Sermón sin título (9)
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COMO OBRA EL ESPIRITU SANTO.
COMO OBRA EL ESPIRITU SANTO.
Al contemplar la obra del Espíritu Santo en el primer siglo reconocemos lo siguiente: (1) que tenía que revel (2) lo cual hizo; (3) pero que no lo hizo todo en un solo día; (4) que las primeras congregaciones no tenían documentos escritos revelados por el Espíritu sino hasta 14 años después del establecimiento de la iglesia. Tampoco tenían ni siquiera una copia del Nuevo Testamento en forma escrita hasta mediados del segundo siglo.
Según Wayne Partain, la palabra "Deidad" significa la cualidad o condición de ser Dios, poseer los atributos de Dios los cuales son: eternidad, inmutabilidad, omnipotencia (es el Creador y Sustentador del universo), omnisciencia, omnipresencia, perdona pecados, es adorado, perfecta santidad, perfecto amor y otras perfecciones.
Los términos “Deidad” y “Divinidad” tienen soporte biblico y aparecen tres veces en la Versión Reina Valera 1960 (; ; ,).
(a) las Escrituras sí enseñan el concepto del monoteísmo, i.e., existe unDios—existe sólo una naturaleza divina unificada. ().
(a) las Escrituras sí enseñan el concepto del monoteísmo, i.e., existe unDios—existe sólo una naturaleza divina unificada.
(a) las Escrituras sí enseñan el concepto del monoteísmo, i.e., existe unDios—existe sólo una naturaleza divina unificada.
(a) las Escrituras sí enseñan el concepto del monoteísmo, i.e., existe unDios—existe sólo una naturaleza divina unificada.
(b) Sin embargo, la naturaleza divina, i.e., la naturaleza o cualidad que identifica a uno como Dios (i.e., a diferencia de la naturaleza angélica o humana) es compartida por tres personalidades distintas, y estas personalidades son caracterizadas en el Nuevo Testamento como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ().
Cada una de estas tres personalidades divinas de la Deidad es eterna e igual en su esencia, aunque estas pueden asumir roles individuales en su respectivos trabajos (lo cual puede implicar subordinación).
En el Antiguo Testamento, las palabras el,eloah, y elohim, de raíces relacionadas, son designaciones genéricas de Dios. El término del Nuevo Testamento es theos. Estas apelaciones, usadas con referencia al Dios verdadero, simplemente sugieren la naturaleza o cualidad de ser divino—deidad. La palabra “Dios” no es el nombre de una personalidad; es el nombre de la naturaleza, una cualidad de ser. Por consiguiente, cuando se dice que existe sólo un Dios, esto significa que: existe sólo una naturaleza divina. Existe un grupo unificado de rasgos o características que distinguen a una personalidad como “Dios”. ().
EL ESPIRITU SANTO: SU PROPOSITO PRIMORDIAL.
Al contemplar la obra del Espíritu Santo en el PRIMER SIGLO reconocemos lo siguiente: (1) que tenía que revelar toda la verdad; ().
(2) lo cual hizo; ). (3) pero que no lo hizo todo en un solo día; sino paulatinamente, primero les dio el plan de salvacion (,, , ). (4) que las primeras congregaciones no tenían documentos escritos revelados por el Espíritu sino hasta 14 años después del establecimiento de la iglesia. Tampoco tenían ni siquiera una copia del Nuevo Testamento en forma escrita hasta mediados del segundo siglo.
Llegamos ahora a un punto de gran importancia: la cuestión del método o métodos empleados por el Espíritu Santo en su empeño de cumplir con el deber de guiar a toda la verdad. ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo lo lograría sin encarnarse? ¿Sin hacerse visible? La Biblia enseña que el Espíritu hizo su obra por llenar los apóstoles con poderes milagrosos y dar dones sobrenaturales a los miembros de la iglesia.(). A base de lo que explican varios textos afirmamos que el propósito singular del Espíritu en dar dones sobrenaturales a la ¡glesia era comunicar, mediante dichos dones, toda la voluntad del Padre a los hombres, tanto perdidos como salvos. (). Era el método que El escogió. Los dones no eran de mayor importancia. La verdad era lo que iba a librar a las almas encadenadas en pecado y los dones harían posible la revelación de la verdad. Los dones no salvaban; la verdad sí.
En el Antiguo Testamento, las palabras el,eloah, y elohim, de raíces relacionadas, son designaciones genéricas de Dios. El término del Nuevo Testamento es theos. Estas apelaciones, usadas con referencia al Dios verdadero, simplemente sugieren la naturaleza o cualidad de ser divino—deidad. La palabra “Dios” no es el nombre de una personalidad; es el nombre de la naturaleza, una cualidad de ser. Por consiguiente, cuando se dice que existe sólo un Dios, esto significa que: existe sólo una naturaleza divina. Existe un grupo unificado de rasgos o características que distinguen a una personalidad como “Dios”.
Llegamos ahora a un punto de gran importancia: la cuestión del método o métodos empleados por el Espíritu Santo en su empeño de cumplir con el deber de guiar a toda la verdad. ¿Cómo lo hizo? El, un ser espiritual invisible, tenia ser el Embajador divino que llevaría un mensaje celestial al mundo material de los seres humanos. ¿Cómo lo lograría sin encarnarse? ¿Sin hacerse visible? Son preguntas que la Biblia contesta con exposiciones extensas y claras. La Biblia enseña que el Espíritu hizo su obra por llenar los apóstoles con poderes milagrosos y dar dones sobrenaturales a los miembros de la iglesia. A base de lo que explican varios textos afirmamos que el propósito singular del Espíritu en dar dones sobrenaturales a la ¡glesia era comunicar, mediante dichos dones, toda la voluntad del Padre a los hombres, tanto perdidos como salvos. Era el método que El escogió. Los dones no eran de mayor importancia. La verdad era lo que iba a librar a las almas encadenadas en pecado y los dones harían posible la revelación de la verdad. Los dones no salvaban; la verdad sí.
En el primer siglo, todas las manifestaciones milagrosas del Espíritu Santo, inclusive el bautismo del Espíritu los dones sobrenaturales, etc., tenían como fin: (1) el revelar la verdad
(2) el organizar y poner en marcha la iglesia y
(2) el organizar y poner en marcha la iglesia y (3) el confirmar la divinidad del mensaje y el origen divino de la iglesia.
(3) el confirmar la divinidad del mensaje y el origen divino de la iglesia.().
El propósito primordial del Espíritu en dar dones no era aliviar el sufrimiento de la raza humana; no era acabar con enfermedades, ni detener la propia muerte. Tampoco era dar un estreno o espectáculo en cada ciudad y pueblo. No era convertir por medio de señales vistas con los ojos de la carne.
Hacer milagros y dar señales no era el trabajo principal del Espíritu sino el dar al mundo todo el mensaje de Dios A nuestro parecer, muchos creyentes de las iglesias del siglo 20 se fijan tanto en los milagros y prodigios que se les hace difícil ver la verdad. Van en busca de espectáculos. Demandan señales. Andan por vista, no por fe. No han llegado a entender el propósito de los dones sobrenaturales. Están mas interesados en el método que en el producto; más interesados en el mecanismo de comunicar el mensaje que en el propio mensaje. ¿Qué debería interesarnos más? ¿Saber cómo funciona una radio emisora u oír con entendimiento el mensaje que llega a través de la emisora? ¿Daremos mas importancia al mecanismo que al mensaje? Es precisamente lo que hacen los que dan mas importancia a los dones sobrenaturales que al mensaje que por medio de dichos dones fue revelado. En todo el plan de Dios para salvarnos, los dones milagrosos desempeñan sólo un papel de importancia secundaria. Es la verdad que salva. Es el alma que se salva, no este cuerpo que está destinado a volver al polvo de donde vino.
AHORA LA PREGUNTA ES: ¿COMO TRABAJA EL ESPIRITU SANTO EN LA VIDA DEL CRISTIANO DE HOY?
En una manera Espiritual y no milagrosa:
El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad (). Dios, conociendo nuestra debilidad, envió a nuestros corazones, a través del bautismo (), al Espíritu Santo; por lo tanto, al bautizarnos nuestro cuerpo se convierte en templo de Él (). Es por ello, que el Espíritu Santo tiene la capacidad de ayudarnos cuando nos encontramos afligidos, ya que, nos conoce perfectamente debido a que mora dentro de nosotros. A través del camino que recorremos como cristianos nos enfrentamos a obstáculos, pruebas, tentaciones, sufrimientos, etc. y, es entonces cuando el Espíritu Santo nos sostiene para que no caigamos y sigamos adelante. Él nos fortalece cuando pareciera ser que ya no tenemos fuerza alguna; nos alienta cuando creemos que ya todo está perdido; nos anima cuando aparentemente todos nos han abandonado; nos levanta cuando tropezamos, pero esto no funcionara sin que nosotros pongamos nuestro esfuerzo, voluntad y deseo de luchar. ().
El Espíritu Santo nos ayuda a hacer morir las obras de la carne ().
El Espíritu Santo nos ayuda a hacer morir las obras de la carne (). Es sorpre
Cuando vivíamos en el mundo hacíamos la voluntad de la carne porque no teníamos ningún poder o ayuda para vencer las tentaciones (); pero ahora, como cristianos, llenos del poder del Espíritu Santo podemos vencer cualquier tentación y así agradar a nuestro Señor en todo. Seguramente a esto se refería el apóstol Pablo cuando dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” ().
El Espíritu Santo nos ayuda a hacer morir las obras de la carne (). Es sorpre
Cuando vivíamos en el mundo hacíamos la voluntad de la carne porque no teníamos ningún poder o ayuda para vencer las tentaciones (); pero ahora, como cristianos, llenos del poder del Espíritu Santo podemos vencer cualquier tentación y así agradar a nuestro Señor en todo. Seguramente a esto se refería el apóstol Pablo cuando dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” ().
LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LOS CRISTIANOS 1. Nos libra de la ley del pecado y de la muerte (). 2. Vivificará nuestros cuerpos mortales haciendo realidad nuestra resurrección (). 3. Nos ayuda en nuestras oraciones (; ). 4. Intercede por nosotros (). 5. Nos guía (). 6. Nos sella para servirnos de arras hasta el día de la redención (; ; ). 7. Tiene comunión con nosotros (). 8. Nos da entrada al Padre (). 9. Fortalece el hombre interior (). 10. Produce unidad (). 11. Nos santifica ().