JOB (2)
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JOB
JOB
La ocasión y acontecimientos que siguen los sufrimientos de Job presentan preguntas significativas para la fe de los creyentes de todas las edades. ¿Por qué sirve Job a Dios? Job es reconocido por su justicia, siendo comparado con Noé y Daniel ()
si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Jehová el Señor.Y si hiciere pasar bestias feroces por la tierra y la asolaren, y quedare desolada de modo que no haya quien pase a causa de las fieras,y estos tres varones estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice Jehová el Señor, ni a sus hijos ni a sus hijas librarían; ellos solos serían librados, y la tierra quedaría desolada.O si yo trajere espada sobre la tierra, y dijere: Espada, pasa por la tierra; e hiciere cortar de ella hombres y bestias,y estos tres varones estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice Jehová el Señor, no librarían a sus hijos ni a sus hijas; ellos solos serían librados.O si enviare pestilencia sobre esa tierra y derramare mi ira sobre ella en sangre, para cortar de ella hombres y bestias,y estuviesen en medio de ella Noé, Daniel y Job, vivo yo, dice Jehová el Señor, no librarían a hijo ni a hija; ellos por su justicia librarían solamente sus propias vidas.
ezequiel 14.14-, y por su perseverancia espiritual (). A lo largo de la prueba de Job se hace referencia a varias otras preguntas, p. ej.: “¿Por qué sufren los justos?” Aunque una respuesta a esa pregunta pareciera ser importante, el libro no presenta tal respuesta. Job nunca conoció las razones por las que sufrió y tampoco sus amigos. El justo que sufre no parece saber nada de los debates de la corte celestial que se llevan a cabo entre Dios y Satanás que dieron lugar a su dolor. De hecho, cuando fue finalmente confrontado por el Señor del universo, Job colocó su mano sobre su boca y no dijo nada. La respuesta silenciosa de Job de ninguna manera trivializó el intenso dolor y la pérdida que él había sufrido. Solo enfatizó la importancia de confiar en los propósitos de Dios en medio del sufrimiento porque el sufrimiento, como cualquier otra de las experiencias humanas, es dirigido por sabiduría divina perfecta. Finalmente, la lección aprendida fue que quizás uno nunca pueda conocer la razón específica de su sufrimiento; pero uno debe de confiar en el Dios soberano. Esa es la verdadera respuesta al sufrimiento.
, y por su perseverancia espiritual ():
He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
A lo largo de la prueba de Job se hace referencia a varias otras preguntas,:
“¿Por qué sufren los justos?” Aunque una respuesta a esa pregunta pareciera ser importante, el libro no presenta tal respuesta. Job nunca conoció las razones por las que sufrió y tampoco sus amigos. El justo que sufre no parece saber nada de los debates de la corte celestial que se llevan a cabo entre Dios y Satanás que dieron lugar a su dolor. De hecho, cuando fue finalmente confrontado por el Señor del universo, Job colocó su mano sobre su boca y no dijo nada. La respuesta silenciosa de Job de ninguna manera trivializó el intenso dolor y la pérdida que él había sufrido. Solo enfatizó la importancia de confiar en los propósitos de Dios en medio del sufrimiento porque el sufrimiento, como cualquier otra de las experiencias humanas, es dirigido por sabiduría divina perfecta. Finalmente, la lección aprendida fue que quizás uno nunca pueda conocer la razón específica de su sufrimiento; pero uno debe de confiar en el Dios soberano. Esa es la verdadera respuesta al sufrimiento.
Dios quería probar la virtud de los creyentes a Satanás y a todos los demonios, ángeles y personas. Las acusaciones son llevadas a cabo por Satanás, quien cuestionó las declaraciones de Dios acerca de la justicia de Job como algo que no había sido probado, y por lo tanto cuestionable.
Satanás acusó a los justos por ser fieles a Dios solo por lo que podían recibir. Debido a que Job no sirvió a Dios con motivos puros, de acuerdo a Satanás, la relación entera entre él y Dios era una farsa. La confianza de Satanás de que él podría volver a Job en contra de Dios vino, sin duda alguna, del hecho de que Satanás había guiado a los ángeles santos en rebelión con él (vea nota sobre , ):
También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
apocalipsis Satanás pensó que podía destruir la fe de Job en Dios al traer sufrimiento sobre él, y de esta manera mostrar en principio que la fe salvadora podría ser sacudida. Dios permitió a Satanás probar su teoría si podía, pero este ultimo fracasó, ya que la verdadera fe en Dios mostró ser inquebrantable. Aun la esposa de Job le dijo que maldijera a Dios (2:9), pero él se rehusó; su fe en Dios nunca fracasó (vea 13:15). Satanás trató de hacer lo mismo con Pedro (vea ) y no tuvo éxito en destruir la fe de Pedro (vea ). Cuando Satanás ha desatado todo lo que puede hacer para destruir la fe salvadora, esta permanece firme (cp. ). Finalmente, Dios probó a Satanás que la fe salvadora no puede ser destruida independientemente del número de problemas que sufra un santo, o de lo incomprensible e inmerecido que parezca.
Satanás pensó que podía destruir la fe de Job en Dios al traer sufrimiento sobre él, y de esta manera mostrar en principio que la fe salvadora podría ser sacudida. Dios permitió a Satanás probar su teoría si podía, pero este ultimo fracasó, ya que la verdadera fe en Dios mostró ser inquebrantable. Aun la esposa de Job le dijo que maldijera a Dios (2:9), pero él se rehusó; su fe en Dios nunca fracasó (vea 13:15). Satanás trató de hacer lo mismo con Pedro (vea ) y no tuvo éxito en destruir la fe de Pedro (vea ).
Cuando Satanás ha desatado todo lo que puede hacer para destruir la fe salvadora, esta permanece firme (cp. ).
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Finalmente, Dios probó a Satanás que la fe salvadora no puede ser destruida independientemente del número de problemas que sufra un santo, o de lo incomprensible e inmerecido que parezca.
Un segundo tema relacionado con el primero tiene que ver con probar la identidad de Dios a los hombres. ¿Sugiere este tipo de situación, en la que Dios y su oponente Satanás están cara a cara, y usando al justo Job como el caso de prueba, que Dios carece de compasión y misericordia para con Job? En absoluto. Como Santiago dice: “Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo” (). Fue para probar exactamente lo opuesto (42:10–17). Job dice: “¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?” (2:10). El siervo de Dios no niega que ha sufrido. Él niega que su sufrimiento sea resultado del pecado. Ni tampoco entiende por qué sufre. Job simplemente encomienda su prueba con un corazón devoto de adoración y humildad (42:5, 6)
De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
Por tanto me aborrezco,
Y me arrepiento en polvo y ceniza.
a un Creador soberano y perfectamente sabio, y eso fue lo que Dios quiso que él aprendiera en este conflicto con Satanás. En el final, Dios inundó a Job con muchas más bendiciones de lo que él jamás había conocido.
La principal realidad del libro es el misterio inescrutable del sufrimiento inocente. Dios ordena que sus hijos caminen en tristeza y dolor, algunas veces debido a pecado (cp. )
Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado. No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne.
, algunas veces para disciplinar (cp. ):
y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
, algunas veces para fortalecer (cp. ; ):
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
y algunas veces para dar oportunidad para revelar su consuelo y gracia (). Pero hay ocasiones en las que la razón del sufrimiento de los santos no se conoce porque es por un propósito celestial que aquellos que están en la tierra no pueden discernir (cp. ; ).
y algunas veces para dar oportunidad para revelar su consuelo y gracia ():
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.
Pero hay ocasiones en las que la razón del sufrimiento de los santos no se conoce porque es por un propósito celestial que aquellos que están en la tierra no pueden discernir (cp. ; ):
Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?
Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Job y sus amigos querían analizar el sufrimiento y buscar causas y soluciones. Usando toda su teología sana y entendimiento en la situación, buscaron respuestas, pero solo encontraron ideas inservibles y equivocadas, por las cuales Dios los reprendió al final (42:7)
Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job.
. No pudieron conocer la razón por la que Job sufrió debido a que lo que sucedió en el cielo entre Dios y Satanás les era desconocido. Pensaron que conocían todas las respuestas, pero solo intensificaron el dilema por su ignorancia insistente.
Al observar algunos de los elementos de este gran tema, podemos ver las siguientes verdades en la experiencia de Job:
1) Hay asuntos que se están llevando a cabo en el cielo con Dios acerca de los cuales los creyentes no tienen idea; sin embargo, afectan la vida de ellos.
2) Aun el mejor esfuerzo por explicar los problemas de la vida puede ser inútil.
3) El pueblo de Dios sufre. Cosas malas suceden todo el tiempo a buenas personas, por esta razón uno no puede juzgar la espiritualidad de una persona por sus circunstancias dolorosas o por sus éxitos.
4) Aunque Dios parece estar lejos, la perseverancia en la fe es una virtud sumamente noble debido a que Dios es bueno y uno puede dejar con seguridad su vida en manos de Él.
5) El creyente en medio del sufrimiento no debe abandonar a Dios, sino acercarse a Él, de tal manera que a partir de la comunión puede venir el consuelo, sin la explicación; y
6) El sufrimiento puede ser intenso, pero finalmente terminará para el justo y Dios lo bendecirá abundantemente