42. El lugar de transición.
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Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.
Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.
jos 5.
Intro.
Intro.
Cuatro etapas por las que pasó el pueblo de Israel, y son las mismas por los que todos pasamos.
La esclavitud (Egipto). Antes de conocer a Jesús.
El desierto.
La transición (el Jordán).
La tierra prometida.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.
Jos 5.12
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
El alimento.
El alimento.
Es porque Dios te quiere mover de donde estás, a lo que Él tiene para ti. Generalmente esto pasa porque ya has estado demasiado tiempo estancado en el mismo lugar.
No estamos diseñados para eso, debemos ir de gloria en gloria y de victoria en victoria.
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
El desierto tiene un propósito, aprender a confiar en el Señor, pero ya se ha vuelto tu zona de confort . . . Pero ahora tienes que cruzar.
Quien los iba a guiar en el cruce era Josué. Josué tenía una relación con su pueblo.
Josué es un tipo de Jesús. No puedes cruzar el río si no es a través de Jesús.
El desierto se ha vuelto tu zona de confort !
Pero ahora tienes que cruzar.
Josué podía llevarlos a donde Moisés no. Moisés no entró en ese momento, no por su berrinche, sino porque él representaba la Ley (a final de cuentas si entró).
Moisés no entró en ese momento, no por su berrinche, sino porque él representaba la Ley (a final de cuentas sí entró).
La Ley no te puede llevar a la Tierra Prometida, es insuficiente, por eso tuvo que venir Jesús.
En aquel día Jehová engrandeció a Josué a los ojos de todo Israel; y le temieron, como habían temido a Moisés, todos los días de su vida.
Esto fue cuando cruzaron el Río Jordán - Jesús - Bautismo.
Aunque hay gente que vive para comer, lo cierto es que necesitamos comer para vivir.
En el AT vemos tres tipos de alimentación.
En Egipto - Poro, ajo y cebolla. Es la comida de la esclavitud. Cuando estás en esclavitud, todo el mundo sabe lo que comiste. Lo que sale de tu boca apesta: amargura, rencor, incredulidad, depresión, miedo, preocupación. Toda tu actitud apesta.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Si quieres salir de la esclavitud, necesitas empezar a comer cosas que no comiste antes.
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Deja de comer lo que el mundo come y empieza a comer del Pan de vida.
El desierto -
Durante todo ese tiempo comieron el pan de la incertidumbre. Es el pan que te sostiene en el desierto, no sabes dónde estás, no sabes a dónde vas. Dios te saca de la esclavitud y te coloca en una Iglesia donde todo es “Qué es esto”, todo son preguntas, pero ahora estás donde Dios quiere que estés.
El Maná que en hebreo significa “¿Qué es esto?”.
Durante todo ese tiempo comieron el pan de la incertidumbre. Es el pan que te sostiene en el desierto, no sabes dónde estás, no sabes a dónde vas. Ya aceptaste a Jesús como tu Señor y Salvador, ¿y ahora qué?
Dios te coloca en una Iglesia donde todo es “Qué es esto”, todo son preguntas.
¿Ya no puedo?
¿Tengo qué?
¿Cómo le hago?
¿Y si ?
Pero estás en el lugar que Dios quiere que estés.
En el desierto, ya no puedes ver ni a Egipto, ni la tierra prometida. Es como cuando vas en mar abierto.
Pero a pesar de eso, muchos siguen anhelando la comida de la esclavitud. Estábamos mejor con . . . cuando hacía negocios a la manera del mundo, cuando . . .
Algunos anhelan llegar a esa tierra, pero otros extrañan lo que tenían antes, siguen anhelando la comida de la esclavitud. Estábamos mejor con . . . cuando hacía negocios a la manera del mundo, cuando . . .
La mujer de Lot. 700 años antes.
Elías. 600 años después.
Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
He aquí que confías en este báculo de caña cascada, en Egipto, en el cual si alguno se apoyare, se le entrará por la mano y la traspasará. Tal es Faraón rey de Egipto para todos los que en él confían.
Elías se presentó ante el pueblo y dijo: —¿Hasta cuándo van a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el Señor, deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él. El pueblo no dijo una sola palabra.
La zona de confort.
Pero . . . la última palabra no la tiene Dios, la tienes tú.
Es porque Dios te quiere mover de donde estás, a lo que Él tiene para ti.
La zona de confort.
Pero . . . la última palabra no la tiene Dios, la tienes tú.
Tu decides cuánto tiempo quieres permanecer en el desierto.
Entre y pasan 37 años.
pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
Los sustentaste cuarenta años en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies.
El desierto tuvo un propósito, aprender a confiar en el Señor, pero ya se ha vuelto tu zona de confort . . . Ahora tienes que cruzar.
Pero . . . la última palabra no la tiene Dios, la tienes tú.
Tu decides cuánto tiempo quieres permanecer en el desierto.
Entre y pasan 37 años.
A eso se le llama zona de confort.
En el lugar de transición, tu nivel de confort debe ser retado, por eso te están cambiando la alimentación. Es el alimento de la libertad.
¿Tengo que cruzar el Jordán?
Es porque Dios te quiere mover de donde estás, a lo que Él tiene para ti.
El lugar de transición.
El lugar de transición.
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
El cruce del Jordán
Se estacionan en Gilgal, para hacer dos cosas, porque sin ellas, no es posible conquistar la tierra.
Llegan los espías y confirman que Jericó va a caer.
Se estacionan en Gilgal, para hacer dos cosas, porque sin ellas, no es posible conquistar la tierra.
La circuncisión.
La Pascua.
Es la renovación del pacto.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Ya no hay maná, ahora vas a comer lo que tú decidas sembrar.
Ya conociste de la Palabra, ahora tu caminar en la vida cristiana, tu nivel de relación con Dios, no depende de Él, depende de ti. Lo que tu coseches, es lo que tu siembres.
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¿Tengo que cruzar el Jordán?
Es porque Dios te quiere mover de donde estás, a lo que Él tiene para ti.
Es porque Dios te quiere mover de donde estás, a lo que Él tiene para ti.
En el lugar de transición, tu nivel de confort debe ser retado, por eso te están cambiando la alimentación.
Es el alimento de la libertad.
Pero . . . la última palabra no la tiene Dios, la tienes tú.
Tu decides cuánto tiempo quieres permanecer en el desierto.
En el lugar de transición, tu nivel de confort debe ser retado, por eso te están cambiando la alimentación. Es el alimento de la libertad.
Es el alimento de la libertad.
Dios hace que empieces a sentirte incómodo
No estamos diseñados para eso, debemos ir de gloria en gloria y de victoria en victoria.
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
El desierto tuvo un propósito, aprender a confiar en el Señor, pero ya se ha vuelto tu zona de confort . . . Pero ahora tienes que cruzar.
Quien los iba a guiar en el cruce era Josué. Josué tenía una relación con su pueblo.
Josué es un tipo de Jesús. No puedes cruzar el río si no es a través de Jesús.
Josué podía llevarlos a donde Moisés no. Moisés no entró en ese momento, no por su berrinche, sino porque él representaba la Ley (a final de cuentas si entró).
La Ley no te puede llevar a la Tierra Prometida, es insuficiente, por eso tuvo que venir Jesús.
En aquel día Jehová engrandeció a Josué a los ojos de todo Israel; y le temieron, como habían temido a Moisés, todos los días de su vida.
Esto fue cuando cruzaron el Río Jordán - Jesús - Bautismo.
Es porque Dios te quiere mover de donde estás, a lo que Él tiene para ti. Generalmente esto pasa porque ya has estado demasiado tiempo estancado en el mismo lugar.
Es porque Dios te quiere mover de donde estás, a lo que Él tiene para ti.
No estamos diseñados para eso, debemos ir de gloria en gloria y de victoria en victoria.
El encuentro con el Ángel.
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
El ángel le responde, ni de los tuyos ni de los otros. O sea, a mí no me importa, yo vine a hacer la voluntad de Dios.
El ángel dice: A mí no me importa, yo vine a hacer la voluntad de Dios.
Si quieres a Dios de tu lado, más vale que tú seas el que se ponga de su lado, porque él no está ni en el tuyo, ni en el de los otros. Él está en el suyo.
No importa lo que tu pienses, o lo que tu sientas, o lo que que piense y sienta el otro, la Palabra de Dios es lo que es, y no se va a mover sólo porque tu quieras que así sea.
No se trata de quién tiene la razón, se trata de lo que Dios ha establecido. Dios tiene su propia agenda y más vale que te alinees con ella.
No se trata de que tomes la Palabra y con eso quieras pelear con la gente y convencerlos de que tienes la razón. Dios tiene su propia agenda y más vale que te alinees con ella.
No se trata de la gente, o las iglesias, se trata de cumplir la voluntad de Dios.
No se trata de que tomes la Palabra y con eso quieras pelear con la gente y convencerlos de que tienes la razón. Dios tiene su propia agenda y más vale que te alinees con ella.
¿Qué hace Josué?
Acaban de derrotar a Sehón, rey de los amorreos, a Og, rey de Basán y a Balac, rey de Moab, y llegan los espías y confirman que Jericó va a caer.
Pudo haber dicho, con tu permiso, yo puedo solo.
Llegan los espías y confirman que Jericó va a caer.
El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Lleva 40 años dando vueltas en el desierto, ya derrotaron a Sehón, rey de los amorreos, a Og, rey de Basán y a Balac, rey de Moab, y cruzan el Jordán.
Llegan los espías y confirman que Jericó va a caer.
Josué somete su liderazgo ante el ángel de Jehová. Josué era el jefe de su pueblo, pero el ángel era el jefe de las huestes del Señor.
Esa pausa, esa renovación del pacto, le permitió a Josué discernir quién estaba delante de él.
Y Josué decide ponerse de su lado.
¿Quién era ese Ángel?
Este ángel no es como el que se le aparece a Ezequiel o a Juan, este es el Príncipe del ejercito de Jehová.
Y en ese momento Josué se olvida que detrás de él tiene a dos millones de personas ansiosas por tomar la tierra, cae de rodillas, postra su rostro en tierra . . . y comienza a adorar.
Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.
Jesús te dice: sé que estás presionado, que estás ansioso, que llevas mucho tiempo esperando, que ya quieres llegar, pero antes de todo esto . . adora.
Los líderes deben ser adoradores. Debes tomarte el tiempo para adorar, no importa lo que te esté apurando.
¿Y los zapatos?
Cuando estás descalzo, sientes todo lo que pisas. Necesitas ser sensible para lo que viene.
Dios te va a llevar a donde no has estado, por eso más que nunca debes estar sujeto a él, adorándolo, atento a oír su voz, buscándolo a él como la fuente de tu provisión.
Si quieres entrar al lugar de transición, o ya estás en el lugar de transición, empieza a adorar . . .