La Práctica de la Fe
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· 1,089 viewsLa batalla eterna entre la fe y la práctica. Debemos obedecer más allá de lo que pensamos o deseamos.
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texto:
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»¿Pero qué piensan de lo siguiente? Un hombre con dos hijos le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar al viñedo hoy”.
El hijo le respondió: “No, no iré”, pero más tarde cambió de idea y fue.
Entonces el padre le dijo al otro hijo: “Ve tú”, y él le dijo: “Sí, señor, iré”; pero no fue.
»¿Cuál de los dos obedeció al padre? Ellos contestaron: —El primero. Luego Jesús explicó el significado: —Les digo la verdad, los corruptos cobradores de impuestos y las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que ustedes.
Pues Juan el Bautista vino y les mostró a ustedes la manera correcta de vivir, pero ustedes no le creyeron, mientras que los cobradores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. Aun viendo lo que ocurría, ustedes se negaron a creerle y a arrepentirse de sus pecados.
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Siempre nos encontramos batallando entre lo que pensamos o sentimos y lo que creemos, entre lo que debemos hacer y lo que queremos hacer.
Pablo expresaba muy bien lo que cuesta.
Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio.
Amo la ley de Dios con todo mi corazón,
pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí.
Ésta es la gran batalla de todo cristiano. La batalla entre lo que decimos creer y lo que hacemos o practicamos en realidad.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
LA FE.
LA FE.
La fe es todo lo que creemos y que tendría que determinar nuestra forma de vida.
Pues Juan el Bautista vino y les mostró a ustedes la manera correcta de vivir, pero ustedes no le creyeron, mientras que los cobradores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. Aun viendo lo que ocurría, ustedes se negaron a creerle y a arrepentirse de sus pecados.
La fe son aquellas cosas en las que creemos y que se establecen como el fundamento sobre el cual se basa nuestra forma de vida.
Todo lo que hacemos sea consciente o inconsciente esta fundamentado en una estructura de creencias.
En ciertos casos esas cosas pueden ser espirituales o no, pueden ser bíblicas o pueden ser también enseñanzas que recibimos de otras personas como transmisión de la tradición familiar, etc.
Lo que decimos creer acerca de Dios, acerca de Jesucristo, sobre el Espíritu Santo, sobre la Biblia, sobre los seres humanos, sobre la salvación, sobre la seguridad eterna, sobre la eternidad, sobre el infierno, se tiene que ver en nuestra forma de vida, en las cosas que hacemos.
Por otra parte, la fe si bien es individual, donde yo decido creer y adoptar esa fe, y mi personalidad e intelecto actúan, la fe bíblica es una fe de comunidad, de cuerpo, de iglesia.
un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
un Señor, una fe, un bautismo,
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Yo, como individuo decido creer en compañía de todos los santos, lo que ellos ya vienen creyendo.
Estas cosas son las doctrinas fundamentales en la palabra de Dios que determinan lo que es el cristianismo en sí, que si dejáramos de creer nos seríamos cristianos.
Son cosas esenciales que creemos como comunidad de fe y en estas cosas necesariamente debemos estar unidos en pensamiento y propósito.
Son tan esenciales que no podemos pensar diferente, ya que si en estas cosas esenciales pensáramos diferentes dejaríamos de ser una comunidad de fe.
Pueden haber un montón de cosas más que no son esenciales y a las cuales debemos estar abiertos a las diferentes posturas y maneras de interpretar de cada uno. Y hasta podemos diferir de otras personas y decir para mí no es así.
Hay muchas cosas en la vida cristiana, que no son esenciales. Y creemos que en esas cosas que no son esenciales cada uno tiene libertad de pensamiento.
El punto es: En cosas esenciales tenemos unidad como comunidad de fe… “todos creemos lo mismo”.
Pero hay muchas otras cosas que están abiertas a la interpretación y en esas debemos tener libertad. Y en todas nuestras creencias mostrar amor.
Entonces la fe bíblica es todo lo que creemos según lo que la palabra de Dios enseña.
LA PRÁCTICA.
LA PRÁCTICA.
Todo lo que practicamos es lo que en realidad creemos.
¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.
Cuantas veces me encontré en esta misma situación. Diciéndole que sí al Señor y después no haciendo nada o diciéndole que no, y al final terminar haciéndolo.
Lo que eh aprendido en estos 34 años de creyente y 24 años de pastor es que habemos muchos charlatanes, que nos la pasamos hablando y prometiendo y no hacemos nada.
Y por otra parte, que hay muchos por los cuales no damos dos pesos, pero que después terminan haciendo lo que nosotros soñábamos que íbamos a hacer pero que nunca hicimos.
Si bien no somos lo que hacemos, ya que el “SER” va mas allá del “HACER”… finalmente lo que pone de manifiesto lo que somos es lo que hacemos.
No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.
Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
Acá Jesús pone en evidencia la gran diferencia entre hablar de lo que creemos y actuar o vivir de acuerdo a lo que creemos, hay un abismo de diferencia.
Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno.
A Dios no le interesa tanto lo que decís, sino lo que haces.
En realidad, serían las dos cosas, que hagas lo que digas que vas a hacer.
Constantemente nuestra fe está siendo probada. Cuando nos encontramos en situaciones limites, nuestra reacción pone de manifiesto lo que creemos de Dios y de su palabra.
Qué haces cuando no tenes para comer?
Cuál es tu reacción ante las tentaciones sexuales?
Cómo te manejas con el dinero y con las cosas materiales?
Cuál es tu “sentir” cuando te defraudan?
Cómo manejas el tema del enojo?
La respuesta a estas preguntas van a demostrar lo que verdaderamente crees.
LOS SENTIMIENTOS Y LAS IDEAS.
LOS SENTIMIENTOS Y LAS IDEAS.
El hijo le respondió: “No, no iré”, pero más tarde cambió de idea y fue.
Para nosotros culturalmente el tema de los sentimientos es muy fuerte.
Tan fuerte que no hacemos nada que no sentimos y tenemos todo un argumento, una teología para justificarnos: “si no sentimos no lo hacemos”. Es más decimos que si alguien hace algo que no “siente” es un hipócrita.
Porque decimos que todo lo que hacemos hay que hacerlo de corazón, y para hacerlo de corazón hay que sentirlo.
Cuando la biblia habla de hacer las cosas de corazón, no se refiere tanto al sentimiento, sino a la determinación, de que aunque no lo sientas lo hagas con toda la energía, predisposición, atención, y pasión.
En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
La Biblia enseñan que el sentir es el resultado de la fe, de lo que creemos y no al revés, que el sentir determina lo que tenemos que creer.
Sino la Biblia no enseñaría lo que hay que sentir.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Algunas consideraciones para vivir una fe práctica o mejor dicho para practicar la fe.
Para practicar la fe:
Renunciar a todo otro fundamento ideológico, enseñanza o argumento o idea que sea diferente a lo que enseña la palabra.
Creer la palabra de Dios al punto de estar dispuesto a cambiarlo todo por hacer lo que la palabra dice.
Someter el sentir a la fe, a lo que creemos.
Poner en práctica la palabra hasta que se convierta en nuestra reacción natural ante las diferentes situaciones de la vida.