ARREBATAMIENTO DURANTE LA TRIBULACION

ARREBATAMIENTO  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 2,174 views
Notes
Transcript

ARREBATAMIENTO DURANTE LA TRIBULACION

CAPITULO XII POSICIÓN DEL TRASLADO DURANTE LA TRIBULACIÓN
Un punto de vista menos prevaleciente que la teoría del traslado después de la tribulación, para explicar el tiempo del traslado en relación con el período de la tribulación, es la teoría de que el traslado será durante la tribulación. De acuerdo con esta interpretación, la Iglesia será arrebatada al final de los primeros tres años y medio de la septuagésima semana de Daniel. La Iglesia sufrirá los eventos de la primera mitad de la tribulación, los cuales, de acuerdo con esta teoría, no son manifestaciones de la ira divina, pero será trasladada antes que comience la última mitad de la semana, la cual sí contiene todo el derramamiento de la ira de Dios. Se dice que el traslado ocurrirá en conexión con el sonido de la séptima trompeta y el ascenso de los dos testigos del capítulo once de Apocalipsis. Este punto de vista es esencialmente un compromiso entre las posiciones del traslado y antes y después de la tribulación. Concuerda con el punto de vista del traslado antes de la tribulación en que sostiene que la Iglesia será arrebatada en un evento distinto al de la segunda venida, en que el que impide en el capítulo 2 de 2 Tesalonicenses, es el Espíritu Santo, y en que a la Iglesia se le ha prometido liberación de la ira. En común con el traslado después de la tribulación sostiene que a la Iglesia se le ha prometido tribulación en la tierra y que necesita purificación, que la Escritura no enseña la doctrina de la inminencia, y que la Iglesia es vista en la tierra después de Apo_4:1.
I. BASES ESENCIALES DE LA POSICIÓN DEL TRASLADO DURANTE LA TRIBULACIÓN
Al estudiar esta posición es bueno observar que muchas de sus bases esenciales son las de la posición del traslado después de la tribulación.
(1) El partidario del traslado durante la tribulación tiene que negar o al menos debilitar la interpretación dispensacional de las Escrituras, y (2) negar las distinciones estrictas entre Israel y la Iglesia. Esto se observa en que esta posición coloca a la Iglesia en la primera mitad de los últimos siete años del período determinado sobre el pueblo y la ciudad de Daniel.
(3) Esta posición debe descansar sobre una interpretación de la tribulación que divide el período en dos mitades separadas y no relacionadas, para que la Iglesia pueda pasar por la
J.Dwight Pentecost Página 135
II.
Eventos del Porvenir
primera mitad, aunque no tenga parte en la última mitad. (4) Esta posición tiene que negar la doctrina de la inminencia, por cuanto todas las señales de la primera mitad de la semana se aplican a la Iglesia. (5) Esta posición tiene que negar el concepto de la Iglesia como un misterio, para que la era de la Iglesia pueda coincidir en parte con el programa de Dios para con Israel. (6) Esta posición tiene que depender, hasta cierto punto, del método de la espiritualización en la interpretación. Esto es particularmente evidente en la explicación de las porciones de la Escritura que tratan de la primera mitad del período de la tribulación.
ARGUMENTOS ESENCIALES DEL PARTIDARIO DEL TRASLADO EN LA TRIBULACIÓN
Un estudio de los argumentos usados por los partidarios de esta interpre¬tación para sostener su punto de vista, revela que ellos usan muchos de los argumentos que utiliza el partidario del traslado después de la tribulación.
A. Negación de la inminencia. Primero, el partidario del traslado durante la tribulación niega la doctrina de la inminencia. Harrison escribe:
Hay aquellos que objetan que el traslado está situado en el lugar de la última trompeta basados en que eso va contra nuestra esperanza en el retorno inminente de Cristo. . . Para ser consecuentes escriturariamente en este asunto, debemos tomar en cuenta lo siguiente:
1. Para Pedro no había posibilidad de tal experiencia, pues le había dicho el Señor que viviría hasta la vejez y pasaría por una muerte de mártir. . . (Jua_21:18-19). . . Y sin embargo, Pedro llegó a ser el apóstol de la esperanza, y exhorta a los creyentes de su día: "Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado" (1Pe_1:13).
2. Para Pablo, la comisión de su Señor . . . (Hch_22:21) lo dejó frente a una larga carrera de predicación que excluyó, durante mucho tiempo de su vida, cualquier regreso momentáneo de Cristo. Pablo advierte que la apostasía tenía que venir primero (2Ts_2:3) y que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos (2Ti_3:1). Y sin embargo, Pablo contempla constantemente la venida de Cristo como un incentivo para que los cristianos de su día viviesen santamente . . . (Tit_2:11-13);. . . 1Co_15:51; Flp_3:20. . . 1Ts_4:17.
3. Para los Apóstoles era un vasto programa el contenido en la Gran Comisión: el de llevar el Evangelio "por todo el mundo" (Mar_16:15). . . Y sin embargo, cuando cualquiera de estos apóstoles escribía a los creyentes de su día, no dejaba de exhortarlos con respecto al retorno del Señor.
4. A la iglesia primitiva, nuestro Señor le reveló desde el cielo un curso histórico dividido en siete partes ( y 3), que evidentemente requería un prolongado período de tiempo. Y sin embargo, a esa iglesia primitiva le fueron dadas reiteradas palabras de confianza: "He aquí yo vengo pronto" (Apo_22:7 , Apo_22:12, Apo_22:20). . .
. . .Vemos en las Escrituras que Cristo no pudo haber regresado durante la vida de Pedro; ni durante los días de los apóstoles; ni aun antes de la Reforma; ni aun antes que el programa misionero se cumpliera; ni aun antes que viniese la apostasía; ni aun antes de los postreros
días en los cuales parece que estamos viviendo.1 J.Dwight Pentecost Página 136
Eventos del Porvenir
Mientras Harrison busca desaprobar la doctrina de la inminencia con los pasajes que cita de la Escritura, es evidente que los escritores mismos del Nuevo Testamento creían en el retorno inminente. Hay una diferencia entre la pronta venida y la inminente venida de Cristo. En ninguna parte enseñaba la Escritura que la venida sería pronta, sino que insistentemente enseñaba que podía esperarse en cualquier momento. La profecía concerniente al curso natural de la historia, que se cumpliría a menos que fuese interrumpido por la terminación de la historia con la venida de Cristo, no privó a los escritores, como indican las citas mismas de Harrison, de la esperanza inminente. Puesto que la creencia de que la Iglesia debe esperar todas las señales de la primera mitad del período de la tribulación destruiría la doctrina de la inminencia, debe ser rechazado el punto de vista del traslado durante la tribulación.
B. La promesa de tribulación. Un segundo argumento del partidario del traslado en la tribulación es el de, que a la Iglesia se le prometió tribulación y, por lo tanto, puede esperar experimentar la primera mitad del período de la tribulación. Ya que esta cuestión se ha tratado previamente sólo es necesario hacer referencia al hecho de que la tribulación puede usarse en un sentido técnico, cuando se refiere a los siete años de la profecía de Daniel, o en un sentido no técnico, cuando se refiere a cualquier período de prueba o dolor. La tribulación prometida a la Iglesia es de esta naturaleza no técnica.
C. Negación de la Iglesia como un misterio. Un tercer argumento del partidario del traslado en la tribulación es un argumento que esencialmente niega el concepto de misterio de la Iglesia. Se ha indicado previamente que este presente siglo es un misterio y el programa de la Iglesia en este presente siglo en sí es un misterio. Se ha demostrado que el programa de misterio debe llevarse a cabo antes que Dios pueda tratar y trate con Israel para cumplir el programa del pacto. Harrison argumenta:
Pensar en los siglos, empalmando bruscamente el uno con el otro, es fatal. Trasladar esa concepción a la serie que compone el tiempo del fin es igualmente fatal. En realidad se hacen coincidir, lo que puede conducir a una combinación final.
Hablemos de las dos eras: la de la Iglesia y la judía. En sus comienzos, hasta el año 30 d. de J.C., la era de la Iglesia fue paralela durante 40 años con la era judía, hasta que esta última se cerró con la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. de J.C. Esto exige una coincidencia similar al cierre de la era de la Iglesia. Si pensáramos, por un momento, que la Iglesia llegase hasta la tribulación, tiempo del cual el Señor ha prometido guardarla, tomando en cuenta que Israel habrá sido restaurado como nación por tres años y medio
antes que comience la tribulación. . . tenemos otra vez esta coincidencia.2
La falacia de este argumento descansa en el hecho de que aunque Dios estaba extendiendo una invitación "al judío primeramente", después del día de Pentecostés, aun hasta la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. de J.C, era una invitación que, cuando era recibida, introducía al creyente judío al cuerpo de Cristo, la Iglesia. Dios no estaba llevando a cabo dos programas, sino uno. No había coincidencia del programa del pacto con el programa de la Iglesia del misterio. Cuando el programa de la Iglesia comenzó, el de Israel ya se había interrumpido. Mediante este método de razonamiento se ve que la inconsecuente aplicación dispensacional es inherente a este punto de vista.
D. Naturaleza de los sellos y las trompetas. Un cuarto argumento del partidario del traslado en la tribulación es la interpretación que sostiene que los sellos y las trompetas no son manifestaciones de la ira divina. Este punto de vista es mencionado por Harrison, quien escribe:
La apertura de los sellos es el punto que hay que tomar en cuenta ... Es la remoción de restricciones. Los sellos han obrado de una manera bondadosa para la protección y
J.Dwight Pentecost Página 137
Eventos del Porvenir
preservación de la sociedad durante todos estos siglos. Las fuerzas del mal, que promueven guerras y destrucción total han sido detenidas providencialmente . . .
Lo asombroso es que los expositores hablan persistentemente de los juicios de los sellos. La Biblia nunca los llama juicios. Es un nombre que está reservado para una serie posterior y más terrible . . ..
¿Por qué culpar a Dios de lo que el hombre ha traído sobre sí mismo? El hombre ha estado danzando al son de la música de una civilización sin Dios; ha sido una danza de guerra de adoración a la Fuerza. Ahora que tiene que pagar al violinista, ¿por qué culpar a Dios? ... El ha retirado estas restricciones, y ¿qué es lo que está experimentando el hombre? ¡Nada
menos que la ley de la siembra y la cosecha! 3 Hablando de las trompetas, declara el mismo autor:
Estas experiencias, aunque tan severas, no son juicios. Los comentaristas los llaman invariablemente los juicios de las trompetas. Dios nunca los llama así, y El debe saber ... Es una completa confusión llamar a estas cosas —sellos y trompetas-por un nombre que Dios se ha reservado con un propósito para su propia obra especial.
Estos ciertamente parecen juicios. Pero, permitamos que la experiencia de Job nos instruya ... A Satanás se le dio permiso de parte de Dios para afligirlo como medida de prueba y disciplina; pero no podía ir más allá de lo permitido . . . Esto es lo que sucede con las
trompetas; Satanás obra; Dios permite.4
El punto de vista del traslado en la tribulación, como lo presenta uno de sus principales defensores, es que los sellos representan la obra exterior del programa de Satanás, en los cuales Dios es sólo un agente permisivo.
La mera contención del autor citado arriba concerniente al llamado "paréntesis" en cada serie, parece ser una refutación suficiente de su punto de vista. El sostiene:
El alcance en cualquier serie siempre se explica después del sexto de la serie. Es una parte del plan estructural de. la revelación para dar esta explicación en cada serie de
manera que el lector pueda saber lo que se lleva a efecto.5
De acuerdo con esta observación, Juan anunció (Apo_6:16-17) que el programa que allí se desenvolvía está relacionado con la "ira del Cordero". El tiempo aoristo en el versículo 17, élthen (ha venido), significa, no algo que está por acontecer, sino aquello que ha acontecido. Por tanto, al desenvolver el programa de los sellos, Juan anuncia que éstos representan "la ira" que ya ha venido. En la misma conexión, con el sonar de las siete trompetas, Juan otra vez relaciona estas trompetas con el programa del derramamiento de la ira de Dios, por cuanto en se establece que estos eventos están relacionados con la ira que "ha venido" (tiempo aoristo otra
vez).6 De esa manera, ni los sellos ni las trompetas pueden divorciarse del programa divino asociado con el derramamiento de la ira sobre la tierra.
E. Duración del período de la tribulación. Un quinto argumento usado por los defensores de esta posición es el argumento de que el período de la tribulación es sólo de tres años y medio de duración. El mismo autor, después de mostrar cómo se puede dividir la septuagésima semana de Daniel en dos partes, dice:
Esto debe además librarnos del error común de hablar de la tribulación como de un período de siete años. La Biblia nunca se refiere a ella de esa manera; más bien, comienza
J.Dwight Pentecost Página 138
Eventos del Porvenir
en la mitad de los siete años. Son los últimos tres años y medio. Todo lo que a ella conduce lo denomina Jesús simplemente principio de dolores.7
Y otra vez:
La primera mitad de la semana, o período de siete años, era una dulce participación a Juan, así como a ellos; bajo la protección de ese tratado, estarían en buena situación, como decimos. Pero la segunda mitad es amarga, por cierto: se rompe el tratado; se desencadena la tempestad; experimentan la ira del Anticristo por un lado y la ira de Dios por el otro. Este
es su día de angustia. Es la Gran Tribulación.8
1. Mientras se reconoce que Daniel dio aviso de que la septuagésima semana había de dividirse en dos partes (Dan_9:27) y mientras el Señor, hablando de este mismo período, llamó a la última mitad "gran tribulación" (Mat_24:21), sin embargo, en ninguna parte de las Escrituras se divide este período en dos partes no relacionadas, cada una con una caracterización diferente. El punto de vista del partidario del traslado después de la tribulación divide esencialmente la septuagésima semana en dos partes disociadas, mientras aún se la llama "septuagésima semana", y sostiene que la Iglesia podrá pasar por la primera mitad debido a que tiene una caracterización diferente a la última mitad. Esto es imposible hacerlo. Cuando se prevé este período en las Escrituras, siempre se lo trata como una unidad, en cuanto a su carácter se refiere, aunque dividido en cuanto al elemento tiempo y el grado de intensidad de la ira derramada. La unidad de la septuagésima semana de Daniel en el programa de Israel nos impide dividirla en dos partes separadas. Es difícil entender cómo un escritor puede sostener que todos los eventos de los sellos y las trompetas puedan parecerle "dulces" a alguno que esté pasando por esos rigurosos juicios. Sólo mediante la espiritualización puede sostenerse este punto de vista.
2. Además, es necesario observar, que si la Iglesia pasa por los primeros tres años y medio de la tribulación, los 144.000 serían salvos dentro de la Iglesia, ya que ésta estaría aún sobre la tierra. Sin embargo, se considera que estos son testigos judíos durante todo el período. Si ellos son salvos mientras que Dios está aún agregándole el cuerpo de Cristo, y si son dejados atrás, cuando suceda la traslación, el cuerpo se desmembraría y estaría incompleto. La necesidad de llevar a cabo el programa de misterio, antes de efectuar el programa del pacto, nos indica que la tribulación no se puede confinar a una mitad de la semana solamente.
3. También si el período de la tribulación se tomara en cuenta desde la constitución del falso pacto (Dan_9:27), la Iglesia conocería el tiempo de la traslación. Mientras a Israel le fueron dadas señales que precederían a la venida del Mesías, ninguna de tales señales le fue dada a la Iglesia. El tiempo de su venida por la Iglesia es un secreto divino, y los hombres no podrán determinar el tiempo por ninguna de tales señales.
4. El versículo 14 del capítulo 7 de Apocalipsis parece dar la evidencia final. En el paréntesis entre el sexto y séptimo sellos, donde se da el alcance de toda la visión, se dice que los salvados en ese tiempo han salido de "gran tribulación". Esto parece indicar claramente que el tiempo cubierto por los sellos se considera como una parte del período de la tribulación.
F. El argumento del capitulo once de Apocalipsis. Un sexto argumento presentado en defensa de esta: posición es el argumento de que el traslado está descrito en Apocalipsis, capítulo 11. Para sostener este punto de vista, Harrison argumenta que los dos testigos son simbólicos de una "compañía mayor de testigos"; que ellos representan dos grupos: los muertos y los vivos para el momento del traslado; que la nube representa la parousia -la presencia del Señor—; que la gran
voz es el clamor de 1Ts_4:16; la trompeta es la trompeta del mismo versículo.9 J.Dwight Pentecost Página 139
Eventos del Porvenir
1. Se observará que esto es enteramente un argumento de analogía, no de exégesis. Tal argumento es siempre débil. Se observará que estos dos testigos son tratados como dos individuos en el pasaje, no como representantes simbólicos de la Iglesia. El hecho de que como "dos olivos" se relacionan con Israel (Zac_4:2-3), los privaría de representar a la Iglesia. La afirmación de que estos dos son Moisés y Elias y, por lo tanto, representan a los muertos y a los trasladados no es seguro. La nube fue usada tan universalmente en la Escritura para la presencia de Dios que no hay necesidad de asociarla con la parousia en este punto, particularmente por cuanto esto parcialmente tiene que ver con Israel, donde la nube no significaría el traslado para ningún judío. Se hace referencia varias veces a la voz de autoridad en el Apocalipsis y no se puede comprobar si es el mismo "clamor" del cual habla Pablo. Debe observarse que esta interpretación no se basa en una interpretación básica estricta, sino más bien en el método de espiritualización.
2. Quizá la evidencia más fuerte de que el traslado no tiene lugar en el capítulo once de Apocalipsis es observar cuidadosamente el resultado del toque de la séptima trompeta. La escena descrita no es la del traslado, sino la de la manifestación de Cristo en la tierra. Este evento está asociado con la subyugación de los reinos del mundo a la autoridad de Cristo, la posesión del reino mesiánico, el juicio de las naciones, el galardón a aquellos que han de compartir el reino del Mesías, el juicio de las fieras que "destruyen la tierra". Esta cronología de eventos nunca se asocia con el traslado, sino más bien con la segunda venida. El resultado de tocar la séptima trompeta no es el traslado de la Iglesia, sino el triunfo de Cristo sobre todos sus enemigos mediante la institución de su reino en la segunda venida.
3. Un corolario necesario para este argumento es la interpretación del partidario del traslado en la tribulación de que el misterio de Dios que se consumará (Apo_10:7) es el programa de misterio
de la Iglesia.10 La explicación de Ironside proporciona una mejor interpretación. El dice:
Este es el tema del libro de los siete sellos; la vindicación de la santidad de Dios por haber tolerado el mal durante tanto tiempo en su universo. ¡Qué mayor misterio confronta y confunde la mente del hombre que esta pregunta! ¿Por qué permite Dios que triunfe la injusticia tan a menudo? Esto es secreto suyo. El lo revelará a su debido tiempo, y todo será claro como el día ... Su triunfo final sobre todo mal es lo que se presenta tan vividamente
en la escena del Apocalipsis que cambia con rapidez...11 Dios está actualmente terminando el programa con el mal.
G. Cronología del libro del Apocalipsis. Un séptimo argumento depende de la interpretación de ellos a la cronología del libro del Apocalipsis. De acuerdo con este punto de vista, como ya se ha observado, los siete sellos y las siete trompetas nos llevan a través de los eventos de los primeros tres años y medio de la septuagésima semana, cuyo período termina con el traslado, que tendrá lugar en el capítulo once. Las siete copas describen el derramamiento de la ira de Dios en los últimos tres años y medio de la tribulación, desarrollada en los capítulos 12 al 19. Así los capítulos 4 al 11 describen la primera mitad de la semana y los capítulos 12 al 19 la última mitad de la semana. Creemos que esta cronología está errada. Juan ha presentado los eventos de la primera mitad del período de la tribulación en los sellos (), la última mitad de la tribulación en las trompetas (), y cierra el período con el regreso del Señor para reinar (Apo_11:15-18). Entre la sexta y la séptima trompetas se le dice a Juan (Apo_10:11) que, "es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes" (literal). Con respecto a las palabras "otra vez" (palin), Thayer dice que "denota renovación o repetición de la
acción".12 Esto parecería un aviso divino de que, por cuanto Juan nos ha llevado a través de todo el período una vez, es la intención de Dios de que él repase su camino a lo largo del período. Por lo tanto, comenzando con el capítulo 12, Juan examina el período por segunda vez, haciendo énfasis en los individuos que desempeñan una parte tan importante en los eventos de la septuagésima
J.Dwight Pentecost Página 140
Eventos del Porvenir
semana. Las copas (Apo_16:1-17) evidentemente son derramadas al cierre del período y ocupan sólo un breve lapso de tiempo y no pueden esparcirse a lo largo de los últimos tres años y medio del período. Este segundo examen, como el primero, da término al período con el regreso de Cristo y el consiguiente juicio de sus enemigos ().
De esta manera, la observación de que Apo_11:15-18 describe la revelación, no el traslado, y que es paralelo con Apo_19:11-16, y con la notificación de una repetición en Apo_10:11 haría insostenible la interpretación del traslado en la tribulación. Debe observarse que esta posición depende del método alegórico de interpretación, al afirmar particularmente que el capítulo once de Apocalipsis describe el traslado.
H. Identidad de la última trompeta. Un octavo argumento del partidario del traslado en la tribulación es el argumento de que la séptima trompeta de Apo_11:15 y la última trompeta de 1Co_15:52 y 1Ts_4:16 son idénticas. Harrison señala ese punto de vista de la siguiente manera:
San Pablo, por inspiración del Espíritu, definidamente coloca la resurrección y el traslado de los santos mediante la venida de Cristo a la final trompeta (1Co_15:5, 1Co_15:52). Esta es una colocación específica del evento. Incuestionablemente el Espíritu Santo reveló el hecho e inspiró su registro. ¿Cómo se atreve alguno a colocarlo de otra manera? . . . ¿Podemos nosotros colocar el traslado en cualquier otro lugar que no sea el lugar dado por el apóstol Pablo y reclamar que mantenemos la integridad de la Palabra de Dios?
Busquemos en Mat_24:29-31. Jesús describe aquí la tribulación y dice que será seguida por una gran voz de trompeta. Esta es la última que se registra en el tiempo.
Sin embargo cuando lleguemos a la final trompeta en el Apocalipsis, la última de la serie, encontraremos bastante evidencia satisfactoria de que el evento realmente se está llevando
a cabo.13
Todo su argumento depende de hacer idéntica la última de las siete trompetas con la final trompeta mencionada por Pablo en relación con el traslado de 1Co_15:52. Este argumento descansa en el uso de la palabra final en relación con ambos eventos.
El mismo Harrison admite que "final" puede significar una de dos cosas: final en un punto de
tiempo, o final en un punto de sucesión".14 Al declararlo así, él está admitiendo que final en un punto de sucesión puede que no sea necesariamente lo mismo que final en un punto de tiempo. La palabra final puede significar aquello que concluye un programa, pero no necesariamente lo último que haya de existir. Por cuanto el programa para con la Iglesia difiere de el de Israel, cada uno puede terminar con el toque de una trompeta, llamada propiamente la última trompeta, sin que sean idénticas ni sincronizadas las dos últimas trompetas. Sobre esta identificación de la final trompeta con la séptima trompeta, ha escrito Thiessen:
. . . decimos con Ellicott: "No hay suficientes bases para suponer que hay aquí alguna referencia a la séptima trompeta apocalíptica (Apo_11:15) . . . Esta salpigx (trompeta) que el Apóstol denomina eschate (final), no con referencia a alguna serie .. . sino relacionada con el cierre de este aion (siglo) y la escena final de la historia de este mundo". Estamos de acuerdo con esto, excepto, que cuando Cristo venga sólo la historia de este siglo tendrá fin. Ellicott era un premilenarista, y esto es, sin duda, lo que él quiso decir con esta declaración. Meyer defiende el mismo punto de vista, sobre la base de que en 1Ts_4:16: . . . "sólo se menciona una trompeta, y esa es aceptada por ser bien conocida". Se puede llegar a la misma conclusión por el hecho de que Pablo sigue la referencia a la "final trompeta" con una declaración impersonal, "porque se tocará la trompeta" (véase el griego). Si él hubiese pensado en esta trompeta como una de siete, sin duda hubiera dicho algo como lo que
J.Dwight Pentecost Página 141
Eventos del Porvenir
sigue: Porque cuando se toquen las trompetas y llegue el tiempo para que la última sea tocada, los muertos en Cristo resucitarán. En todo caso, no hay base para identificar la
trompeta de 1Co_15:52 con la séptima trompeta de Apo_11:15.15
Parece haber un número de observaciones que hacen imposible identificar estas dos trompetas. (1) La trompeta de , con lo que concuerda aún el partidario del traslado en la tribulación, será tocada antes que la ira de Dios descienda, mientras que, como se ha señalado, la cronología de Apocalipsis indica que la trompeta de será tocada al final del tiempo de la ira, precisamente antes de la segunda venida. (2) La trompeta que llama a la Iglesia se denomina la trompeta de Dios, mientras que la séptima trompeta es una trompeta de ángel. Bien observa Strombeck:
En la búsqueda de la final trompeta debemos, entonces, guiarnos por el hecho de que es la propia trompeta de Dios, tocada por el Señor mismo. En vista de esto, apenas estaríamos dispuestos a discutir que la final trompeta de Dios sea la última de una serie de trompetas tocadas por los sacerdotes del sacerdocio aarónico. Estas no eran de la clase de trompeta de Dios. Recordando que los ángeles sólo están un poco más elevados que los hombres, es muy contrario a las leyes de la lógica decir que "la final trompeta" que es la trompeta propia de Dios, es la última de una serie de trompetas tocadas por ángeles. Tanto los hombres
como los ángeles son criaturas de Dios. Ellos no pueden tocar la trompeta del Creador.16
(3) La trompeta para la iglesia es singular. Ninguna trompeta la ha precedido, de manera que no se puede decir que es la última de una serie. La trompeta que cierra el período de la tribulación es claramente la última de una serie de siete. (4) En 1 Tesalonicenses, capítulo 4, la voz asociada con el sonido de la trompeta llama a los muertos y a los vivos y por consiguiente es escuchada antes de la resurrección. En el Apocalipsis, aunque se menciona una resurrección (Apo_11:12), la trompeta no suena sino después de ella, indicándonos que dos eventos diferentes deben estar a la vista.
(5) La trompeta en 1 Tesalonicenses prorrumpe en bendición, en vida, en gloria, mientras que la trompeta en Apocalipsis prorrumpe en juicio sobre los enemigos de Dios. (6) En el pasaje de Tesalonicenses, la trompeta suena "en un momento, en un abrir y cerrar de ojos". En Apo_10:7 la indicación es de que la séptima trompeta sonará durante un período continuado de tiempo, probablemente durante los juicios que caerán en el período, ya que Juan habla del ángel cuando "comience a tocar". La duración da evidencias de la distinción de estas dos trompetas.
(7) La trompeta de 1 Tesalonicenses es claramente para la Iglesia. Por cuanto Dios está tratando con Israel en particular, y con los gentiles en general, en la tribulación, esta séptima trompeta, que cae en el período de la tribulación, no podría tener relación con la Iglesia sin perder las distinciones entre la Iglesia e Israel.
(8) El pasaje de Apocalipsis describe un gran terremoto en el cual mueren miles, y el remanente creyente que adora a Dios es presa del temor. En el pasaje de Tesalonicenses no se menciona ningún terremoto. No se dejará ningún remanente creyente atrás en el traslado para que experimente el temor de Apo_11:13. Tal punto de vista sólo sería consecuente con la posición de un traslado parcial.
(9) Aunque la Iglesia será recompensada en el momento del traslado, sin embargo el galardón dado a "tus siervos los profetas y a los santos" no puede ser ese evento. El galardón mencionado en sucederá en la tierra, después de la segunda venida de Cristo, luego del juicio sobre sus enemigos. Por cuanto la Iglesia es recompensada en el aire, después del traslado, estos deben ser dos eventos distintos.
A la luz de Mat_24:31 es difícil ver cómo el partidario del traslado en la tribulación puede sostener la interpretación de que Apo_11:15 es la última trompeta en sentido cronológico. Las trompetas de
J.Dwight Pentecost Página 142
Eventos del Porvenir
Apocalipsis se terminan antes de la segunda venida del Mesías. Mateo registra las propias palabras del Señor, por las cuales El enseña que Israel se reunirá al sonido de una trompeta después de la segunda venida. Si última significa última cronológicamente, ¿por qué no se sostiene que ambas trompetas de Apocalipsis y 1 Tesalonicenses coinciden con la de ?
Con respecto al uso de la frase final trompeta de 1Co_15:52 , escribe English:
El significado del término, la final trompeta, de 1Co_15:52 , por cuanto este sonido no es uno de una serie de trompetas, puede ser el de un llamado a reunión, o una alarma. En Números 10 leemos acerca del tocar de trompetas para llamar a una asamblea del pueblo y para sus partidas. Había llamadas específicas para cada uno de los campamentos de los israelitas y llamadas especiales para toda la congregación. En relación con esto el Dr. Cari Armerding tiene un comentario interesante: "La final trompeta significaría que toda la congregación estaba finalmente sobre la marcha. En cierto sentido esto podría ilustrar lo que encontramos en 1Co_15:23: cada uno en su debido orden (o rango —tagmati—): Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Estos últimos ciertamente se dividen por lo menos en dos grupos: los que durmieron y los que vivimos y hayamos quedado ..."
En un momento y en un abrir y cerrar de ojos son expresiones—continúa el doctor Armerding—, que se usan alrededor del mundo para indicar lo repentino y la rapidez. El hecho de que la tercera frase a la final trompeta, está tan estrechamente asociada con ellas, nos lleva a creer que debería entenderse de la misma manera. Si es así, será de la naturaleza de una alarma, que es precisamente la palabra que se usa en Núm_10:5-6 en relación con el movimiento de los campamentos. La vivificación y reunión ya se han realizado (la primera por la voz del Señor, y la última por la voz del arcángel —1Ts_4:16—) . . . Sólo hay una cosa necesaria más para poner todo en movimiento. Es la final trompeta.
Esa será la última nota emitida en aquella ocasión trascendental.17
Este examen de la posición del traslado en la tribulación nos ha demostrado que los argumentos esenciales de ese punto de vista no podrán resistir la prueba de la verdadera interpretación de la Escritura y debe ser rechazado por ser falso.
Related Media
See more
Related Sermons
See more