¡ENTRÉGATE!
Adviento 2018 • Sermon • Submitted
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· 70 viewsLa respuesta de afirmativa de María en el Evangelio del domingo es lo que está llamado a suceder en la Iglesia y en cada creyente. Un Sí que significa “Entrega total”.
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HABLEMOS DE LA VIDA
HABLEMOS DE LA VIDA
Respondamos a las siguientes preguntas:
- ¿Sabemos escuchar a los demás? ¿Qué actitudes hacen falta para escuchar bien?
- ¿Nos sentimos nosotros mismos escuchados cuando contamos a otros nuestras preocupaciones?
Nuestro mundo está lleno de prisa y de ruidos. Falta capacidad de escuchar, de hacer silencio. Vivimos un tiempo loco, de muchas palabras vacías. Pero, a pesar de todo ello, también hay búsquedas; y aunque a veces lo dudemos, siempre hay oportunidad de aprender nuevamente el valor de la escucha atenta, para ganar así espacios de admiración y fidelidad ante la Palabra iluminadora: "Sólo tú tienes palabras de vida eterna".
- ¿Sabemos escuchar a los demás? ¿Qué actitudes hacen falta para escuchar bien?
¿Sabemos escuchar a los demás? ¿Qué actitudes hacen falta para escuchar bien?
- ¿Nos sentimos nosotros mismos escuchados cuando contamos a otros nuestras preocupaciones? Cuenta alguna experiencia.
¿Nos sentimos nosotros mismos escuchados cuando contamos a otros nuestras preocupaciones?
Al leer esta página del evangelio, es fundamental que nos situemos bien en el acontecimiento que nos es transmitido. Para conseguirlo, nos ayudará bastante el prestar atención a los lugares, a los personajes que configuran la trama, y a las actitudes que ahí aparecen.
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS
26 Cuando Isabel ya tenía seis meses de embarazo, Dios mandó al ángel Gabriel a Nazaret, un pueblo de la región de Galilea.
Lucas 1.26
La Palabra es dirigida a María en "Nazaret de Galilea". Nazaret es una aldea que ni figura en los mapas oficiales; tan insignificante, que Natanael puede decir tranquilamente: "Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta" ().
Pues bien, en ese marco tan profano y carente de valor dentro del ambiente judío, es donde "la Palabra de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros". Por tanto, el texto nos ofrece datos comprobables de que la Palabra de Dios se ha hecho presente no sólo en el Templo cómo fue el caso de Zacarías, sino en una tierra que no puede presentar título alguno de grandeza. De esta manera nos indica pistas para que nosotros saquemos conclusiones.
la Palabra es dirigida a la Virgen María en "Nazaret de Galilea". Nazaret es una aldea que ni figura en los mapas oficiales; tan insignificante, que Natanael puede decir tran- quilamente: "Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta" (,52).
Al leer esta página del evangelio, es fundamental que nos situe- mos bien en el acontecimiento que nos es transmitido. Para conse- guirlo, nos ayudará bastante el prestar atención a los lugares, a los personajes que configuran la trama, y a las actitudes que ahí apa- recen.
27 El ángel llevaba un mensaje para una joven llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con José, quien era descendiente del rey David.
28 El ángel entró a donde estaba María, la saludó y le dijo:
—¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo.
Lucas
Lucas nos transmite aquí el encuentro más prodigioso que podamos imaginar entre Dios y cualquier criatura humana. Pensándolo bien, sólo María estaría en condiciones de contar algo de lo que realmente ocurrió. Y ella no podía dar a entender lo profundo de esta experiencia sino mediante figuras propias de su cultura.
El ángel: ángel quiere decir "mensajero". En la Biblia se emplea ese término con el matiz de "mensajero de Dios". Gabriel significa "Dios es mi fuerza". Es el mismo ángel que fue enviado a Daniel para revelarle la profecía de las setenta semanas. Está directamente aso- ciado a la venida salvadora de Dios (,16; 9,21). Es enviado a Zacarías y a María, para anunciarles el nacimiento de sus hijos (Le 1,19.26). Lucas no duda de la realidad de estos mensajeros (cf. ,); pero, según el uso bíblico, cuando se produce una comunicación divina, también se puede hablar de intervención "de un ángel" (cf. ,29); y allí donde se dé una profunda experiencia espiritual, podemos decir que ha estado presente el Señor (cf. Le 22,43). En definitiva, lo importante es señalar la profunda vinculación que existe entre el "Ángel/mensajero" y "Palabra/Experiencia de Dios".
29 «Ahora, Dios mío,
puedes dejarme morir en paz.
»¡Ya cumpliste tu promesa!
30 »Con mis propios ojos
he visto al Salvador,
29 María se sorprendió mucho al oír un saludo tan extraño, y se preguntaba qué significaba eso.
30 Entonces el ángel le dijo:
—No tengas miedo, María, porque Dios te ha dado un gran privilegio.
- El ángel: ángel quiere decir "mensajero". En la Biblia se emplea ese término con el matiz de "mensajero de Dios". Gabriel significa "Dios es mi fuerza". Es el mismo ángel que fue enviado a Daniel para revelarle la profecía de las setenta semanas. Está directamente aso- ciado a la venida salvadora de Dios (,16; 9,21). Es enviado a
Lucas 2.
Lucas
Zacarías y a María, para anunciarles el nacimiento de sus hijos (Le 1,19.26). Lucas no duda de la realidad de estos mensajeros (cf. ,); pero, según el uso bíblico, cuando se produce una comunica- ción divina, también se puede hablar de intervención "de un ángel" (cf. ,29); y allí donde se dé una profunda experiencia espiri- tual, podemos decir que ha estado presente el Señor (cf. Le 22,43). En definitiva, lo importante es señalar la profunda vinculación que existe entre el "Ángel/mensajero" y "Palabra/Experiencia de Dios".
María: María, Mariam o Myriam es el nombre que había llevado en otro tiempo la hermana de Moisés y de Aarón (Éx 15,20). El significado del nombre no está claro, pero en el arameo del siglo I se interpretaba el nombre de María como "señora" o "princesa". Lucas se refiere en muchos momentos a María como una joven mujer del pueblo hebreo y fiel observante de la Ley (Le 2,22.27.39); pero al mismo tiempo quiere dejar claro que no es una mujer judía cual- quiera. En la Anunciación, es presentada primeramente como la "virgen desposada con José". Pero el ángel Gabriel la saluda diciéndole: "Dios te salve"; y a continuación va desgranando una letanía de dones de Dios: "llena de gracia", "el Señor está contigo", "Dios te ha concedido su favor", "concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús", ese hijo tuyo "será llamado Hijo del Altísimo", "el Espíritu Santo vendrá sobre ti", "el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra", el que va a nacer de ti "será santo y se llamará Hijo de Dios". Todas estas expresiones sublimes nos hablan de la grandeza de María, precisamente porque ella "escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica".
- María: María, Mariam o Myriam es el nombre que había llevado en otro tiempo la hermana de Moisés y de Aarón (Éx 15,20). El sig- nificado del nombre no está claro, pero en el arameo del siglo I se interpretaba el nombre de María como "señora" o "princesa". Lucas se refiere en muchos momentos a María como una joven mujer del pueblo hebreo y fiel observante de la Ley (Le 2,22.27.39); pero al mismo tiempo quiere dejar claro que no es una mujer judía cual- quiera. En la Anunciación, es presentada primeramene como la "virgen desposada con José". Pero el ángel Gabriel la saluda dicién- dole: "Dios te salve"; y a continuación va desgranando una letanía de dones de Dios: "llena de gracia", "el Señor está contigo", "Dios te ha concedido su favor", "concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús", ese hijo tuyo "será llamado Hijo del Altísimo", "el Espíritu Santo vendrá sobre ti", "el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra", el que va a nacer de ti "será santo y se
llamará Hijo de Dios". Todas estas expresiones sublimes nos hablan de la grandeza de María, precisamente porque ella "escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica".
Lucas 1.34
34 María le preguntó al ángel:
—¿Cómo pasará esto, si aún no me he casado?
35 El ángel le contestó:
—El Espíritu Santo se acercará a ti; el Dios altísimo te cubrirá con su poder. Por eso el niño vivirá completamente dedicado a Dios, y será llamado “Hijo de Dios”.
El Espíritu Santo: según Lucas, Jesús, desde su nacimiento, está unido al Padre. Esta relación es obra del Espíritu Santo, a quien el evangelista describe como el poder o la fuerza de Dios (Lc. 1,35), que estuvo presente en la creación del mundo (,) y que reaparece también ahora, en el momento en que se inicia la nueva creación de Dios. La presencia del Espíritu en el relato de la concepción virginal de Jesús está testimoniando que la salvación buscada y anhelada por hombres y mujeres de todos los tiempos nunca podremos hacerla brotar sólo con nuestras propias fuerzas. Siempre será don y regalo de Dios.
- El Espíritu Santo: según Lucas, Jesús, desde su nacimiento, está unido al Padre. Esta relación es obra del Espíritu Santo, a quien el evangelista describe como el poder o la fuerza de Dios (Le
1,35), que estuvo presente en la creación del mundo (,) y que reaparece también ahora, en el momento en que se inicia la nueva creación de Dios. La presencia del Espíritu en el relato de la con- cepción virginal de Jesús está testimoniando que la salvación bus- cada y anhelada por hombres y mujeres de todos los tiempos nun- ca podremos hacerla brotar sólo con nuestras propias fuerzas. Siempre será don y regalo de Dios.
Lucas 1.36-
36 Tu prima Isabel, aunque ya es muy vieja, también va a tener un hijo. La gente pensaba que ella nunca podría tener hijos, pero hace ya seis meses que está embarazada. 37 Eso demuestra que para Dios todo es posible.
38 María respondió:
—Yo soy la esclava del Señor. Que suceda todo tal como me lo has dicho.
Y el ángel se fue.
Escucha atenta y acogida de la Palabra: esto es lo más importante, lo definitivo. En María se realiza con perfección lo que el profeta Isaías había anunciado: espabilar todos los días el oído para escuchar cómo discípulos (cf. ). Y esa escucha se convierte en disponibilidad total: "Hágase en mí según tu Palabra".
5 Dios el Señor me ha abierto los oídos, y yo no he sido rebelde ni he intentado huir.
4 El fiel servidor dijo:
«Dios me enseñó a consolar
a los que están afligidos y cansados.
Me despierta todas las mañanas,
para que reciba sus enseñanzas
como todo buen discípulo.
- Escucha atenta y acogida de la Palabra: esto es lo más impor- tante, lo definitivo. En María se realiza con perfección lo que el pro- feta Isaías había anunciado: espabilar todos los días el oído para escuchar como discípulos (cf. ,). Y esa escucha se convierte en disponibilidad total: "Hágase en mí según tu Palabra".
Isaías
RESPONDAMOS A LA VIDA
RESPONDAMOS A LA VIDA
Respondamos a la Palabra de Dios:
-¿Descubrimos en nuestra vida "ángeles" de Dios que nos hayan transmitido su Palabra?
- ¿Acogemos la Palabra de Dios como dirigida verdaderamente a nosotros?
- ¿Qué cambios ha producido esta acogida en nuestra vida?
No es sólo María quien recibe el anuncio de un "ángel". Ángel quiere decir "mensajero". Y todos encontramos en el camino de la vida "ángeles" que nos ponen muy cerca la Palabra del Señor. Personas y acontecimientos, así como ciertos detalles de la vida, pueden ser en realidad "mensajeros divinos". Aunque no sea exactamente igual que en el caso de María, también nosotros estamos recibiendo continuamente mensajes de Dios. Lo importante es saber acogerlos.
No es sólo la Virgen María quien recibe el anuncio de un "ángel". Ángel quiere decir "mensajero". Y todos encontramos en el camino de la vida "ángeles" que nos ponen muy cerca la Palabra del Señor. Personas y acontecimientos, así como ciertos detalles de la vida, pueden ser en realidad "mensajeros divinos". Aunque no sea exac- tamente igual que en el caso de la Virgen, también nosotros esta- mos recibiendo continuamente mensajes de Dios. Lo importante es saber acogerlos.
- ¿Hay alguna luz en este pasaje del evangelio que podamos aplicar a nuestro momento presente?
- ¿Descubrimos en nuestra vida "ángeles" de Dios que nos hayan transmitido su Palabra?
- ¿Acogemos la Palabra de Dios como dirigida verdaderamente a nosotros? ¿Qué cambios ha producido esta acogida en nuestra vida?