En medio de los tiempos Avivanos

Avívanos   •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 1,308 views

Dios esta en todo

Notes
Transcript
Handout
Handout
Habacuc 1.1–4 RVR60
La profecía que vio el profeta Habacuc.¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.
Habacuc 1 NVI
Ésta es la profecía que el profeta Habacuc recibió en visión. ¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves? ¿Por qué me haces presenciar calamidades? ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas. Por lo tanto, se entorpece la ley y no se da curso a la justicia. El impío acosa al justo, y las sentencias que se dictan son injustas. «¡Miren a las naciones! ¡Contémplenlas y quédense asombrados! Estoy por hacer en estos días cosas tan sorprendentes que no las creerán aunque alguien se las explique. Estoy incitando a los caldeos, ese pueblo despiadado e impetuoso, que recorre toda la tierra para apoderarse de territorios ajenos. Son un pueblo temible y espantoso, que impone su propia justicia y grandeza. Sus caballos son más veloces que leopardos, más feroces que lobos nocturnos. Su caballería se lanza a todo galope; sus jinetes vienen de muy lejos. ¡Caen como buitres sobre su presa! Vienen en son de violencia; avanzan sus hordas como el viento del desierto, hacen prisioneros como quien recoge arena. Ridiculizan a los reyes, se burlan de los gobernantes; se ríen de toda ciudad amurallada, pues construyen terraplenes y la toman. Son un viento que a su paso arrasa todo; su pecado es hacer de su fuerza un dios.» ¡Tú, Señor, existes desde la eternidad! ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal! Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia; tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo. Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento. ¿Por qué entonces toleras a los traidores? ¿Por qué guardas silencio mientras los impíos se tragan a los justos? Has hecho a los hombres como peces del mar, como reptiles que no tienen jefe. Babilonia los saca a todos con anzuelo, los arrastra con sus redes, los recoge entre sus mallas, y así se alegra y regocija. Por lo tanto, ofrece sacrificios a sus redes y quema incienso a sus mallas, pues gracias a sus redes su porción es sabrosa y su comida es suculenta. ¿Continuará vaciando sus redes y matando sin piedad a las naciones?
Habacuc 1.1–4 TLA
Yo soy el profeta Habacuc. Dios me encargó dar este mensaje a su pueblo. Dios mío, a gritos te pido que me ayudes, pero tú no me escuchas; ¿cuándo vas a hacerme caso? Te he rogado que acabes con la violencia, pero tú no haces nada. ¿Por qué me obligas a ver tanta violencia e injusticia? Por todas partes veo sólo pleitos y peleas; por todas partes veo sólo violencia y destrucción. Nadie obedece tus mandamientos, nadie es justo con nadie. Los malvados maltratan a los buenos, y por todas partes hay injusticia.
Donde esta Dios cuando el ser humano sufre? Como Dios actúa en las injusticias? Porque siento soledad en los momentos de prueba? Porque empeora la seguridad en nuestro país?
Introducción: Esta son algunas de las preguntas que nos efectuamos nosotros en nuestro diario vivir. Al escuchar cada día las noticias de lo que acontece a nuestro alrededor y en el mundo están causan en nosotros asombro y dolor. Noticias que en muchas ocaciones llenan el corazón de desesperanza.
Aunque Habacuc es llamado claramente profeta (nabi), no es un profeta en el sentido tradicional. Normalmente, la función del profeta era hablar al hombre en nombre de Dios, proclamar la voluntad divina recibida en una revelación especial. En el caso de este hombre, vemos precisamente lo contrario: el profeta habla a Dios en nombre de los hombres. Desarrolla un discurso ante Dios, y de un modo tal que se le puede clasificar casi como un escéptico más que como un profeta. “Este es el comienzo de la especulación en Israel.”

1 LA MALDAD DE LA TIERRA. LA TEMIBLE VENGANZA A SER EJECUTADA.

Es posible que lo que tenemos aquí sea un visión de la vida interior de un profeta, las luchas ocultas anteriores a la proclamación.

el profeta es una persona que ha sido llamada por Dios para que hable de parte de él, para que sea el mensajero de Dios, la voz de Dios. La responsabilidad más importante era hablarle al pueblo en nombre de Dios, comunicarle lo que Dios le había revelado. Habacuc lo hace cuando le comunica al pueblo la revelación especial de Dios acerca de Judá y de Babilonia.
Un profeta también podía guiar a su pueblo en la forma en que debe orar y confesar su fe ante el Señor. Elías lo hizo en el monte Carmelo cuando desafió a los profetas de Baal. Esdras lo hizo después del exilio cuando guió al pueblo en su adoración. Habacuc también lo hace en el último capítulo de su libro. El salmo que está escrito allí contiene tanto una oración como una confesión de fe. Aunque ese salmo comenzó como una expresión personal de la fe y la alegría que había en el corazón de Habacuc, funcionó también como una oración y confesión pública del pueblo de Judá. En pocas palabras, Habacuc desempeñó todos los oficios de un profeta. A través de Habacuc, Dios mismo le habló a su pueblo. Por su parte, el pueblo, mediante Habacuc, le habló a Dios y el Señor lo guió por el camino de la oración y la confesión.
Sin embargo, la responsabilidad del profeta iba más allá de hablarle al pueblo de parte de Dios; también implicaba hablarle a Dios de parte del pueblo.
1 Habacuc pregunta sobre la maldad de Judá (1:2–4)
Habacuc pregunta sobre la maldad de Judá (1:2–4)
Habacuc pregunta sobre la maldad de Judá (1:2–4)
1:2–4. Por las condiciones que Habacuc describe de Judá en estos versículos, parece que escribe después de la muerte de Josías, que fue uno de los pocos reyes piadosos de Judá. Josías llevó a cabo una reforma religiosa que incluyó: la destrucción de los santuarios a los ídolos, la reparación del templo, y la limpieza en sus atrios de las prácticas religiosas corruptas de su tiempo. Sin embargo, su obra no duró mucho tiempo ni fue muy profunda. Después de su muerte en el año 609 a.C., su hijo Joaquín subió al trono y no poseía ninguna de las cualidades positivas de su padre. Fue un enemigo irreconciliable de Jeremías, el contemporáneo de Habacuc. Es difícil pensar que se mostrara más amigable con Habacuc y con el grupo de creyentes a los que éste servía. Parece que las actitudes impías y la conducta malvada que estaban presentes en la casa real, penetraron hasta los funcionarios menores, y finalmente al pueblo mismo. A Habacuc le preocupaba esa situación de la sociedad.
Vv. 1—11. Los siervos del Señor están profundamente afligidos por ver que prevalecen la impiedad y la violencia; especialmente entre los que profesan la verdad. Ningún hombre tenía escrúpulos de hacer el mal a su prójimo.
El diálogo del profeta con Dios, comienza con las quejas de Habacuc porque había orado a Dios por mucho tiempo para que le pusiera fin a la violencia y la injusticia en Judá, sin que aparentemente hubiera escuchado. Molesto porque en Judá eran incontrolables: la impiedad, los conflictos, y la opresión, mientras que Dios no hacía aparentemente nada, clama: “¿Hasta cuándo, Jehová, gritaré sin que tú escuches; y clamaré a causa de la violencia sin que tú salves?”
Ésta no es la única vez que las Escrituras presentan este tipo de clamor del pueblo de Dios. El apóstol Juan informa que vio las almas de aquellos a quienes se les había matado porque dieron testimonio fiel de la palabra de Dios. Oyó que esos mártires clamaban a gran voz: “¿Hasta cuándo, Señor santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de manos de los que moran en la tierra?” ().
LA MALDAD DE LA TIERRA. LA TEMIBLE VENGANZA A SER EJECUTADA.
Los siervos del Señor están profundamente afligidos por ver que prevalecen la impiedad y la violencia; especialmente entre los que profesan la verdad. Ningún hombre tenía escrúpulos de hacer el mal a su prójimo.
Vv. 1—11. Los siervos del Señor están profundamente afligidos por ver que prevalecen la impiedad y la violencia; especialmente entre los que profesan la verdad. Ningún hombre tenía escrúpulos de hacer el mal a su prójimo.
¿Hasta cuándo? (2). El profeta ha clamado, pero parece que Dios no escucha su clamor. Por lo tanto, él lo interpela.
¿Por qué Dios no hace nada?
(RVR60)
Este es el problema clásico:
La agudísima situación surge de la gran discrepancia entre la fe y la realidad.
Si Dios es justo y soberano,
¿por qué sufre el justo mientras el impío prospera?
He aquí una pregunta planteada por multitud de personas en todas las edades.
En Habacuc es el mismo problema a nivel nacional que en el libro de Job en la esfera personal. Sin embargo, es más fácil de tratar en nivel personal y por lo tanto la prueba de la fe de Habacuc realmente es más severa.
Habacuc también tiene otra pregunta:
¿Por qué, oh Señor, toleras la iniquidad?
De nuevo, Habacuc no es el único, ni siquiera el primero, en expresar esta preocupación.
Habacuc se preguntan:
Tanto Asaf como Habacuc se preguntan: ¿por qué el Señor tiene las manos en el bolsillo?, ¿por qué no actúa contra los que lo injurian deliberadamente y hacen caso omiso de su voluntad? Le preguntaban ¿cómo podía permitir que la persona altanera e impía lo desairara y lo retara a responder y además hacer que los piadosos vieran esta conducta, o peor, que ellos mismos fueran víctimas de esto?.
¿por qué el Señor tiene las manos en el bolsillo?, ¿por qué no actúa contra los que lo injurian deliberadamente y hacen caso omiso de su voluntad? Le preguntaban ¿cómo podía permitir que la persona altanera e impía lo desairara y lo retara a responder y además hacer que los piadosos vieran esta conducta, o peor, que ellos mismos fueran víctimas de esto?.
¿Por qué a Habacuc lo consterna tanto la visión que lo impulsa a hacerle preguntas tan atrevidas al Señor?
Mientras este observador agudo de sus días camina por las calles de Jerusalén y observa a la sociedad de su tiempo, ve que la “violencia” y la “iniquidad”, levantan su horrible cabeza por todas partes, ya sea: en las casitas de los pobres, o en los palacios de los ricos, o en las tiendas y puestos que llenan las calles de la sección comercial de la ciudad.
La “violencia” describe la conducta inmoral y hasta criminal que se ve en toda la sociedad de Jerusalén bajo el gobierno de Joaquín: asesinato, asalto, robo, fraude, malversación de fondos, violación, adulterio, y otras violaciones flagrantes de la ley moral de Dios.
Estos pecados brotan de una mente impía y de un corazón impenitente. Destruyen la vida de las personas y arruinan la estructura de la sociedad.
Todo eso se parece mucho a lo que sucede en nuestra sociedad de hoy, ¿verdad?
La “iniquidad” o la injusticia, son la incapacidad o la falta de voluntad de la sociedad para reaccionar y castigar la “violencia” que se encuentra en su medio.
Habacuc ve que las cortes son corruptas, que los procedimientos de justicia no funcionan. Se pervierte la justicia para favorecer las intenciones malvadas de los malhechores, se aprovechan de los piadosos que siguen las normas de la sociedad.
Los perversos se escapan del castigo y los piadosos se dan cuenta de que se les niega la justicia, o sufren el ridículo o la persecución porque no quieren consentir el mal y más bien lo condenan y piden que sea castigado.
Es memorable la manera en que Habacuc describe la ley en su sociedad: “La ley se debilita” o como dice la NVI: “se entorpece la ley”. Una persona débil no puede caminar ni mover las manos; no puede trabajar, y si alguien la ataca no se puede defender. Lo mismo sucede con la ley en una sociedad inmoral. La ley se ha vuelto: ineficiente, fácil de burlar, tan lisiada que “se tuerce la justicia”, o como dice la NVI: “no se da curso a la justicia”.
Una sociedad inmoral es ingobernable. Cuando los Diez Mandamientos se han convertido en letra muerta, el resultado inevitable es el colapso de la ley y del orden en la sociedad.
Eso es lo que Habacuc vio a su alrededor, y se preguntó ¿por qué no actuaba el Dios justo?. ¿Por qué Dios lo toleraba? ¿Por qué no salvaba a su pueblo y lo libraba de los malvados que lo rodeaban? ¿Por qué permitió que las condiciones se pusieran tan mal?
16Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia.
Una posición aceptable parece ser que, si bien ésta puede no ser una detallada descripción histórica, es una referencia a un pueblo específico y su tarea como instrumento de Dios. Dios es el Señor de la historia, que hace que aun la cólera de los hombres lo alabe.
(RVR60)
(RVR60)
16Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia.
2: El Señor responde que los babilonios castigarán a Judá (1:5–11)

3: HABACUC DEBE ESPERAR CON FE.

Mientras habla, el Señor dirige la atención de todos al escenario del mundo: “Mirad entre las naciones, ved”.
Los invita a contemplar el drama humano de la vida real que se va a presentar allí, algo de lo que ellos se quedarán “asombrados”, algo que “no creerían”.
Ellos debían “mirar” y “ver” los acontecimientos que ocurrían entre las “naciones” del mundo, porque él demostrará que es el Señor del cielo y de la tierra, el que planea y dirige el desarrollo de los acontecimientos de la historia y su resultado.
Habacuc y el pueblo de Judá se debían dar cuenta de que el Señor es quien hace surgir a las naciones. Éstas caen porque él decreta su destrucción. Las naciones sufren la ruina cuando los agentes de la ira de Dios llevan a cabo sus decretos, cuyo cumplimiento Dios les ha encomendado.
Estas verdades son un gran consuelo para el pueblo de Dios. A veces las cosas pueden parecer malas para la iglesia que está en la tierra, pero el Señor siempre está al mando de todo.
estas verdades son un gran consuelo para el pueblo de Dios. A veces las cosas pueden parecer malas para la iglesia que está en la tierra, pero el Señor siempre está al mando de todo. Cada día, un siglo tras otro, milenio tras milenio, dirige los acontecimientos del mundo para el bien de su pueblo. El grupo en cuyo nombre habla Habacuc se daría cuenta cuando viera que los acontecimientos se desarrollaban exactamente como el Señor había dicho.
Cada día, un siglo tras otro, milenio tras milenio, dirige los acontecimientos del mundo para el bien de su pueblo. El grupo en cuyo nombre habla Habacuc se daría cuenta cuando viera que los acontecimientos se desarrollaban exactamente como el Señor había dicho.
Por raro que parezca, el apóstol Pablo cita cuando predica en la sinagoga de Antioquia de Pisidia:
“Mirad, oh menospreciadores, y asombraos, y desapareced; porque yo hago una obra en vuestros días, obra que no creeréis, aunque alguien os la cuente” ().
Al comenzar así la cita, Pablo nos deja con la impresión de que el Señor les dirigía su palabra principalmente a los burlones de la Jerusalén de Habacuc, al pueblo mismo a quien Habacuc había designado como “el impío” en los primeros versículos de su libro. Esto es posible. En realidad, existe únicamente la diferencia de una sola letra hebrea entre las frases “menospreciadores” y “las naciones”.
3: HABACUC DEBE ESPERAR CON FE. Capt. 2:1-4.
Capt. 2:1-4.
Cual es la respuesta del profeta luego de que Dios habla? ante lo desconocido decide esperar en el Señor.
(NVI)
Me mantendré alerta, me apostaré en los terraplenes; estaré pendiente de lo que me diga, de su respuesta a mi reclamo.
me apostaré en los terraplenes;
estaré pendiente de lo que me diga,
de su respuesta a mi reclamo.
1 Ya te he presentado mi queja, y ahora voy a estar muy atento;
2 Y el Señor me respondió:
«Escribe la visión,
y haz que resalte claramente en las tablillas,
para que pueda leerse de corrido.
3 Pues la visión se realizará en el tiempo señalado;
marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse.
Aunque parezca tardar, espérala;
porque sin falta vendrá.
4 »El insolente no tiene el alma recta,
pero el justo vivirá por su fe.
5 Además, la riqueza es traicionera;
1 Ya te he presentado mi queja,
por eso el soberbio no permanecerá.
Pues ensancha su garganta, como el sepulcro,
y es insaciable como la muerte.
El guardia tenía que estar alerta constantemente porque el enemigo podría aparecer cuando menos se lo esperaba. Y también porque podría venir un mensajero trayendo noticias importantes y tenía que estar listo para recibirlas. También debía tener paciencia; si las noticias que la ciudad esperaba se demoraban y no llegaban, el guardia todavía debía permanecer alerta, para vigilar la llegada del mensajero y estar listo en cuanto el mensajero llegara a comunicar las noticias al resto de la ciudad.
Reúne en torno suyo a todas las naciones
y toma cautivos a todos los pueblos.
6 Y éstos lo harán objeto de burla
en sus sátiras y adivinanzas.
»¡Ay del que se hace rico con lo ajeno
y acumula prendas empeñadas!
¿Hasta cuándo seguirá con esta práctica?
7 ¿No se levantarán de repente tus acreedores?
¿No se despertarán para sacudirte
y ahora voy a estar muy atento;
y despojarte con violencia?
8 Son tantas las naciones que has saqueado,
que los pueblos que se salven te saquearán a ti;
porque es mucha la sangre que has derramado,
y mucha tu violencia contra este país,
contra esta ciudad y sus habitantes.
9 »¡Ay del que llena su casa de ganancias injustas
en un intento por salvar su nido
y escapar de las garras del infortunio!
10 »Son tus maquinaciones la vergüenza de tu casa:
exterminaste a muchas naciones,
pero causaste tu propia desgracia.
voy a esperar tu respuesta.
11 Por eso hasta las piedras del muro claman,
y resuenan las vigas del enmaderado.
12 »¡Ay del que construye una ciudad con asesinatos
y establece un poblado mediante el crimen!
13 ¿No ha determinado el Señor Todopoderoso
que los pueblos trabajen para el fuego
y las naciones se fatiguen por nada?
14 Porque así como las aguas cubren los mares,
así también se llenará la tierra
del conocimiento de la gloria del Señor.
15 »¡Ay de ti, que emborrachas a tu prójimo!
¡Ay de ti, que lo embriagas con vino
para contemplar su cuerpo desnudo!
16 Con esto te has cubierto de ignominia y no de gloria.
¡Pues bebe también tú, y muestra lo pagano que eres!
¡Que se vuelque sobre ti la copa de la diestra del Señor,
Se propone retirarse a su fortaleza. Este es sin duda un término figurado, que se refiere a su lugar de oración.
y sobre tu gloria, la ignominia!
17 ¡Que te aplaste la violencia que cometiste contra el Líbano!
¡Que te abata la destrucción que hiciste de los animales!
¡Porque es mucha la sangre que has derramado,
Este fue un periodo de retiro, donde el profeta podría ver, en la quietud de su alma, lo que no podía discernir en el trajín de la vida. En tiempos de crisis los hombres necesitan apartarse por un tiempo para estar en comunión con Dios, a fin de que su visión se aclare y sus perspectivas se rectifiquen.
y mucha tu violencia contra este país,
contra esta ciudad y sus habitantes!
18 »¿De qué sirve una imagen,
El guardia tenía que estar alerta constantemente porque el enemigo podría aparecer cuando menos se lo esperaba. Y también porque podría venir un mensajero trayendo noticias importantes y tenía que estar listo para recibirlas. También debía tener paciencia; si las noticias que la ciudad esperaba se demoraban y no llegaban, el guardia todavía debía permanecer alerta, para vigilar la llegada del mensajero y estar listo en cuanto el mensajero llegara a comunicar las noticias al resto de la ciudad.
¿De qué sirve un ídolo fundido,
si tan sólo enseña mentiras?
El artesano que hace ídolos que no pueden hablar
sólo está confiando en su propio artificio.
19 ¡Ay del que le dice al madero: “Despierta”,
y a la piedra muda: “Levántate”!
Aunque están recubiertos de oro y plata,
nada pueden enseñarle,
pues carecen de aliento de vida.
20 En cambio, el Señor está en su santo templo;
¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!» El guardia tenía que estar alerta constantemente porque el enemigo podría aparecer cuando menos se lo esperaba. Y también porque podría venir un mensajero trayendo noticias importantes y tenía que estar listo para recibirlas. También debía tener paciencia; si las noticias que la ciudad esperaba se demoraban y no llegaban, el guardia todavía debía permanecer alerta, para vigilar la llegada del mensajero y estar listo en cuanto el mensajero llegara a comunicar las noticias al resto de la ciudad.
Habacuc dice que tomará su puesto, “en mi puesto de guardia estaré”, y esperará con paciencia el mensaje del Señor. El hecho de que Habacuc dice que espera la respuesta del Señor indica que la queja no era solamente suya, sino que el remanente de los creyentes de Judá esperaba también que se le comunicara la respuesta de Dios. Por su parte, Habacuc le informaría al remanente lo que el Señor le dijera.
Debemos estar en guardia contra las tentaciones de ser impacientes cuando estamos inquietos y confundidos con dudas sobre los métodos de la acción y provisión de Dios.
Cuando hemos derramado quejas y peticiones ante Dios, debemos observar las respuestas que Dios da por su palabra, su Espíritu, y providencia, lo que el Señor dirá a nuestro caso.
Dios no desilusionará las expectativas de fe de los que esperan oír lo que Él les dirá. Todos son aludidos en las verdades de la palabra de Dios.
Aunque el favor prometido sea largamente postergado, al final llegará y nos recompensará abundantemente por esperar.
El pecador humilde, de corazón quebrantado y arrepentido, solo busca obtener un interés en esta salvación. Descansará su alma en la promesa y en Cristo, en quién y por medio del cual le es dada.
Así, pues, anda, trabaja, y vive por fe, persevera hasta el fin y es exaltado a la gloria; en cambio, los que desconfían de, o desprecian la absoluta suficiencia de Dios, no andarán rectamente con Él.
B. La Visión que Tarda, 2:2–3
El Señor respondió a Habacuc sin recriminarle su queja. La respuesta le vino en forma de una visión (2), es decir, una profecía o revelación. Debía escribirla en tabletas (VM., BJ., “tablillas”) no tablas—primero, para que todos pudieran leerla, y segundo, porque era para el futuro. Las tabletas o tablillas se hacían de arcilla cocida y eran muy durables. Se sugiere que tales tabletas se empleaban para noticias públicas (cf. ).
Declárala (BJ., “ponla clara”) es una referencia a . Probablemente se refiera a escribir claramente para que corra el que leyere en ella. Lehrman traduce esta frase: “para que uno pueda leerla rápidamente.”
La visión tardará aún por un tiempo (3). Es para el futuro y se dirige hacia el fin. La visión misma está personificada, siendo la segunda frase literalmente: se apresura hacia el fin.
El verbo en la cláusula y no mentirá, es el mismo que se emplea para referirse a los arroyos que se secan en el verano. Esta profecía se mueve ansiosamente hacia adelante, a su cumplimiento, y no se “secará” hasta que se haya cumplido.
El profeta agrega estímulo a la paciencia de modo que el lector no desfallezca en su expectación, aun frente a la demora. Compárese la proclamación a los santos atribulados, a quienes el ángel les grita, literalmente: “Ya no habrá dilación” (, BJ.).
el cumplimiento llegará a su tiempo, y no tardará. “Vendrá, si no en el tiempo de Habacuc, en el tiempo de Dios.”
Es muy importante que los hijos de la fe de todas las épocas comprendan y tomen en serio estas características de la profecía. Éstas son verdades fundamentales que mantienen la fe del pueblo de Dios de todos los tiempos. Son tan importantes para que los cristianos las sepan y se aferren a ellas hoy como lo fueron en el tiempo de Habacuc.
El justo vivirá por la fe en estas preciosas promesas mientras se difiera su cumplimiento. Sólo los que son hechos justos por la fe, vivirán, serán felices aquí y para siempre.
Habacuc dice que tomará su puesto, “en mi puesto de guardia estaré”, y esperará con paciencia el mensaje del Señor. El hecho de que Habacuc dice que espera la respuesta del Señor indica que la queja no era solamente suya, sino que el remanente de los creyentes de Judá esperaba también que se le comunicara la respuesta de Dios. Por su parte, Habacuc le informaría al remanente lo que el Señor le dijera.
Habacuc Cuestiona la Respuesta de Dios
Comentario Bíblico Beacon: Los Profetas Menores (Tomo 5) Sección III: Habacuc Cuestiona la Respuesta de Dios (Habacuc 1:12–17)

Habacuc Cuestiona la Respuesta de Dios

Habacuc 1:12–17

La pregunta de Habacuc parece ser ahora, no: ¿Por qué esta clase de mundo? sino: ¿Por qué es Dios como es? He aquí una nueva clase de especulación en Israel. El profeta tiene una fe básica en la clase de Dios que conoce Israel, y le parece inconsecuente que un Dios tal use un instrumento tan injusto como los caldeos.

La pregunta de Habacuc parece ser ahora, no: ¿Por qué esta clase de mundo? sino: ¿Por qué es Dios como es? He aquí una nueva clase de especulación en Israel. El profeta tiene una fe básica en la clase de Dios que conoce Israel, y le parece inconsecuente que un Dios tal use un instrumento tan injusto como los caldeos.
La Vigilia de Oración
Comentario Bíblico Beacon: Los Profetas Menores (Tomo 5) Sección IV: La Vigilia de Oración (Habacuc 2:1–6a)

La Vigilia de Oración

Habacuc 2:1–6a

Este pasaje es tal vez el mejor conocido de toda la profecía de Habacuc. Dos de sus versículos, al menos, son citados con frecuencia, por su significado pleno tanto para los días de Habacuc como para el presente. Es indudablemente el pasaje central del libro.

Este pasaje es tal vez el mejor conocido de toda la profecía de Habacuc. Dos de sus versículos, al menos, son citados con frecuencia, por su significado pleno tanto para los días de Habacuc como para el presente. Es indudablemente el pasaje central del libro.

A. SOLILOQUIO DE HABACUC, 2:1

El profeta ahora no conversa con Dios: cavila dentro de sí acerca del resultado de los acontecimientos pasados. Se propone retirarse a su fortaleza. Este es sin duda un término figurado, que se refiere a su lugar de oración.

El profeta ahora no conversa con Dios: cavila dentro de sí acerca del resultado de los acontecimientos pasados. Se propone retirarse a su fortaleza. Este es sin duda un término figurado, que se refiere a su lugar de oración.
Este fue un periodo de retiro, donde el profeta podría ver, en la quietud de su alma, lo que no podía discernir en el trajín de la vida. En tiempos de crisis los hombres necesitan apartarse por un tiempo para estar en comunión con Dios, a fin de que su visión se aclare y sus perspectivas se rectifiquen.

Este fue un periodo de retiro, donde el profeta podría ver, en la quietud de su alma, lo que no podía discernir en el trajín de la vida. En tiempos de crisis los hombres necesitan apartarse por un tiempo para estar en comunión con Dios, a fin de que su visión se aclare y sus perspectivas se rectifiquen.

El Señor respondió a Habacuc sin recriminarle su queja. La respuesta le vino en forma de una visión (2), es decir, una profecía o revelación. Debía escribirla en tabletas (VM., BJ., “tablillas”) no tablas—primero, para que todos pudieran leerla, y segundo, porque era para el futuro. Las tabletas o tablillas se hacían de arcilla cocida y eran muy durables. Se sugiere que tales tabletas se empleaban para noticias públicas (cf. ).
Declárala (BJ., “ponla clara”) es una referencia a . Probablemente se refiera a escribir claramente para que corra el que leyere en ella. Lehrman traduce esta frase: “para que uno pueda leerla rápidamente.”
La visión tardará aún por un tiempo (3). Es para el futuro y se dirige hacia el fin. La visión misma está personificada, siendo la segunda frase literalmente: se apresura hacia el fin. El verbo en la cláusula y no mentirá, es el mismo que se emplea para referirse a los arroyos que se secan en el verano. Esta profecía se mueve ansiosamente hacia adelante, a su cumplimiento, y no se “secará” hasta que se haya cumplido.
El profeta agrega estímulo a la paciencia de modo que el lector no desfallezca en su expectación, aun frente a la demora. Compárese la proclamación a los santos atribulados, a quienes el ángel les grita, literalmente: “Ya no habrá dilación” (, BJ.).
Según Driver, la expresión tardará aún significa literalmente “está detrás”, implicando que el cumplimiento llegará a su tiempo, y no tardará. “Vendrá, si no en el tiempo de Habacuc, en el tiempo de Dios.”
Es muy importante que los hijos de la fe de todas las épocas comprendan y tomen en serio estas características de la profecía. Éstas son verdades fundamentales que mantienen la fe del pueblo de Dios de todos los tiempos. Son tan importantes para que los cristianos las sepan y se aferren a ellas hoy como lo fueron en el tiempo de Habacuc.
C. La Respuesta Divina, 2:4
Este versículo realmente es el clímax del libro, porque en él tenemos la culminación de la búsqueda del profeta.

C. LA RESPUESTA DIVINA, 2:4

Este versículo realmente es el clímax del libro, porque en él tenemos la culminación de la búsqueda del profeta. Lamentablemente el texto está muy alterado.

Aquel cuya alma no es recta, se enorgullece. Parece haber lecturas optativas, una de las cuales literalmente reza: “¡He aquí al ensoberbecido! su alma no es recta en él” (VM.). El comentario Ain Feshka apoya “ensoberbecido, inflado” más bien que “no recto”.7 Cambiando una letra en la palabra hebrea de la segunda lectura, resulta: “Aquel cuya alma no es recta perecerá.” La fuerza de esta versión está en que tiene la forma de un paralelismo antitético con dos sujetos en contraste: el impío (así es la paráfrasis aramea) y el justo.

Aquel cuya alma no es recta, se enorgullece.
Aquel cuya alma no es recta, se enorgullece. Parece haber lecturas optativas, una de las cuales literalmente reza: “¡He aquí al ensoberbecido! su alma no es recta en él” (VM.). El comentario Ain Feshka apoya “ensoberbecido, inflado” más bien que “no recto”.7 Cambiando una letra en la palabra hebrea de la segunda lectura, resulta: “Aquel cuya alma no es recta perecerá.” La fuerza de esta versión está en que tiene la forma de un paralelismo antitético con dos sujetos en contraste: el impío (así es la paráfrasis aramea) y el justo.
“¡He aquí al ensoberbecido! su alma no es recta en él” (VM.).
“Aquel cuya alma no es recta perecerá.”
contraste: el impío y el justo.
Mas el justo por su fe vivirá. La palabra traducida fe es en hebreo emunah, de un verbo que significa originalmente “estar firme”.
La mejor traducción, pues, es “fidelidad”.
“El vivir por la fe”. El texto: El justo por su fe vivirá.
(1) Fe en la santidad de Dios, su justicia y su poder, 1:12;
(2) La fe demostrada y recompensada en la vigilante oración, más clara visión, y obediencia, 2:1–3 (G. B. Williamson).
En realidad, lo que dice el Señor se puede traducir: “Pero el que es justo por la fe vivirá”.
En realidad, lo que dice el Señor se puede traducir: “Pero el que es justo por la fe vivirá”. El asunto es dónde se pondrá “por la fe”: ¿con “el justo” o con “vivirá”? ¿Les habla Dios a los que son “justos por la fe” o describe a los que “vivirán por su fe”? Tal parece que se deben incluir ambos significados en la oración. Tal vez por eso el Señor expresó la oración de esa forma.
San Pablo considera la oración en el primer sentido cuando cita este pasaje en y en . Allí dice que la persona que es justa por la fe vivirá.
San Pablo considera la oración en el primer sentido cuando cita este pasaje en y en . Allí dice que la persona que es justa por la fe vivirá. La verdadera justicia ante Dios llega cuando la persona cree o se aferra a la justicia que Jesucristo ha ganado para nosotros. Al recibir la persona esa justicia por medio de la fe, ese creyente se puede presentar ante el Dios santo, que le dirá: “Eres declarado justo, libre de toda culpa ante mí. He aceptado la obediencia perfecta y la muerte redentora de mi Hijo a tu favor. Puedes vivir conmigo ahora y por toda la eternidad.”
La verdadera justicia ante Dios llega cuando la persona cree o se aferra a la justicia que Jesucristo ha ganado para nosotros.
Conclusión
El escritor a los Hebreos cita las palabras del Señor en el otro sentido. Dice: “Mas el justo vivirá por fe” [literalmente, “más mi justo vivirá por fe”] ().
Quiere decir que el hijo de Dios, el que es justo por medio de Cristo, por la fe vivirá, es decir, confía en que el Señor nunca lo dejará ni lo abandonará.
Los creyentes pueden tener la seguridad de que el Señor será fiel a sus promesas de amarlos y cuidarlos.
El escritor a los Hebreos usó este pasaje para animar a sus lectores a soportar cualquier persecución futura que se les pueda presentar con la confianza firme de que el Señor siempre estará a su lado. Por eso entienden que el Señor estaría con ellos en toda circunstancia, proveyendo para sus necesidades y protegiéndolos. Por lo tanto, el justo vivirá por la fe.
En Habacuc el Señor usa estas palabras en el mismo sentido que el escritor a los Hebreos. El pueblo de Dios, al que le esperaba un futuro de disciplina dura a manos de los babilonios, viviría confiando en las promesas de liberación, que el Señor le hizo por medio de Habacuc y de los otros profetas del Antiguo Testamento. Cuando el Señor lo creyera conveniente, castigaría a los enemigos de ellos por su arrogancia y los sacaría de la escena.
“Busquen el fin, el cumplimiento de la profecía, y esperen con paciencia”, le decía el Señor a su pueblo. “Sepan que yo no los dejaré, no importa cuán poderosos e invencibles parezcan ser sus opresores. Vivan con la confianza infalible en mí y en mi fidelidad”.
Esta oración, “el justo por su fe vivirá”, es el tema del libro de Habacuc. Es la verdad que Habacuc, y el Señor por medio de Habacuc, quieren que viva y more en el corazón de los fieles de Judá; ya fuera que se enfrentaran a los incrédulos malvados de su propia sociedad o a los altaneros babilonios, los creyentes sabían y creían que su Dios fiel los liberaría exactamente como había prometido.
El hecho de que este pasaje se cite con tanta frecuencia en el Nuevo Testamento indica que Dios quiere que estas palabras vivan y moren también hoy en el corazón de su pueblo.
Los cristianos, que son justos por la fe en la vida perfecta de obediencia de Cristo y en su muerte expiatoria por todos, vivirán confiando en el Señor y en las promesas que les ha hecho.
Al enfrentarse al mundo hostil e incrédulo, confesarán con Pablo: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (, ).
Mirarán al futuro y al final de su vida en esta tierra con confianza en las palabras de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (, ). ¡Sí, el justo por su fe vivirá!
Al mismo tiempo, la expresión también se usa de manera metafórica. Cuando el Señor usa esta palabra también se refiere también a otra clase de vino que es igualmente destructivo: el vino intoxicante del orgullo, de la arrogancia, y de la glorificación de ellos mismos. También tiene buen sentido entenderlo de esta manera, porque el Señor habla acerca de la arrogancia y de sus efectos en el resto del versículo.
Según el Señor, la arrogancia se manifiesta en la codicia. “Porque yo soy todo, lo quiero todo. Por eso, tengo el derecho de tomar todo lo que quiero”: esa era la actitud de los babilonios. Su codicia era insaciable, eran: arrogantes, ambiciosos, “soberbios”, nunca estaban contentos, “ensancha como el Seol su garganta, y es insaciable como la muerte”. La muerte y la tumba esperan a todo el mundo; como esperan a todos, no “rechazarán” a nadie, por decirlo así. Asimismo Babilonia—nunca contenta, nunca satisfecha, con la ambición de tener a todos en su poder y sometidos—marchaba a través del Medio Oriente, “reunió para sí todas las naciones” y “acaparó para sí todos los pueblos”, y todavía quería más.
El justo vivirá por la fe en estas preciosas promesas mientras se difiera su cumplimiento. Sólo los que son hechos justos por la fe, vivirán, serán felices aquí y para siempre.
Related Media
See more
Related Sermons
See more