicaban cierta forma de vida comunitaria (cf. 2 R 2.3,15; 4.38-44); pero su característica más notable era el recurso a la música y a las danzas para entrar en un estado de trance o de exaltación. Su comportamiento extravagante los hacía a veces ridículos (cf. 2 R 2.23) y la exaltación colectiva solía resultar contagiosa (cf. 1 S 19.20-24). Fuera de Israel (cf. 1 R 18.19-29), e incluso dentro de él (cf. 1 R 22.10-22), esos estados de frenesí producían con frecuencia manifestaciones cercanas al delirio y la enajenación.
10.5 Un grupo de profetas en trance: Estas agrupaciones de profetas extáticos son una de las manifestaciones más antiguas del profetismo israelita. Sus integrantes solían vivir en las inmediaciones de un santuario o “lugar alto” y practicaban cierta forma de vida comunitaria (cf. 2 R 2.3,15; 4.38-44); pero su característica más notable era el recurso a la música y a las danzas para entrar en un estado de trance o de exaltación. Su comportamiento extravagante los hacía a veces ridículos (cf. 2 R 2.23) y la exaltación colectiva solía resultar contagiosa (cf. 1 S 19.20-24). Fuera de Israel (cf. 1 R 18.19-29), e incluso dentro de él (cf. 1 R 22.10-22), esos estados de frenesí producían con frecuencia manifestaciones cercanas al delirio y la enajenación.