Lo que Dios comienza lo termina
Pablo ve hacia el futuro con la misma confianza y asegura que el que comenzó la buena obra en ellos la perfeccionará o completará el día en que el Señor venga. Cuando el apóstol escribe a los corintios, recalca los tres tiempos progresivos de la salvación del creyente. En 2 Co. 1:10, el apóstol menciona la libertad que Dios ofrece. En el pasado, nos libró de la culpa del pecado. En el presente, del poder del pecado. En el futuro, de la presencia del pecado. Estamos en el proceso de perfección. Algunos quisieran ver o experimentar esa perfección cuando aún están en el cuerpo, mientras son vulnerables a los ataques del mundo, la carne misma y Satanás. Pero la perfección será alcanzada cuando Cristo venga y transforme este cuerpo corruptible en un cuerpo celestial (1 Co. 15:49–52). Hace muchos años, asistí en la ciudad de Dallas, Texas, a un seminario acerca de conflictos juveniles impartido por el Dr. Bill Gothard. Fue impresionante ver la forma en que Dios lo utilizó durante varias horas cada día, para comunicarnos y enseñarnos principios básicos para el desarrollo de la vida cristiana. Éramos alrededor de 5,000 asistentes, y todos salimos edificados y con el deseo de continuar aprendiendo esas verdades tan necesarias. El último día, nos obsequiaron un botón de latón con estas letras impresas: N-T-D. D-N-H-T-C-T. Debíamos colocárnoslo en un lugar visible, para despertar así la curiosidad en otros, y hacer que nos preguntaran lo que esas letras significaban. Era una muy buena respuesta a quien exigiera perfección en nuestra vida: No Te Desesperes. Dios No Ha Terminado Conmigo Todavía.
Hebreos 10.37
37 Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.