Misioneros, llamado de los

El llamado a todo el pueblo de Dios

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Ver también ; ;

Misioneros en el AT

Aquellos que fueron llamados para ministrar a su propia gente

Isaías 6.8–10 NVI

Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí! Él dijo: —Ve y dile a este pueblo: »“Oigan bien, pero no entiendan; miren bien, pero no perciban.” Haz insensible el corazón de este pueblo; embota sus oídos y cierra sus ojos, no sea que vea con sus ojos, oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y se convierta y sea sanado.

Ver también Noé; El ministerio de Jeremías se extendió ampliamente, pero, primordialmente fue para su propio pueblo, Judá; Ezequiel

Aquellos que fueron enviados a otros pueblos

Un sacerdote de Samaria vuelve para enseñar -a la población reubicada, del Señor.

El Siervo de Dios está para traer salvación a todo el mundo:

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Amós, de Judá, es enviado al reino del norte de Israel.

Jonás es enviado a la ciudad de Nínive:

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Misioneros en el NT

Juan el Bautista

Juan 1.6–7 NVI

Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran.

Ver también ; ; ; ; ;

Discípulos de Jesucristo

La sanidad y la liberación acompañan a la predicación como parte de la misión de los discípulos. Ver también; Durante el ministerio terrenal de Jesucristo la misión de los discípulos estuvo limitada a Israel; ;

Otros creyentes

Hechos de los Apóstoles 11.19–20 NVI

Los que se habían dispersado a causa de la persecución que se desató por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin anunciar a nadie el mensaje excepto a los judíos. Sin embargo, había entre ellos algunas personas de Chipre y de Cirene que, al llegar a Antioquía, comenzaron a hablarles también a los de habla griega, anunciándoles las buenas nuevas acerca del Señor Jesús.

Ver también Felipe; Apolos; Pablo

Recibiendo el llamado misionero

El llamado dado por Dios

Jeremías 1.4–10 NVI

La palabra del Señor vino a mí: «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.» Yo le respondí: «¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!» Pero el Señor me dijo: «No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte.» Lo afirma el Señor. Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo: «He puesto en tu boca mis palabras. Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, »para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar.»

Ver también Pedro y Andrés; Felipe; Pablo

El llamado confirmado por la iglesia

Hechos de los Apóstoles 13.2–3 NVI

Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado.» Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.

Ver también ; ; El llamado de Pablo a ser misionero a los gentiles es comunicado por medio de Ananías; La misión de Pablo a los gentiles es reconocida por los demás apóstoles.

El llamado por medio de las circunstancias

La persecución condujo a la iglesia primitiva a ampliar la misión. Ver también; José vendido como esclavo en Egipto; Daniel entre los que fueron llevados al exilio en Babilonia; Priscila y Aquila dejaron Roma por la persecución.

Misioneros obligados por el mensaje

Hechos de los Apóstoles 4.18–20 NVI

Los llamaron y les ordenaron terminantemente que dejaran de hablar y enseñar acerca del nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan replicaron: —¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a él? ¡Júzguenlo ustedes mismos! Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.

Ver también ;