Naturaleza de fe

El objeto de fe

Dios como el objeto de fe

Hebreos 11.6 NVI

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.

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Jesucristo como el objeto de fe

Juan 14.1 NVI

»No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.

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Falsos objetos de fe

Recursos humanos:

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otras personas; uno mismo; ídolos

Fe es confianza personal en Dios

2º Samuel 22.31 NVI

»El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian.

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La fe verdadera no puede ser de segunda mano

2 Timoteo 1.5 NVI

Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido.

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Fe y seguridad

La seguridad acompaña a la fe

Hebreos 11.1 NVI

Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.

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La fe puede mezclarse con la duda

Simón Pedro; el padre del muchacho endemoniado; Tomás

Fe y vista

2 Corintios 5.7 NVI

Vivimos por fe, no por vista.

Fe como confianza en lo que no se ve

Juan 20.29 NVI

—Porque me has visto, has creído—le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.

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La fe ve hacia un futuro no visto aun

Hebreos 11.13–14 NVI

Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria.

Ver también Abraham; Isaac, Jacob and José; Moisés

Fe y obediencia

La verdadera fe es demostrada en obediencia

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Ejemplos de fe obediente

Noé construye el arca:

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Abraham deja Harán:

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Abraham ofrece a Isaac:

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Moisés separa el mar.

Caleb y Josué:

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Josué ante el río Jordan; Josué ante Jericó;

Los discípulos de Jesús, pescando; Pablo

Fe y obras

La fe verdadera se demuestra por las buenas obras

Santiago 2.14–26 NVI

Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.» Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. ¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril? ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac? Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo. Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios. Como pueden ver, a una persona se la declara justa por las obras, y no sólo por la fe. De igual manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino? Pues como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

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La verdadera fe se expresa en amor

Gálatas 5.6 NVI

En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.

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La verdadera fe es constatemente productiva

Lucas 8.15 NVI

Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y como perseveran, producen una buena cosecha.

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