El enemigo silencioso de la fe
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Estableciendo el temor
Estableciendo el temor
La historia de Chava (su abuela le pegó porque la citaron a la escuela, cuando llegó era por haber obtenido buenas calificaciones).
Gran parte del miedo es aprendido: alguien nos enseñó que debíamos tener miedo ante los demás y ante las circunstancias.
En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.
El enemigo silencioso de la fe es el miedo
El enemigo silencioso de la fe es el miedo
La Biblia nos enseña que el temor a Dios tiene beneficios para nosotros.
No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.
Si colocas una línea, puedes colocar en un extremo el temor a Dios como algo beneficioso pero el temor y miedo como una emoción limitante.
El amor imperfecto, al no ser completo ni sabio elige el miedo antes que el temor, porque el miedo es una emoción de supervivencia y seguridad, el temor a Dios es una decisión de confianza que está fuera de nuestro control.
Cuando Dios nos pide que nos movamos en fe, nos está pidiendo que enfrentemos nuestros miedos (seguridad, razón y estabilidad) humanos.
Abraham: el temor al futuro
Abraham: el temor al futuro
Cuando Dios le iba a dar un hijo a Abraham, primero le dijo que no tuviera miedo.
Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: «No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa.»
Agar: el temor a morir
Agar: el temor a morir
Cuando Agar pensó que estaba a las puertas de la muerte la reconfortó diciéndole que no tuviera miedo.
Cuando Dios oyó al niño sollozar, el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño. Levántate y tómalo de la mano, que yo haré de él una gran nación.»
Jacob: temor al engaño
Jacob: temor al engaño
Cuando Jacob se trasladaba a Egipto donde estaba José gobernando, Dios le habló para que no tuviera miedo de moverse.
—Yo soy Dios, el Dios de tu padre—le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
Josué: temor a volver a intentarlo
Josué: temor a volver a intentarlo
Hai había derrotado a Israel pero Dios le dijo a Josué que no tuviera miedo sino que lo intentara de nuevo.
El Señor exhortó a Josué: «¡No tengas miedo ni te acobardes! Toma contigo a todo el ejército, y ataquen la ciudad de Hai. Yo les daré la victoria sobre su rey y su ejército; se apropiarán de su ciudad y de todo el territorio que la rodea.
José: temor al qué dirán
José: temor al qué dirán
José pensó en alejarse de María al saber que estaba embarazada pero Dios le habló para que no tuviera miedo.
Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto. Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.
No tengas miedo
No tengas miedo
La vida cristiana se sostiene en la fe, ¿cuál es el paso de fe que Dios está pidiéndote hacer? ¿Cuál es tu temor?