Ser Agradecidos

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Alabar a Dios es reconocer su magnificencia e insertar mi vida en su obra. La alabanza exalta todo lo que él es. Agradecer es reconocer su obra en mi vida, es reconocer lo que él ha hecho por y para mí, mis seres queridos y por la humanidad. Agradecerle por todo lo que hace.

Salmo 26.6–8 RVR60
Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová, Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas. Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.
Hay en versiculo muy interesante que nos conmueve al ver como se expresa la alabanza y la gratitud a Dios:
Salmo 26.6–8 RVR60
Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová, Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas. Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.

Esta acción de agradecimiento es la actitud que le permite contar todas sus maravillas. Muchos son agradecidos para con Dios conforme a lo que puedan ver en su vida. Pero lo que la Palabra de Dios dice es que uno debe tener un corazón de agradecimiento y que eso hará que podamos gozar de la vida.

El ser agradecido no es algo que debe surgir ante situaciones específicas, sino que debe «ser». Uno no nace agradecido. Se hace agradecido.

El agradecer por todo no es suficiente. El ser agradecido no es solo una respuesta compulsiva a un favor, es el producto de una relación trascendente con Dios. En a través de una relación de amor con Dios que llegamos al agradecimiento y la alabanza.
El Apostol Pablo nos dice:
Colosenses 3.15 RVR60
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

La Palabra no dice que debemos ser agradecidos cuando estemos felices, si queremos, o si nos nace hacerlo. Dice: «Sed agradecidos». Es un mandamiento. Esto no significa que voy a decir: «Bueno, me robaron el auto. Gracias Dios porque me robaron el auto».

Con respecto a esto tengo una hermosa historia para contarles:

En una oportunidad me encontré con un pastor en su casa. Era la primera vez que visitaba su hogar. La casa daba a una avenida muy transitada y la ventana de su dormitorio estaba ubicaba justo sobre la acera. Mientras me mostraba cada habitación, el pastor me contó que una tarde de calor decidió recostarse para descansar un momento. Mientras lo hacía escuchó un fuerte estruendo en el exterior. Salió asustado para ver qué había sucedido cuando encontró que un camión se había incrustado contra su automóvil, lo había arrastrado y golpeado fuertemente contra un árbol. El pastor no podía creerlo. Era el único vehículo de la casa y verlo todo aplastado, lo conmocionó. Se acercó al hombre del camión que se había bajado y lo miró muy de cerca. Le mantuvo la mirada enfurecido sin emitir palabra. El hombre pensó que lo golpearía pero él estaba sin inmóvil en la misma posición. De repente, se alejó de él, entró corriendo en la casa y se arrodilló llorando y dijo: «Señor, te chocaron el auto».

Es fácil reconocer a Dios como nuestra suficiencia en las situaciones simples de la vida, pero hacerlo en las contingencias es más difícil. Él reconoció a Dios como su suficiencia en la adversidad. No le agradeció a Dios por aprender de una triste experiencia con «su» auto, sino que se acongojó porque el auto se lo había dado el Señor.

Ser agradecido significa que debo tener una actitud de gratitud en la vida, más allá de las circunstancias.

No puedo estar sujeto a las circunstancias para ser agradecido por que estas ya son terribles de por si.
Filipenses 2.15 RVR60
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

La misma Palabra de Dios titula a este mundo y a su sistema de vida como una generación torcida y perversa. ¿Por eso voy a estar agradecido? ¡Obviamente que no!

Pero también el versículo dice: «En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento».

¿Cómo voy a resplandecer? Comenzaré por tener una actitud de agradecimiento hacia Dios, porque a pesar del mundo él me muestra la posibilidad de ser una estrella en él y resplandecer. Este resplandecimiento comienza con una actitud de agradecimiento, no con un buen análisis de las circunstancias.

Mi actitud para con Dios, para con el Señor Jesucristo y para con mis hermanos, debe ser una actitud de agradecimiento.

Sí tengo una actitud de agradecimiento muy probablemente veré la vida intentando conocer la manera diaria de resplandecer y ser luz, para mí, para Dios y para mis seres queridos. Si no la tengo, es muy probable que no deje de ver la vida como una generación torcida y perversa en la que estoy envuelto y en la que debo intentar diariamente sobrevivir.

Salmo 109.30 RVR60
Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, Y en medio de muchos le alabaré.

¶30 Con mi boca daré abundantes gracias al SEÑOR,

y en medio de la multitud le alabaré.

Debemos aprender a desarrollar una actitud de gratitud a Dios por lo que el ha hecho en nuestra vida, echando toda preocupación, amargura o resentimientos en El.

18 Pues el Seol no te expresa gratitud,

ni la muerte te alaba.

Los que descienden a la fosa no pueden esperar tu fidelidada.

19 El que vive, el que vive es el que te da gracias, como yo lo hago hoy.

El padre cuenta a sus hijos tu fidelidadb.

Isaías 38.18–19 RVR60
Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad. El que vive, el que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos.
Isaias 38.

¿Cuándo le agradecerá a Dios todo lo que ha hecho por usted? Algunas personas esperan el último minuto de su vida para agradecerle a Dios. En ese instante es cuando le dicen: «Dios, te doy gracias por todo lo que hiciste por mí…». Otros no dicen ni siquiera eso. Esperan darle gracias a Dios en la muerte, en el Seol, después de la vida. Sin embargo, el texto dice que los que viven darán alabanza a Dios.

¿Cuándo hay que alabarlo? Toda la vida.

¿Cuándo hay que agradecerle? Toda la vida.

Un líder que aspira ser un grande ante los ojos de Dios vive en medio de la alabanza.

No esperemos agradecerle a Dios por las cosas que nos ha dado en la vida después de nuestra muerte.

¿Cómo le voy a dar gracias a Dios? ¿Cuál debe ser mi corazón para agradecerle?

¿Cuándo le agradecerá a Dios todo lo que ha hecho por usted? Algunas personas esperan el último minuto de su vida para agradecerle a Dios. En ese instante es cuando le dicen: «Dios, te doy gracias por todo lo que hiciste por mí…». Otros no dicen ni siquiera eso. Esperan darle gracias a Dios en la muerte, en el Seol, después de la vida. Sin embargo, el texto dice que los que viven darán alabanza a Dios.

¿Cuándo hay que alabarlo? Toda la vida.

¿Cuándo hay que agradecerle? Toda la vida.

Un líder que aspira ser un grande ante los ojos de Dios vive en medio de la alabanza.

No esperemos agradecerle a Dios por las cosas que nos ha dado en la vida después de nuestra muerte.

¿Cómo le voy a dar gracias a Dios? ¿Cuál debe ser mi corazón para agradecerle?

¿Cuándo le agradecerá a Dios todo lo que ha hecho por usted?
Algunas personas esperan el último minuto de su vida para agradecerle a Dios. En ese instante es cuando le dicen: «Dios, te doy gracias por todo lo que hiciste por mí…». Otros no dicen ni siquiera eso. Esperan darle gracias a Dios en la muerte, en el Seol, después de la vida. Sin embargo, el texto dice que los que viven darán alabanza a Dios.
¿Cuándo hay que alabarlo? Toda la vida.
¿Cuándo hay que agradecerle? Toda la vida.
Un hombre que aspira ser un grande ante los ojos de Dios vive en medio de la alabanza y la gratitud.
No esperemos agradecerle a Dios por las cosas que nos ha dado en la vida después de nuestra muerte.
¿Cómo le voy a dar gracias a Dios? ¿Cuál debe ser mi corazón para agradecerle?
Hay múltiples maneras de hacerlo pero la principal muestra de nuestra gratitud a Dios es cuando le entregamos nuestro corazón a El.
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