Enfócate ¡Ganemos la carrera!
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La justicia por la fe
La justicia por la fe
Pablo se encontró con Jesucristo en Damasco y confió en él y vino a ser hijo de Dios.
Es un milagro que hoy podemos experimentar.
Se dio cuenta cuán inútiles eran sus buenas obras y cuán pecaminosas sus obras de Justicia.
Pablo perdió muchas cosas pero ganó más de lo que perdió. Quien se encuentra con Cristo, siempre habrá de ganar más de lo que tiene.
Pérdidas de Pablo
Perdió todo lo que para él era ganancia cuando se hallaba apartado de Dios. Tenía una reputación como hombre de letras:
Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco.
2. Pablo estaba orgulloso de su linaje, de sus logros religiosos, de todo lo que había alcanzado sin Cristo. Todo era valioso para él, pudo venifiarse de todo.
3. Los amigos admiraban su celo religioso.
Sin embargo, Pablo comparó esos tesoros con lo que Cristo le ofrecía, y se dio cuenta de que todo lo que era valioso y amado por él no era sino “basura” comparado con lo que tenía en Cristo.
Se había dado cuenta que todo eso le daban gloria a él pero no a Dios.
Esto no quiere decir que ahora no fuera judío, mas bien ahora es un judío completo.
Galatas
Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.
Galatas
Ahora mira la vida en conformidad a la voluntad de Dios. Cuando nos convertimos a Cristo, realmente estamos permitiendo que Dios quite lo malo, lo toma y nos hace mejores.
Ganancias de Pablo
Ganancias de Pablo
Ganó el conocimiento de Cristo. Pablo, antes tenía información acerca de Cristo, pero era información histórica, era información sin conocimiento. Era información sin Salvación.
El conocer a Cristo significa tener una relación personal con él por medio de la fe.
Es la experiencia que Cristo menciona en
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Podemos saber acerca de la gente pero conocerle es otra cosa.
El Evangelio es Cristo y la salvación es conocerle de modo personal.
2. La justicia de Cristo - la justicia era la gran meta de la vida de Pablo cuando era Fariseo, pero era la propia, justicia por obras, eso nunca lo pudo lograr. Desde el momento en que confió en Cristo, perdió su propia justicia y ganó la de Cristo.
Es decir que Pablo fue puesto a cuenta.
¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,diciendo:
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos.
Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
diciendo:
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos.
Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
Pablo se miró y se dio cuenta que estaba en bancarrota - arruinado.
Miró a Cristo y se da cuenta que era perfecto.
Pablo se dio cuenta que sus pecados habian sido puestos a la cuenta de cristo cuando murió en la cruz.
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Que experiencia más poderosa. Ya tu pecado Cristo lo tomó y lo puso en su cuenta. Es decir, lo que debías ya está saldo. Jesús pagó tu deuda.
3. Tambien ganó la participación en Cristo
Cuando se convirtió a Cristo, Pablo no tuvo su fin sino que ahí fue su principio. Cuando llegas a Cristo las cosas comienzan. Tu vida comienza a ser transformada y esa transformación es a través de los años.
El que se encuentra con Cristo, hablo con él - ora - hace su voluntad - le obedece - y busca glorificarlo siempre.
Cuando Pablo vivía sin Cristo tenía una lista de normas a seguir, ahora que se convirtió tiene un amigo, un maestro, un compañero constante.
No solo eso, sino que tambien ganó una experiencia poderosa:
No solo eso, sino que tambien ganó una experiencia poderosa:
Filipenses 3.1
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
En el momento en que Pablo se convierte a Cristo tambien obró en el poder de la resurrección...
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
El poder de la resurrección era la esperanza de Pablo y es la nuestra.
Detrás de todo esto hay algo que no podemos olvidar y es que esa experiencia de Pablo tambien ganó sufrimientos, no todo fue color de rosa. Tambien estaba participando de sus padecimientos, por eso es que dice “con Cristo estoy juntamente crucificado”.
Serás atacado por el enemigo, te lanzará dardos, tratará de destruirte, no te puedo decir otra cosa, intentará arruinarte, te perseguirá, pero el apostol Pablo afirma categoricamente que hay algo que jamás va a negociar:
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
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A eso yo le llamo amor eterno.
Vale la pena servirle al Señor. Si quieres parecerte a Cristo, sabes que enfrentarás todo, incluso la muerte, pero tambien la resurrección. Desde el momento que Pablo muere para él vivió para Cristo. Si vives para ti te mueres y no hay más pero si vives para Cristo, esto no se acaba. Aquel día en Damasco Pablo tomó su cruz y le siguió porque sabía que morir en Cristo garantiza una nueva vida.
Pablo ganó más de lo que perdió.
Compara lo que tienes con lo que Cristo te ofrece y estimarás las cosas como basura.
Tenía gozo porque su vida no dependía de las cosas baratas de este mundo, sino de los valores eternos hallados en Cristo.
La gente que vive para obtener cosas nunca es feliz realmente, porque dependen de las cosas para su felicidad. Si tu mente es espiritual vivirás en esta tierra con el corazón en la eternidad. Mis tesoros son en Cristo. Las cosas de esta tierra pierden valor, pero los tesoros de Cristo ni me los pueden robar ni pierden valor.
Es tiempo de que puedas hacer una evaluación de las cosas y te formules la comparación que hizo Pablo.
Así ganarás la carrera