CAMINANDO EN FE... VENCIENDO EL TEMOR (Lucas 8.41-42, 49-50)

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Temor: Sentimiento de inquietud y miedo que provoca la necesidad de huir ante alguna persona o cosa, evitarla o rechazarla por considerarla peligrosa o perjudicial.
-Los antónimos o lo contrario a temor es valor, serenidad, calma, confianza.
-Los antónimos o lo contrario a temor es valor, serenidad, calma, confianza.
-El temor es una amenaza de la fe. El temor es el sentimiento que pone a prueba nuestro carácter, nuestra determinación, nuestra esperanza. Muchos han desistido de sus planes y propósitos, debido a que se han dejado vencer por el temor.
-No se puede dejar de sentir temor, pero si se puede controlar y vencer. Cuando se vence el temor se le da lugar al impulso interno para lograr las cosas.
-Si queremos seguir fielmente al Señor, si queremos lograr nuestros propósitos espirituales y personales, debemos aprender a confiar plenamente en la palabra de Dios, y no dejarnos vencer por los temores:
Por las tentaciones
Por el pecado
Por la muerte
Por las incapacidades
Por la escasez
Por las circunstancias, etc.
-El apóstol Pablo dijo:
Filipenses 4.12–13 RVR60
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
filipenses 4.

MAYOR ES LA NECESIDAD

-Jairo era un principal de la sinagoga, así que era un judío bien instruido en la ley. Muy seguramente no reconocía a Jesús como el Mesías o el Hijo de Dios; pero había oído hablar de él y tal vez lo haya visto hacer milagros. Así que, aunque no aceptaba quien era Jesús, si reconocía lo que El podía hacer.
-Jairo tuvo que vencer los prejuicios religiosos para buscar la ayuda del Señor, pero si lo hizo, es porque tuvo fe en El.
Jairo: es un nombre que el griego que significa “alegría, gozo”.
Jairo: es un nombre que el griego que significa “alegría, gozo”. En el hebreo es Jair que significa “Dios quiere lucir”.
Jairo: del griego que significa “alegría, gozo”. En el hebreo es Jair que significa “Dios quiere lucir”.
-Pero este hombre tenía una gran necesidad, su hija estaba muriendo; y con ella también estaba muriendo el “gozo y la alegría” de este padre angustiado.
-Hay ocasiones en que las situaciones de la vida nos quieren despojar del gozo y la paz; pero un hombre que estaba encarcelado y maltratado, y seguramente sentenciado a muerte, dijo estas palabras:
Filipenses 4.4–7 RVR60
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
-¿Como es que un hombre en esta situación puede hablar de gozo? R/ Porque su confianza y su fe le habían ayudado a vencer el temor, y confiaba plenamente en las promesas de Dios.

A QUIEN VAS A ESCUCHAR

-La historia nos dice que mientras iban a casa, Jesús se detuvo debido al milagro en la mujer con el flujo de sangre. Imagínese cuál sería la ansiedad de Jairo.
-De pronto llegan noticias de la casa de Jairo: “Tu hija ha muerto...” Estas palabras describían la realidad del momento, pero Jesús tenía otras palabras para pronunciar: “No temas; cree solamente, y será salva”. Estas palabras superaban la realidad natural y expresaban el propósito sobrenatural de Dios.
-Jairo debía decidir a quien iba a escuchar. A las palabras negativas pero que hablaban de la realidad o a la palabra de Jesús.
-Miremos la palabra que el Señor tenía para esa circunstancia:
Una palabra de aliento (8.49-50)
Jairo debió decidir a quien prestaba atención: a los mensajeros (aunque decían la realidad), o a Jesús (quien sabia Su propósito).
Las palabras de los mensajeros fueron: “ya no hay nada que hacer”
-Mientras aquel mensajero tenía una palabra de muerte: “Tu hija ha muerto”, y el temor se apoderaba de Jairo, el Señor tuvo una palabra de vida: “No temas; cree solamente y será salva”.
Pero Jesús trajo una palabra diferente:
Una palabra de aliento (8.49-50)
Una palabra de revelación (8.51-52)
-Mientras la ansiedad y la incertidumbre se apoderaban de Jairo, el Señor tuvo una palabra de seguridad, propósito y esperanza: “No lloren; no está muerta, sino que duerme”.
Una palabra de poder (8.54-55)
-En el triste momento en que los ojos de Jairo contemplaban al cuerpo inerte de su hija, el Señor tuvo una palabra de autoridad divina: “Muchacha, levántate”.
-Jairo: es un nombre que en el hebreo significa “Dios quiere lucir”.
-Eso fue lo que hizo el Señor Jesucristo en ese momento, lució, demostró Su poder divino, porque al decir estas palabras, la niña resucitó, y con ella, también resucitó el “gozo y la alegría” de Jairo.
-Este año vamos a vencer el temor, y si alguna circunstancia ha hecho que nuestro gozo, nuestra fe y nuestra confianza estén agonizando, o aun hayan muerto; Dios hará “lucir” Su poder sobre nuestras vidas y hará un milagro de resurrección.
-Debemos caminar en fe, venciendo el temor y creyendo a las promesas de Dios.
Salmo 119.89–93 RVR60
89 Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos. 90 De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste. 91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, Pues todas ellas te sirven. 92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido. 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado.
salmo 119.89-

COMO VENCER EL TEMOR

-Tres consejos sencillos para vencer el temor. Se vence el temor...
1. Creyendo en la presencia de Dios
-El Señor ha prometido estar con nosotros “todos los días, hasta el fin del mundo”.
Creyendo en la presencia de Dios
2. Creyendo en la promesa de Dios
-Sobre toda palabra está la infalible palabra de Dios. Sus promesas son fieles y verdaderas. Si Dios lo dijo, El lo hará.
3. Creyendo en el poder de Dios
Creyendo en la promesa de Dios
-Nada hay imposible para nuestro Dios. Lo que para los hombres es imposible, para Dios no.
Creyendo en el poder de Dios
Efesios 3.20–21 RVR60
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
efesios
Efesios 3.19–20 RVR60
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
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