PREPARACION DEL REINO ENTERNO
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PREPARACION DEL REINO ETERNO
PREPARACION DEL REINO ETERNO
SECCIÓN SIETE
PROFECÍAS SOBRE EL ESTADO ETERNO CAPITULO XXXII PREPARACIÓN PARA EL REINO ETERNO
Aunque la Palabra de Dios no da una gran cantidad de detalles con respecto al reino eterno, se da lo suficiente como para proporcionar a los hijos de Dios una plena seguridad de la gloriosa bendición que les espera en su relación eterna con el Padre y con el Hijo. Entre la terminación del reino teocrático terrenal y la unión de ese reino con el reino eterno de Dios acontecerán ciertos eventos trascendentales, de manera que todo vestigio de rebelión sea erradicado y Dios reine como supremo. En este estudio no se dará consideración a las amplias porciones de las doctrinas del estado eterno, sino que la discusión se limitará a las cuestiones relacionadas con las profecías sobre aquel tiempo.
I. LA PURIFICACIÓN DEL REINO ETERNO
Hay tres eventos predichos en la Escritura que podrán verse como actos de purificación del universo de los vestigios de la maldición para que el reino eterno pueda manifestarse plenamente:
(1) la liberación de Satanás y la revuelta satánicamente dirigida, (2) la purificación de la tierra por fuego, y
(3) el juicio de los pecadores ante el gran trono blanco.
A. La liberación de Satanás y la revuelta satánicamente dirigida. Juan describe una escena en la tierra en la terminación de la era milenaria que le produce vértigos a la imaginación.
Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
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Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió (Apo_20:2-3, Apo_20:7-9).
Ha sido interpretación de los amilenaristas, desde Agustín hasta el presente día que la expresión
"un poco de tiempo" (Apo_20:3) se refiere a la edad presente.1 Según este punto de vista, Satanás fue atado durante el ministerio terrenal de Cristo (Luc_10:18), pero sería suelto al final de esta era. Para muchos, "un poco de tiempo" ha sido un período prolongado, quizá la era entera. Sin embargo, revela que la atadura de Satanás no ocurrirá sino después del segundo advenimiento de Cristo, y que continuará atado hasta la terminación de los mil años. El "poco de tiempo" en que Satanás estará suelto será después que el reinado de mil años haya terminado, antes de la unión del reino teocrático con el reino eterno. Apo_20:7 ("Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión") establece claramente el tiempo de su liberación.
El propósito por el cual Satanás será suelto se discierne fácilmente por su actividad en el tiempo de su liberación. El saldrá para engañar a las naciones, para poder dirigir la revuelta final contra la teocracia. Hay aún un intento más de parte de Satanás para alcanzar la meta de su primer pecado. La liberación de Satanás se considera en la Escritura como la prueba final que pondrá de manifiesto la corrupción del corazón humano. Dios ha sometido a la humanidad caída a numerosas pruebas en el desarrollo de su programa del reino y de la redención. El hombre ha fracasado en cada prueba. Scott dice: "¡ Ay! ¿qué es el hombre? Ha sido probado en todas las posibles condiciones, en todas las maneras posibles: en la bondad, el gobierno, la ley, la gracia, y entonces será probado en la
gloria".2
El propósito por el cual Satanás será suelto, pues, será para que demuestre que, aun cuando el
hombre sea probado en el reinado del Rey y en la manifestación de su santidad, siempre será un fracaso. Aunque aquellos que habrán entrado al milenio habrán sido salvos, no habrán sido perfeccionados. La progenie que tengan ellos durante la era milenaria nacerá con la misma naturaleza caída de pecado con la cual nacieron sus padres y, por consiguiente, necesitarán la regeneración. Durante la administración del Rey, en la cual El reinará con "vara de hierro", la conformidad externa con su ley será necesaria. La atadura de Satanás, la remoción de las fuentes externas de tentación, la plenitud del conocimiento, la generosa provisión del Rey, hará que muchos, cuyos corazones no habrán sido regenerados, manifiesten esta requerida conformidad con la ley del Rey. Tiene que haber una prueba para determinar la verdadera condición del corazón de los individuos en esa era. Jennings escribe:
¿Ha cambiado la naturaleza humana, al menos aparte de ia gracia soberana? ¿Está al fin la mente carnal en amistad con Dios? ¿Han terminado con todas las guerras para siempre jamás los mil años de absoluto poder y absoluta benevolencia, ambos en incontenible actividad? Estas preguntas deben estar señaladas por una prueba práctica. Permítase que Satanás esté suelto una vez más de su prisión-Permítasele recorrer una vez más los sonrientes campos de la tierra que él conoció desde tiempos antiguos. La última vez los vio empapados de sangre e inundados de lágrimas, evidencias y acompañamiento de su propio reinado, los ve ahora "sonrientes de abundancia" ...
Pero a medida que continúa su camino más allá de Jerusalén, el centro de esta bendición, estos recuerdos se hacen más vagos; hasta que, en el lejano "ángulo de la tierra", cesan por completo, por cuanto encuentra a miríadas que instintivamente se han apartado del estrecho contacto con ese centro santo, y están otra vez en condiciones para ser
engañados.3
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Los resultados de esta prueba los presenta Ottman, quien dice:
Pero ni aun tal soberanía sobre la tierra cambia el corazón del hombre. Un reinado de justicia, junto con todas las bendiciones relacionadas con él, y el pleno disfrute de un mundo que habrá sido redimido de la maldición, no ayuda a hacer al hombre más de lo que naturalmente es y la prueba de esto se logra con la liberación de Satanás, después que hayan terminado los mil años. Mil años en prisión no han de producir ningún cambio moral en la naturaleza de este espíritu maligno. Saldrá de su mazmorra con su corazón lleno del humeante fuego del odio, que inmediatamente brotará en llamas y encenderá una
revolución entre las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra.4
Los problemas del origen de las huestes llamadas "Gog y Magog" (Apo_20:8) encuentran así una solución. Para el amilenarista, que considera que el reino es enteramente "espiritual", tal rebelión no es concebible. Para él el hecho de la rebelión prueba que no podrá haber tal milenio como lo enseña el premilenarista, de otra manera no habría ninguna rebelión en la tierra. Allis lo presenta así:
La pregunta en cuanto a dónde levantará Gog, cuyos ejércitos según Ezequiel habrán sido completamente destruidos antes de la era del reino, una multitud "el número de los cuales es como la arena del mar", con la cual atacar "el campamento de los santos y la ciudad amada", ha sido una piedra de tropiezo para los premilenaristas, como lo señaló David Brown hace muchos años. Los que creen en las dispensaciones la podrán contestar, como parecería, sólo de tres maneras: sosteniendo que se originará una raza de hombres malignos después del milenio, limitando la extensión del reino milenario a una comparativamente pequeña parte de la tierra, o concluyendo en que la era milenaria no se parecerá ni en pequeña escala a la presente era, en la cual el bien y el mal están ambos presentes y se disputan el señorío; sino que el mal, tanto en el reino del Mesías como fuera de él, se mantendrá en sujeción sólo mediante el gobierno de la vara de hierro del Rey que
se sienta en el trono de David.5
Las dos primeras explicaciones deben rechazarse. No hay ninguna evidencia bíblica acerca de la creación de una raza de hombres malignos después del milenio. El reino de Cristo sobre la tierra se nos presenta como universal. El tercer punto de vista está en armonía con la Palabra de Dios, por cuanto el reinado de Cristo siempre se presenta como de inflexible justicia, en el cual el Rey efectivamente gobierna "con vara de hierro" (Sal_2:9). Pero de los no regenerados en aquel día saldrá la multitud que se llamará "Gog y Magog", que se levantará contra "el campamento de los santos", que debe ser Palestina, y "la ciudad amada", que debe ser Jerusalén. Se ha demostrado anteriormente que esta rebelión no se puede identificar con aquella invasión de Gog y Magog, que se describe en y 39, pero que lleva el mismo nombre por cuanto el propósito es idéntico en estos dos movimientos satánicamente motivados: destruir el asiento del poder teocrático y a los subditos de la teocracia.
Todo este programa es reconocidamente difícil. Con respecto a éste escribe Chafer:
Es difícil entender cómo tal empresa puede ser posible cuando Cristo esté sobre el trono y sea la inmediata Autoridad, como se describe en Isa_11:3-5 ... No hay ninguna solución para este problema que no sea un permiso divino para la consumación del mal en el universo. En cuanto al mismo fin, se podría preguntar ¿por qué estando El sobre el trono del universo permite el mal que El mismo aborrece? Cuando, a la luz del entendimiento
celestial, uno de los problemas sea resuelto, el otro también quedará resuelto.6
Aparte de alguna comprensión de la profundidad de la depravación del corazón humano no se
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entiende cómo una multitud, "el número de los cuales es como la arena del mar" (Apo_20:8), puede rebelarse contra el Señor Jesucristo, cuando han vivido bajo su beneficencia toda la vida. Pero en esta rebelión se demostrará una vez más que Dios es justo cuando El juzga el pecado. Y el juicio vendrá en la forma de muerte física, mediante el descenso de fuego, sobre todos los rebeldes reunidos bajo el liderazgo de Satanás (Apo_20:9). De esta manera, Dios quitará toda incredulidad del reino teocrático en preparación de ese reino para su fusión con el reino eterno de Dios.
B. Purificación de la creación. Por causa del pecado de Adán en el huerto, Dios pronunció una maldición sobre la tierra, cuando dijo: "Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá" (Gén_3:17-18). Se hace, por tanto, necesario quitar el último vestigio de esta maldición sobre la tierra antes de la manifestación del reino eterno. Este evento es descrito por Pedro:
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas,
cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia (2Pe_3:10-13).7
Este paso de la tierra presente se predice en un buen número de pasajes (Mat_24:35;
Heb_1:10-12; Apo_20:11).
Algunos sostienen que esta purificación de la tierra precederá al milenio. De acuerdo con este punto de vista esta purificación tendrá lugar al principio del milenio y será la causa de la remoción de la maldición de manera que la productividad pueda ser restaurada en la tierra durante ese tiempo. Hay varias bases sobre las cuales descansa este punto de vista.
(1) Sostienen que el "día del Señor" (2Pe_3:10), en el cual se dice que este evento tendrá lugar, es un tiempo de juicio e incluye sólo el tiempo desde el traslado de la Iglesia hasta la institución del milenio, con sus acompañantes juicios.
(2) Por cuanto se dice que el juicio por fuego es un medio de manifestación de la ira divina en la segunda venida (Isa_66:15 , Isa_66:17 , Eze_39:6; Joe_2:1-11; 2Ts_1:7-10), y puesto que esta purificación será por fuego, se arguye que debe ser el mismo evento.
(3) Isaías 65:17 promete una nueva tierra, y esa tierra en relación con el milenio, de manera que la purificación debe tener lugar después del segundo advenimiento pero antes del milenio. En respuesta se puede señalar, como se ha demostrado anteriormente, que
(1) el Día del Señor incluye todo el programa desde el principio del período de la tribulación hasta los cielos nuevos y la tierra nueva después del milenio.
(2) Además, el fuego puede ser un medio del juicio divino sin hacer que cada uso de éste necesariamente caiga dentro del mismo evento. El fuego se usa a través de la Escritura como un símbolo de juicio, y ya que este evento es un juicio contra un mundo maldito, es apropiado considerar la purificación por fuego en el tiempo en que toda mancha de la maldición ha de ser quitada de la tierra.
(3) Y también, por cuanto la tierra milenaria se fusionará con los cielos nuevos y la tierra nueva al final de la era, bien podría Isaías describir la escena milenaria teniendo en cuenta que es un lugar de morada eterna, sin declarar que los cielos nuevos y la tierra nueva surgirán al principio del milenio, aunque previéndolo desde ese punto.
Debe observarse que Pedro no dice que el Día del Señor comienza con la disolución de la tierra presente, sino que en el día del Señor tendrá lugar esta disolución. Su palabra es: "El día del Señor
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vendrá como ladrón en la noche; en el cual (cursivas mías) los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos. . ." (2Pe_3:10). Además, Pedro declara: "Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos" (2Pe_3:7). En esta declaración parece que él relaciona la disolución del cielo y de la tierra presentes con el tiempo del juicio y la perdición de los hombres impíos, que sabemos por Apo_20:11-15, que sucederá en el juicio del gran trono blanco después del milenio. Si se sostiene que esto no puede referirse al mismo tiempo, puesto que Juan dice: "de delante del cual huyeron la tierra y el cielo" (Apo_20:11), y Pedro dice: "guardados para el fuego en el día del juicio" (2Pe_3:7), es suficiente responder que la declaración de Juan menciona el hecho de que los antiguos cielos y tierra pasan sin indicar los medios por los cuales se logra esto; mientras que Pedro proporciona los medios por los cuales se produce la disolución. No hay ninguna contradicción aquí. Se concluye por tanto que la purificación es un acto de Dios al final de la era milenaria, después de la revuelta final contra su autoridad, en el cual la tierra, la escena de la rebelión, será juzgada por causa de su maldición.
C. El juicio de los pecadores. Ante el gran trono blanco aparecerán todos "los muertos" (Apo_20:12). Los resucitados para vida habrán sido todos llamados del sepulcro mil años antes (Apo_20:3-6). Los resucitados que menciona este pasaje serán juzgados y lanzados a la "muerte segunda" (Apo_20:14), esto es, a eterna separación del reino de Dios. Este es el acto final del programa que fue promulgado "para que Dios sea todo en todos" (1Co_15:28). Por cuanto este programa ha sido expuesto anteriormente, no nece¬sitamos repetirlo aquí. El resumen de Kelly es suficiente:
Los muertos serán juzgados, pero no según el libro de la vida que no tiene nada que ver con el juicio. "Fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras". ¿Por qué, pues, se menciona el libro de la vida? No porque alguno de esos nombres está escrito allí, sino para probar que no están escritos. El libro de la vida confirmará lo que se haya acumulado en los libros. Si los libros proclaman las obras malas de los muertos que estarán delante del trono, el libro de la vida no ofrecerá ninguna defensa a cuenta de la gracia de Dios. La Escritura no registra en absoluto ningún nombre escrito allí de aquellos que son juzgados. Habrá el triste registro de pecados innegables por un lado; no estará escrito ningún nombre por el otro lado. Así, aunque los libros o el libro fuesen examinados, todos hablan contra el pecador para declarar la justicia, la solemne pero más conmovedora justicia, de la irrevocable sentencia final de Dios. Serán juzgados, cada uno de ellos, según sus obras. "Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego". Así que el único uso que parece hacerse del libro es negativo y exclusivo. No se nos dice que alguno de los juzgados (y la escena descrita es exclusivamente una de resurrección para juicio) está inscrito allí: se nos indica, más bien, que sus nombres no serán hallados en el libro.
Tampoco el mar ni el mundo invisible podrían esconder más sus prisioneros. "Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras".
También se dice que la muerte y el Hades, personificados como enemigos, llegan a su fin. "Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda", el Lago de Fuego. Así concluye todo trato de parte del Señor con el alma y el cuerpo, y todo lo que pertenece a ambos. La raza estará entonces en estado de resurrección para bien o para mal; y así debe ser para siempre. La muerte y el Hades, que por mucho tiempo habían sido ejecutores en un mundo donde reinó el pecado, y aun llevaron a cabo su oficio ocasional cuando reinó la justicia, ellos mismos desaparecen donde toda huella del pecado sean borradas para siempre. Dios será "todo en todos".
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El propósito de Dios en los juicios antes del milenio será el de recoger "de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad", y echarlos "en el lago de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mat_13:41-42). El propósito de Dios en los juicios al final del milenio es el de quitar del reino eterno a "todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad". Mediante este juicio la soberanía absoluta de Dios será entonces manifestada.
D. El destino de los perdidos. El destino de los perdidos es un lugar en el Lago de Fuego (Apo_19:20; Apo_20:10, Apo_20:14-15; Apo_21:8). Este Lago de Fuego se describe como el fuego eterno (Mat_25:41; Mat_18:8) y como fuego que nunca se apaga (Mar_9:43-44, Mar_9:46, Mar_9:48). Se insiste en el carácter eterno de la retribución de los perdidos. En relación con esto bien observa Chafer:
Al tratar de describir una declaración amplia sobre la más solemne doctrina de la Biblia, se escoge el término retribución en lugar de la palabra más familiar castigo, por cuanto esta última implica disciplina y enmienda, idea que está completamente ausente del cuerpo la verdad que revela el trato divino final con aquellos que están eternamente perdidos. Se reconoce que, en su primitivo y más amplio significado, el término retribuir se usaba para cualquier recompensa, buena o mala. La palabra se usa . . . en la doctrina del infierno sólo
cuando se hace referencia a la perdición eterna de los perdidos.9
Con respecto a la retribución de los perdidos, es importante observar que el Lago de Fuego es un
lugar, no simplemente un estado, aunque envuelve un estado.
Como el cielo es un lugar, y no un mero estado de la mente, asimismo los reprobados irán a un lugar. Esta verdad se indica mediante las palabras Hades (Mat_11:23; Mat_16:18; Luc_10:15; Luc_16:23; Apo_1:18; Apo_20:13-14) y gehenna(Mat_5:22, Mat_5:29-30; Mat_10:28; Stg_3:6). Es un lugar de "tormento" (Luc_16:28). Que es una condición de indescriptible miseria se indica mediante términos figurados que se usan para describir sus sufrimientos: "fuego eterno" (Mat_25:41); "Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga" (Mar_9:44); "el lago que arde con fuego y azufre" (Apo_21:8); "pozo del abismo" (Apo_9:2); "tinieblas de afuera", un lugar de "lloro y el crujir de dientes" (Mat_8:12); "fuego que nunca se apagará" (Luc_3:17); "horno de fuego " (Mat_13:42); "oscuridad de las tinieblas" (Jud_1:13), y "el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche" (Apo_14:11). En estos ejemplos las figuras de dicción no son licencias para modificar el pensamiento que expresa la figura; son más bien para reconocer que una figura de dicción, en estos pasajes, es sólo un débil intento para declarar en un lenguaje humano aquello que está más allá del poder de las palabras para describirlo ... Es bueno observar, también, que casi todas estas expresiones salieron de los labios de Cristo. Sólo El ha puesto de manifiesto casi todo lo que ha sido revelado acerca de este lugar de retribución. Es como si no se pudiera depender de ningún autor humano para
revelar todo lo relativo a esta terrible verdad.10
1. Hay cuatro palabras diferentes que se usan en las Escrituras para describir el lugar de los muertos hasta el tiempo de la resurrección. En ningún momento estas palabras describen el estado eterno, sino más bien el lugar temporal en el cual los muertos esperan la resurrección. La primera es Seol, que se usa 65 veces en el Antiguo Testamento. En la versión del rey Jacobo, esta palabra se traduce "infierno" 31 veces (comp. Deu_32:22; Sal_9:17; Sal_18:5; Isa_14:9), "sepulcro" 31 veces (comp. 1Sa_2:6; Job_7:9; Job_14:13), y "abismo" tres veces (comp. Núm_16:30, Núm_16:33; Job_17:16). Esta era la palabra que en el Antiguo Testamento indicaba la morada de los muertos. Representaba, no simplemente como un estado de existencia, sino como un lugar de consciente existencia (Deu_18:11; 1Sa_28:11-15; Isa_14:9). Dios tenía soberanía sobre él (Deu_32:22; Job_26:6). Se consideraba como temporal, y los justos esperaban la resurrección de
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ese lugar para entrar a la era milenaria (Job_14:13-14; Job_19:25, Job_19:27; Sal_16:9-11; Sal_17:15; Sal_49:15; Sal_73:24). Sobre está palabra Seol se ha escrito:
. . . unos pocos hechos se destacan muy claramente:
(1) Se observará que la mayoría de los casos, Seol se traduce el sepulcro . .. El sepulcro, por tanto, se destaca a la luz de la lista mencionada arriba como la mejor y más común traducción.
(2) Con respecto a la palabra abismo, se observará que en cada uno de los tres casos donde ocurre (Núm_16:30, Núm_16:33; y Job_17:16; en otras versiones) significa tan evidentemente el sepulcro que en seguida podemos sustituir la palabra abismo por sepulcro, según nuestra propia consideración, como traducción de Seol.
(3) En cuanto a la traducción "infierno", no representa al Seol, porque tanto por definición del diccionario como por el uso familiar "infierno" significa el lugar de mayor castigo, Seol no tiene tal significado, pero denota el estado presente de la muerte. "El sepulcro" es, por lo tanto, una traducción mucho más adecuada, porque visiblemente nos sugiere lo que es invisible a la mente, a saber, el estado de la muerte. Necesariamente, debe ser confuso para el lector inglés ver que se use la primera palabra para representar esta última.
(4) El estudiante encontrará que la traducción "el sepulcro", tomada tanto literal como figuradamente, llena todos los requisitos del Seol hebreo: no que Seol signifique tan específicamente UN sepulcro, sino genéricamente, el sepulcro. La sagrada Escritura se complementa lo suficiente para explicarnos la palabra Seol.
(5) Si inquirimos acerca de ella, en la lista mencionada arriba, sobre las veces que ocurre la palabra Seol, nos enseñará:
(a) Que en cuanto a dirección, está abajo,
(b) Que en cuanto a lugar, esta en la tierra.
(c) Que en cuanto a naturaleza, se refiere al estado de la muerte.
No al acto de morir, para el cual no hay ninguna palabra en inglés, sino al estado o duración de la muerte. Los alemanes son más afortunados, en esto, pues tienen la palabra sterbend, que indica el acto de morir. Seol, por tanto, significa el estado de la muerte; o el estado de los muertos, del cual el sepulcro es una evidencia tangible. Tiene que ver solamente con los muertos. Puede a veces personificarse y representarse por medio de una palabra acuñada (en inglés) "Gravedom", que significa el dominio o poder del sepulcro,
(d) En cuanto a relación, está en contraste con el estado de los vivos (véase Deu_30:15, Deu_30:19; y Deu_30:15. Deu_2:6-8). Jamás se relaciona con los vivos, excepto por contraste,
(e) En cuanto a relación, se usa en conexión con luto (Gén_37:34-35), dolor (Gén_42:38; Sal_18:5; Sal_116:3), temor y terror (Núm_16:27- 34), llanto (Isa_38:3, Isa_38:10, Isa_38:15, Isa_38:20), silencio (Sal_31:17; Sal_6:5; Ecl_9:10), falta de conocimiento (Ecl_9:5-6, Ecl_9:10), castigo (Núm_16:27-34; 1Re_2:6, 1Re_2:9; Job_24:19; Sal_9:17, Versión revisada en inglés, RE-tornados o trasladados, como antes de su resurrección),
(f) Y, finalmente, en cuanto a duración, el dominio del Seol o el sepulcro continuará hasta la resurrección y terminará sólo cuando ella ocurra, pues ella es la única salida de él (véase
Ose_13:14, etc., y compárese Sal_16:10 con Hch_2:27, Hch_2:31, Hch_13:35).11
2. La segunda palabra que se utiliza para describir el lugar de los muertos es Hades. En el Nuevo Testamento esta palabra prácticamente equivale a Seol, y se traduce "infierno" en todos los casos, menos uno (1Co_15:55 , donde se traduce "sepulcro"). Generalmente esta palabra se refiere a los muertos no salvos, que están en miseria, esperando la resurrección para presentarse ante el gran
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trono blanco. Sobre la palabra Hades se observa:
Si se examinaran cuidadosamente ahora las once veces que aparece la palabra Hades en el Nuevo Testamento, se llegaría a las siguientes conclusiones:
(a) El Hades está invariablemente relacionado con la muerte; pero nunca con la vida: siempre con gente muerta; pero nunca con los vivos. Todos los que están en el Hades "NO VOLVERÁN A VIVIR" hasta que sean levantados de los muertos (Apo_20:5). Si no 'Volverán a vivir" hasta después que sean resucitados, es perfectamente claro que no pueden estar vivos ahora. De lo contrario desecharíamos por completo la doctrina de la resurrección,
(b) Pero la palabra inglesa hell (infierno) de ningún modo representa el Hades griego; ya que hemos visto que no da una idea correcta de su equivalente hebreo, Seol.
(c) Hades puede significar única y exclusivamente lo que significa Seol, a saber, el lugar donde se ve "corrupción" (Hch_2:31; comp. Hch_13:34-37); del cual la
resurrección es la única salida.12
Scofield es representante de muchos que distinguen entre la morada de los individuos salvados
que han partido antes y después de la resurrección de Cristo. El dice:
(1) Hades antes de la ascensión de Cristo. Los pasajes donde la palabra ocurre hacen claro que el hades se dividía antes en dos partes, una para los perdidos y otra para los salvos. La primera de estas divisiones se llamaba "el paraíso" y "el seno de Abraham". Ambos nombres tienen su origen en el Talmud, pero Cristo los adopta en Luc_16:22; Luc_23:43. Los bienaventurados estaban con Abraham, eran conscientes de su estado y recibían consolación (Luc_16:25). El malhechor creyente recibió la promesa de que él iba a estar con Cristo, en aquel mismo día, en "el paraíso". Los perdidos se hallaban separados de los salvos por "una grande sima" (Luc_16:26). El hombre representativo de los perdidos que están actualmente en el hades, es el rico mencionado en Luc_16:19-31. El estaba vivo, consciente, en pleno uso de sus facultades, memoria, etc., y en medio de tormentos.
(2) Hades desde la ascensión de Cristo. En lo que toca a los perdidos, las Escrituras no revelan que haya habido algún cambio en su condición o lugar en el más alia. Cuando se efectúe el juicio del gran trono blanco, el hades entregará a los muertos y ellos serán juzgados y lanzados al lago de fuego (Apo_20:13-14). Pero sí se ha efectuado un cambio que afecta al paraíso. Pablo "fue arrebatado hasta el tercer cielo ... al paraíso" (2Co_12:1- 4). El paraíso, por lo tanto, está ahora en la presencia inmediata de Dios. Se cree que Efe_4:9-10 indica el tiempo cuando dicho cambio tuvo lugar. "Subiendo a lo alto, llevó multitud de cautivos" (V.M.). A continuación se añade que El había descendido previamente "a las partes inferiores de la tierra;" es decir, a la división del hades llamada el paraíso. Durante la presente era de la Iglesia los salvos que parten de este mundo están ausentes del cuerpo y "presentes con el Señor." Tanto los impíos que se hallan en hades como los justos que están con el Señor, han de experimentar un día la resurrección (Job_19:25;
1Co_15:52).13
3. La tercera palabra es Tártaros y se usa solamente en 2Pe_2:4, en relación con el juicio de los
ángeles malos. Parece tener relación específica con la morada eterna de los ángeles malos.
Tártaros . . . no es Seol o Hades . . . adonde van todos los hombres en su muerte. Ni es donde los malos han de ser consumidos y destruidos, que es la Gehenna.. . No es la morada de los hombres en cualquier condición. Se usa sólo aquí, y aquí solamente en relación con los "ángeles que pecaron" (véase Jue_1:6). Denota los límites o márgenes de este mundo
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material. La extremidad de estos aires bajos de los cuales Satanás es "el príncipe" (Efe_2:2) y de los cuales dice la Escritura que contienen a "los gobernadores de las tinieblas de este siglo" y las "huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". "El Tártaros no es sólo
los límites de esta creación material, sino que es llamado así debido a su frialdad".14
4. La cuarta palabra que se usa para indicar la morada de los muertos es Gehenna, usada doce veces en el Nuevo Testamento (Mat_5:22, Mat_5:29-30; 10; 28; Mat_18:9; Mat_23:15, Mat_23:33; Mar_9:43, Mar_9:45, Mar_9:47; Luc_12:5; Stg_3:6). En cada caso se usa como un término geográfico y tiene en cuenta el estado final de los no salvos. Presupone el juicio del cual este es el resultante lugar y estado. Vos escribe:
En el Nuevo Testamento . . . designa el lugar de eterno castigo de los malos, generalmente en relación con el juicio final. Está asociada con el fuego como fuente del tormento. Tanto el cuerpo como el alma son echados en ella. Esto no ha de explicarse según el principio de que el Nuevo Testamento habla metafóricamente sobre el estado después de la muerte cuando se refiere al cuerpo; presupone la resurrección. En la Versión Revisada y la Versión Autorizada (en inglés) Gehenna se traduce "infierno" . . . Que el valle de Hinom llegara a ser la designación técnica para el lugar del castigo final se debió a dos causas. En primer lugar el valle había sido asiento del culto idolátrico a Moloc, a quien se le inmolaban niños mediante el fuego (2Cr_28:3; 2Cr_33:6). Segundo, debido a estas prácticas el lugar fue profanado por el rey Josías (2Re_23:10), y en consecuencia fue asociado en la profecía con el juicio que vendría sobre el pueblo (Jer_7:32). Además, el hecho de que allí se reunían los desperdicios de la ciudad pudo haber contribuido a establecer el nombre
sinónimo de extrema contaminación.15
Gehenna indicaría entonces la retribución en el lago de fuego como el destino de los malos.
En Mat_25:41 el Señor dijo a los malos: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles". La palabra "preparado" literalmente se puede traducir "que ha sido preparado", lo cual sugiere que el Lago de Fuego ya está en existencia y espera a sus ocupantes. Es tesis de C. T. Schwarze, para entonces de la Universidad de Nueva York, que un lugar como un lago de fuego es conocido para la ciencia hoy. El escribe:
La palabra lago debe connotar un cuerpo de materia que tiene forma líquida Por lo tanto, si la Escritura es verdad, este fuego eterno debe ser en forma líquida.
... la simple prueba misma de las porciones de la Escritura que hemos estado discutiendo descansa en la existencia del fenómeno singular de los cielos que se conoce con el nombre de estrellas blancas diminutas o enanas . . . una estrella enana es la que, debido a algunas cosas que le han sucedido (asunto que no está realmente aclarado), debe ser aproximadamente 5000 o más veces más grande de lo que en realidad es! Aplicando esta idea como ilustración a un planeta como la tierra, podemos concebir que la tierra se haya reducido a tal extremo que su diámetro sería de alrededor de 640 kilómetros ... en vez de ser de 12.800 kilómetros, como en realidad es.
Esta enorme densidad . . . tiene mucho que ver con nuestro asunto . . . Mucha gente sabe que el Sol, nuestra más cercana estrella, es más bien caliente . .. hay un acuerdo general en que la temperatura de las estrellas o cerca del centro de ellas oscila entre 14 y 17 millones de grados centígrados! ... a tales temperaturas, es mucho lo que puede suceder, como el estallido de átomos, que ayuda a explicar el fenómeno de la enana blanca ...
... una temperatura de 17.000.000 de grados centígrados podría hacer explotar los
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átomos...
Esto causaría que los átomos perdiesen sus electrones aun cuando la atracción entre el núcleo y los electrones es igual a mil cuatrillones ... de veces la atracción de la gravedad. Las partículas separadas podrían entonces consolidarse mejor, particularmente bajo tan grande presión ...
Con la constante actividad de los rayos X, las paredes atómicas no podrían formarse de nuevo; por lo tanto, pueden producirse enormes densidades, tales como las que se encuentran en las estrellas enanas. Ahora, nótese, por favor, que a tan altas temperaturas toda materia estaría en forma de gas . . . en una estrella enana blanca la presión es tan grande que los gases se comprimen hasta la consistencia de un líquido aunque todavía puedan responder a las características de un gas ...
... Antes que una de tales estrellas pueda enfriarse y gradualmente oscurecerse tendría que dilatarse hasta sus proporciones normales. Esto es, tendría que alcanzar más de 5000 veces su tamaño actual. Allí está la dificultad. ¡Tal expansión causaría un enorme calor que, a su vez, mantendría la estrella absolutamente comprimida, de manera que, hasta donde los astrónomos y físicos tienen conocimiento, las estrellas diminutas jamás pueden enfriarse! ... La enana blanca, en realidad, jamás puede comprimirse.
... ¿podría yo resumir para demostrar que la Biblia, la Palabra de Dios, es científicamente precisa? Encontramos, primero, un fuego eterno que jamás puede apagarse. Segundo, siendo de una consistencia líquida es un lago de fuego. En tercer lugar, no se puede apagar por cuanto cualquier material extinguidor, tal como el agua, inmediatamente sería despojado de sus electrones y fusionados con los demás. En cuarto lugar, por cuanto los astrónomos han estado, y aún están estudiando este extraño fenómeno, es más que evidente que el lago de fuego ha sido preparado y ya está listo actualmente. Aunque no podemos decir que Dios usará en realidad estos lagos de fuego en el cumplimiento de su Palabra, la respuesta para los escépticos está en los cielos, donde
hay lagos de fuego.. -16
Los cuerpos resucitados de los perdidos, evidentemente, serán de tal naturaleza que serán
indestructibles aun en medio de tal lago de fuego.
II. CREACIÓN DE LOS CIELOS NUEVOS Y DE LA TIERRA NUEVA
Después de la disolución del presente cielo y la presente tierra, al final del milenio, Dios creará un cielo nuevo y una tierra nueva (Isa_65:17; Isa_66:22; 2Pe_3:13; Apo_21:1). Mediante un acto creador Dios pondrá en existencia un cielo nuevo y una tierra nueva. De la manera como Dios creó los actuales cielos y tierra para que fuesen escenario de su despliegue teocrático, así creará Dios los cielos y tierra nuevos para que sean escenario del reino eterno teocrático de Dios.
Los pactos de Dios con Israel garantizan a ese pueblo la tierra, una existencia nacional, un reino, un Rey, bendiciones espirituales a perpetuidad. Por lo tanto, tiene que haber una tierra eterna en la cual puedan cumplirse estas bendiciones. Mediante la remoción de la antigua tierra Israel será introducido a la nueva tierra, para disfrutar allí para siempre todo lo que Dios les ha prometido. Entonces será eternamente cierto: "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios" (Apo_21:3). La creación de los cielos nuevos y de la tierra nueva es el acto preparatorio final en preparación para el reino eterno de Dios. Será entonces verdad que Dios tiene un reino en el cual "mora la justicia" (2Pe_3:13).
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En relación con el destino eterno de los santos de la Iglesia, debe observarse que su destino primordial está relacionado con una persona, y no con un lugar. Aunque el lugar descuella en importancia (Jua_14:3), el lugar es eclipsado por la Persona a cuya presencia es llevado el creyente.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis (Jua_14:3).
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria (Col_3:4).
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1Ts_4:16-17).
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es (1Jn_3:2). (Cursivas mías).
Se hace hincapié en la Persona, en todos los pasajes que tratan de la gloriosa expectativa de la Iglesia, y no en lugar al cual son llevados.
Ya se ha demostrado con pasajes tales como Apo_21:3 que el Señor Jesucristo estará morando con los hombres en la nueva tierra, en el reino eterno. Puesto que la Escritura revela que la Iglesia estará con Cristo, se concluye que la eterna morada de la Iglesia será asimismo en la nueva tierra, en aquella ciudad celestial, la Nueva Jerusalén, que ha sido preparada especialmente por Dios para los santos. Una relación tal sería la respuesta a la oración del Señor por aquellos que Dios le había dado a El: "Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado" (Jua_17:24). Por cuanto la gloria eterna de Cristo se manifestará en el reino eterno, en su dominio eterno, es natural que la Iglesia esté allí para contemplar esa glorificación de Cristo para siempre.