Que la tormenta siempre nos lleve a Jesús

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Jesús calma la tempestad

(Mt. 8.23–27; Lc. 8.22–25)

35Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

INTRODUCCIÓN
En nuestro diario vivir estamos expuestos bajo inclemencias meteorológicas, es parte de nuestra existencia en este mundo.(sol,agua, viento?. Como cristianos estamos expuestos a estar bajo una “climatología espiritual”, que nos hace referencia la biblia, tales como sequías, inundaciones,fuertes vientos y hasta tormentas!!. ¿Pero en realidad que es una tormenta?. Es un fenómeno que se caracteriza por la coexistencia de dos o mas masas de aire, que tienen diferente temperatura.
Como resultado esto trae lluvias,relámpagos,truenos entre otros fenómenos.
Podemos encontrar en diferentes pasajes bíblicos , que cuando se nos habla del mar de galilea, allí era característico que se desarrollaran fuertes tormentas. “ A pesar que es un lago de agua dulce se le llama mar”, pues su ubicación a 213m bajo el nivel del mar, y estar rodeado por grandes montañas, hace un lugar propicio para que se desarrollen tormentas fuertes y olas hasta de 9 metros de altura.
Con esta pequeña indicación de lo que es una tormenta, les pido que vayamos a la porción bíblica a desarrollar
BASE BÍBLICA

Jesús calma la tempestad

¶35 Ese día, caída ya la tarde, les dijo*: Pasemos al otro lado.

36 Despidiendo a la multitud, le llevaron* con ellos en la barca, como estaba; y había otras barcas con El.

37 Pero se levantó* una violenta tempestad, y las olas se lanzaban sobre la barca de tal manera que ya se anegaba la barca.

38 El estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; entonces le despertaron* y le dijeron*: Maestro, ¿no te importa que perezcamos?

39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma.

40 Entonces les dijo: ¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?

41 Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun el viento y el mar le obedecen?

En este pasaje podemos notar tres puntos, vamos a llamar las “tres C”
CRISIS.
Versículos 37-38 (leer) pongámonos en el lugar de los discípulos en aquella situación, veían aquella tormenta sobre sus cabezas, sentían como la barca era movida con violencia por unas olas fuertes, ver como el agua entraba a la barca. Si esta situación la trajéramos a nuestros días , a un vivir diario encontraremos las similitudes a la angustia que podemos desarrollar cuando los problemas y adversidades entran a inundar nuestra barca, es decir nuestra vida.
- Los discípulos eran consientes que Jesús estaba cansado, acababan de dejar una jornada de trabajo ardua con la multitud, Jesús mismo les había pedido ir al otro lado, veían a Jesús dormido con sus propios ojos. Puede ser esto similar a cuando nosotros hemos vivido y sentido a Jesús de cerca, pero aun en medio de la dificultad creemos que El se ha olvidado de nosotros?(incredulidad, desanimo, apatía…etc) vemos venir una derrota
CRISTO.
Jesús ásperamente despertado se dirigió a la tormenta con un lenguaje mas propio de cuando hacia frente a un endemoniado. Solo dijo dos palabras:Calla al viento huracanado, y; enmudece a las rugientes aguas. Encontramos que esta reacción de Jesús es normal de una persona cansada, vemos la humanidad, y la divinidad de Jesús en este momento.
-El Señor siempre va a saber cual es nuestra posición frente a la adversidad , la tormenta, el problema, pues recordemos que se hizo hombre, para vivir y entender nuestras necesidades, y mostrarnos la salida a ellos.
-Cuando uno acepta el mayor de los milagros, la encarnación, los demás milagros del Nuevo Testamento están completamente en regla. De ahí la importancia de reconocer que Jesús es nuestro salvador, pues eso nos abre una puerta directa a su soberania sobre nuestras vidas
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