Nuestra auténtica condición
Exposición de Santiago • Sermon • Submitted
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· 14 viewsNuestra auténtica condición no reside en auqlloe que tenemos externamente, sino en nuestra relación con Cristo.
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LA PRUEBA DE LAS RIQUEZAS
LA PRUEBA DE LAS RIQUEZAS
A primera vista podría parecernos que estos ejemplos prácticos en cuanto a las riquezas, no tienen ningún tipo de conexión con lo anterior (algunos comentaristas así lo creen). Pero, esto no es cierto. Por un lado, este ejemplo le sirve a Jacobo para introducir uno de los temas principales de la epístola: los ricos y las riquezas. Por otro lado, está poniendo un ejemplo de una enorme prueba a la que es sometida el creyente y para la cual necesita mucha sabiduría que es la escasez económica. Sobre todo cuando esta se vive ante la opulencia de personas que se pavonean y sus malas artes inciden directamente en tu situación.
El Tiempo y el Fin de las cosas.
El Tiempo y el Fin de las cosas.
Es importante notar que Jacobo usa 5 verbos distintos para hacer referencia al fin de las cosas que que aparentemente tienen gloria ahora:
Diccionario de idiomas bíblicos: Griego (Nuevo Testamento) 4216 παρέρχομαι
παρέρχομαι
παρέρχομαι: pasar, desaparecer, cesar
ξηραίνομαι: secarse, marchitarse y debilitarse
ἐκπίπτω: caer desde, fallar
ἀπόλλυμαι:destruir, arruinar, perecer
μαραίνομαι: desvanecerse, marchitarse
No sólo es llamativo el amplio abanico de verbos que usa por su capacidad para escribir, sino que además, de una manera muy fresca y contundente, pone el foco en lo efímero de la vida aquí y como todo esto está destinado a desaparecer. El orden natural de la cosas aquí, no es para siempre, gracias a Dios. porque vivimos en un mundo injusto que aborrece al Hijo y su moral. Por lo tanto, aunque aquí aun no vemos sujetas todas las cosas a Cristo, este mundo tiene que desaparecer.
El pobre y el rico
El pobre y el rico
En este ejemplo Jacobo, nos habla de dos personas distintas a modo de representantes de muchos más como ellos. Son el pobre y el rico. Ahora, es muy interesante ver la delicadeza con la que describe a cada uno. El pobre, no es sólo cualquier pobre, sino el hermano pobre, es decir aquellos a los que va dirigida esta exhortación son a los creyentes de condición humilde, a los pobres que debido a su falta de recursos ocupan el lugar más bajo en las clases sociales, el último eslabón de la sociedad. Sin embargo, al rico no lo llama hermano. Esto es debido seguramente a que la gran mayoría de los ricos que están causándoles problemas no son creyentes. aunque quizás acudan de tanto en tanto a la iglesia (2:2). De todas formas, este sentir más genérico que va dirigido a los ricos no creyentes también es apropiado para aquel que confía en Dios y ha sido bendecido económicamente. Ya sabemos, que Dios no está en contra de las riquezas. En las escrituras hay bastantes ricos que Dios mismo les ha bendecido: Abraham, Job, Salomón y José de Arimatea son algunos de ellos.
Sin embargo, hay una dificultad evidente para seguir a Dios y no confiar en las riquezas como advirtió Jesús al joven rico () o como Él mismo nos advierte en ()
Nuestra confianza e identidad en lo que somos delante de Dios
Nuestra confianza e identidad en lo que somos delante de Dios
El tema que está tratando Jacobo es la tentación que viene implícita en la dura prueba económica. El pobre porque es tentando a desoír lo que es realmente en Cristo. De este modo, puede empezar a brotar en si vida un fuerte deseo de envidia que cuando no es satisfecho produce amargura, desolación y un sinsentido enorme. Está situación suele venir acompañada con la idea de que Dios es cruel o como mínimo injusto conmigo. Esto es debido a que si valoramos nuestra vida por aquello que no tenemos, y apreciamos lo que no podemos conseguir entonces buscamos a un culpable que esté haciendo que los que no le aman tengan de todo, pero los que si no. Por lo tanto, como Dios no da lo “bueno”, leáse las riquezas, no es tan bueno en está situación. Esto Santiago lo corrige en los versículos 16 y 17.
Sin embargo, el pobre es mucho más que todo esto. El debe gloriarse, que significa, que el debe jactarse, gozarse, tomar su significado y sentido de lo que Dios ha hecho con Él: su alta posición.. Y de nuevo hay un imperativo aquí, lo que nos hace reflexionar que Dios nos manda a gozarnos en Él en medio de las dificultades, porque Él es suficiente bendición para ello. En este momento se debe hacer un énfasis enorme en empaparnos bien de lo que el creyente es en Cristo porque muchos de os problemas de nuestra vida en estos momentos provienen de no estar asimilando bien la nueva realidad que somos en Cristo y por eso tantas veces salimos derrotados ante el pecado.
Es un hijo amado, tiene un alto valor para el Padre que decidió enviar a su Hijo para rescatarlo. En la actualidad goza del favor de Dios y de todos los recursos espirituales que se hallan en Cristo: perdón, justificación, reconciliación, santificación, glorificación ya son una realidad a degustar en la vida presente. Es más, tiene un futuro glorioso al ser heredero de las promesas juntamente con Cristo, esperarle los Nuevo Cielos y la Nueva Tierra, donde la misma presencia de Dios hará las delicias de los suyos. Es el amor y la gracia de Dios la que han de definir su persona, no la problemática externa.
Ahora bien, el rico debe ser altamente consciente de difícil prueba que tiene por delante. El debe luchar permanentemente para no traspasar su confianza y seguridad de Dios a las riquezas. Es en este momento que el lenguaje de Jacobo se vuelve fuerte y atrevido con toda la intención de despertar del sueño a los creyentes que están cayendo en esta actitud. Es el final de esta vida que se acerca de manera rápida e inexorable que convierte a las riquezas en algo vano para confiar en ellas. Así como, a flor que hoy es pero mañana es echada al horno, la vida del hombre se irá apagando cuanto más cerca este del fin. El Sol va haciendo mella en la flor con su calor abrasador, las riquezas van consumiendo la vida de aquellos a los que se la han confiado, hasta que ya sea demasiado tarde. Evidentemente, es en sí misma una clara advertencia para los ricos que no creen en Cristo, pues el sol de justicia brillará de manera abrasadora para ellos, haciéndoles darse cuenta de su terrible final y pérdida de tiempo en esta vida.
En esta figura a la que hace referencia Jacobo hay dos ideas principales que vienen bien recordar para vivir en esta vida de manera sabia y no caer en la hora de la prueba.
La primera es la idea de que el valor de las cosas sólo se puede ver de manera acertada a la luz de la eternidad, no en relación a lo que aquí nos ofrece. Sólo el juicio de Dios y las cosas que nos ayuden a pasarlo de manera más digna tienen algún valor real, es decir, permanente. Esto es como confiar en los sellos del forum filatélico poner tu dinero ahí y al final darte cuenta de que te han estafado y lo has perdido todo.
La segunda es la rapidez con que llega ese momento, la brevedad de la vida, hoy estás, pero mañana no. ¿cómo vamos a seguir confiando en las riquezas, si está noche vienen a pedir nuestra alma? Ante el hecho inminente de nuestro abandono y partida de esta tierra, debemos ordenar todos nuestros asuntos, en especial aquellas actitudes y cosas que violan la ley de Dios, la le real, la ley del amor.
Por eso, es importante conocer nuestra condición real delante de Dios e invertir con todas nuestras fuerzas, tiempo y recursos en ellas.
También debemos comprender cual es nuestra comprensión de rico porque nuestra tendencia siempre es a ver al que tiene más que yo y considerarlo como rico, ¿Cómo vamos a serlo nosotros si apenas llegamos a fin de mes? Sin embargo, para gran parte de la población mundial, somos ricos. Tenemos mucho más de lo que necesitamos para vivir. Y si nos comparamos con otros periodos de la historia el resultado nos deja exactamente igual, somos ricos que envidian quizás, a más ricos. En la antigüedad con dos mudas ya estaban por encima de la media. Esto nos ha de ayudar a replantearnos el uso que hacemos del dinero. Y debemos pensar en que Dios no condena las riquezas , pero que su abundancia nos puede jugar malas pasadas . Como dice Pablo en : la raíz de todos los males es el amor al dinero
Lockman Foundation. (1998). Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas (electronic ed., ). La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman.