Sermón sin título
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Transcript
Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.
1. Los medios que hemos de usar para obtener sabiduría: (A) Hemos de prestar atención a la Palabra de Dios, que puede hacernos sabios para salvación (vv. , , comp. con ). Las palabras de Dios son fuente y norma de sabiduría y entendimiento. Muchas cosas sabias pueden hallarse en los escritos de hombres sabios, pero en la divina revelación todo es sabiduría. (B) Hemos de pasar mucho tiempo en oración (v. ), clamando a la prudencia o discernimiento (hebreo, bináh) y dando voces a la inteligencia (hebreo, tebunáh), vocablos sinónimos de sabiduría (hebreo, jokmá) y conocimiento (hebreo dáat). (C) Hemos de estar dispuestos también a esforzarnos y fatigarnos (v. ) por buscar la sabiduría; «como a la plata … como a tesoros» no quiere decir que la hayamos de buscar como buscaríamos la plata, etc., sino como se esfuerzan y fatigan los que excavan en las minas.
2. El éxito que hemos de esperar si usamos tales medios. Nuestras fatigas no serán en vano, pues entenderemos el temor de Jehová, esto es, sabremos cómo hemos de adorarle y servirle, y hallaremos el conocimiento de Dios (v. ), el cual es necesario para que nuestro temor de Dios sea como debe ser. También sabremos cómo conducirnos con los hombres (v. ), pues entenderemos las tres cualidades que proceden de la sabiduría: justicia, juicio y equidad (comp. con ), que corresponden a nuestras relaciones con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos y vienen a equivaler (si lo leemos a la inversa) a «sobria, justa y piadosamente» de . En efecto, justicia (hebr. tsédeq) es la cualidad que regula nuestra relación con Dios; juicio (heb. mispat) equivale a la «honradez» en nuestro trato con los demás; y equidad (heb. mesharim, de yashar = recto) expresa la «rectitud» personal.