Amistad que permanece
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Aferrados a Cristo
Aferrados a Cristo
El amor de Cristo debe ser el hogar y la morada del alma cristiana.
Si guardareis mis mandamientos ...
Amor y Obediencia es el secreto de la vida cristiana confortante.
Meditaciones sobre los Evangelios: Juan Notas: Juan 15:7–11
“Si guardáis mis mandamientos, siempre viviréis siendo plenamente conscientes del amor que siento hacia vuestras almas y sentiréis en vuestro fuero interno que sois mi pueblo salvo”.
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
En este pasaje encontramos varios elementos a considerar:
La virtud del amor entre nosotros y Jesús
La virtud del amor fraternal
a. Jesús extiende el tema del amor como un tema relevante, no es un asunto exagerado, y queire que nos esforcemos por practicarlo. Si Jesús quiere que repita es porque es fundamental en nuestras vidas.
Nor ordena que nos amemos unos a otros: “Este es mi mandamiento”.
Practicar esta virtud es un deber que deja sobre nuestras conciencias. Es tan importante como cualquiera de los mandamientos que se dieron en el Sinaí.
Jesús nos proporciona el patrón más elevado de todos: “Que nos amenos unos a otros, como yo os he amado.
¿Cómo Cristo nos ha amado?
No debemos contentarnos ni comportarnos con un nivel inferior a ese. Amar desinteresadamente es amar como Cristo. Si usted es incapaz de amar como Cristo nos amó, entonces, usted desobedece el mandamiento de Jesús.
En el mandamiento de Jesús no hay espacio para el carácter egoísta, ni para la envidia, mucho menos para el malhumorado actuar de muchos que profesan ser cristianos.
Nos podemos pasar la vida diciendo que amamos, pero sino conocemos a aquel que es amor estamos exactamente en lo que decía el apostol Pablo en
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Donde no hay amor como el de Cristo, no hay gracia, no hay obra del Espíritu Santo, y no hay verdadero cristianismo.
Un cristiano sin amor no es apto para el cielo.
2. Observe lo que Cristo está diciendo “nueva relación con él”
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
Juan 15.
Esto es un privilegio glorioso. Es una imagen que escapa a nuestra compresión. ¿Que siendo yo pecador pueda ser llamado amigo?
Jesús no solo te salva, se compadece de ti y de mi, sino que tambien nos llama amigos.
Ante estas palabras la escritura dice:
y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
No tenga miedo al abrir su corazón ante Jesús, no te ve como pecador te ve como amigo, no te ve como adversario te ve como amigo.
Esto aumenta nuestra confianza en el Señor.
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
Jesús, nuestro Salvador, jamás te desamparará. Es que te puedes acercar a él en oración, puedes hablar con él no importa cómo te sientas.
Aunque te sientas indigno, inmerecedor, que Jesús no te puede perdonar, que no hay nada que puedas hacer, Cristo estará a tu lado y te protegerá hasta el fin.
No hay nadie tan fuerte, tan provisto, tan lleno de propósitos, como aquel o aquella de quien Cristo dice: “Este es mi amigo”.
3. No me elegiste tú a mí:
Este es el mensaje de la Salvación Eterna. Es el privilegio de los creyentes.
La vida amistosa que Jesús quiere:
La vida amistosa que Jesús quiere:
La amistad no se mide por lo que tenga sino por la manera en que se da… Cuenta una leyenda árabe:
A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un viejecito que se encuentra descansando: ¿Qué clase de personas hay aquí?
El anciano le pregunta: ¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tú vienes?
“Oh, un grupo de egoístas y malvados” replicó el joven.
“Estoy encantado de haberme ido de allí”.
A lo cual el anciano comentó: “Lo mismo habrás de encontrar aquí”.
Ese mismo día, otro joven se acercó a tomar agua al oasis, y viendo al anciano, preguntó:
¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta: ¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tú vienes?
“Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado”.
“Lo mismo encontrarás tú aquí”, respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cuál el viejo contestó:
Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí.
Aquel que encontró amigos allá podrá encontrar amigos acá. No se trata de los demás se trata de ti.
En este pasaje creemos que Jesús comparte estas palabras de noche con los discípulos. Les recuerda que él los escogió y considera la eternidad que “precedió” a la fundación del mundo, cuando en beneplácito soberano los había escogido. Esto, todo, lo une en una sola expresión “os he amado”. Esto es lo que yo llamo “amor eterno”. Este amor del que Jesús habla es un amor que trasciende los tiempos porque el Padre nos ama y en consecuencia el acto de su hijo es una expresión viva de amor:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Este acto es el que demanda que permanezcamos en él en una relación recíproca.
Lo que no podemos olvidar es que el amor de Dios nos rodea:
a. El amor de Dios siempre es primero. Nosotros le amamos a él porque él nos amó primero ().
Nuestra respuesta:
Mostramos nuestro amor si guardamos sus preceptos: “Si me amas guarda mis mandamientos”.
El amor de Dios antecede al nuestro. Es por eso que nuestra respuesta provoca un ambiente de amor. (Obediencia)
Para estar alegres
Para estar alegres
a. Siempre hay alegría en hacer lo que es debido. Cierto que en esta tierra seguimos las batallas, pero ahora son en Cristo. El gozo de Cristo no es uno que encontramos en la esquina. Es el gozo de Cristo, no el que nos dice el mundo, es el que Jesús comparte. Estoy hablando del gozo espiritual (se acuerda de ese viejo corito: “Este gozo no va a salir”. Jesús provoca este gozo en el corazón. “hay un motivo que es de grande gozo”.
b. Somos pecadores redimidos.
c. No puede dejar de ser feliz, no es que no tenga sus momentos de tristeza, pero no puede dejar de ser alegre, gozoso el que vive en Cristo.
2. Nos ha escogido para amar
2. Nos ha escogido para amar
a. para que amemos a los demás. No se nos ha creado para competir, para pelear, para discutir, para insultarnos, para echar a perder la vida en cosas que no valen la pena, en enojos que restan vida, en corajes interminables, !no! El Señor nos ha escogido para que nos amemos los unos a los otros.
b. Tenemos que vivir mostrando el amor de Cristo a los demás.
Alguien puede ser atrevido y preguntarle a Jesús ¿Qué derecho tienes a exigirnos que nos amemos unos a otros?
Jesús te contesta:
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Eso es lo que Jesús hizo. Los religiosos de la época venían diciendo, amen, obedezcan, cumplan, pero estaban muy distante de lo que decían.
Eso era lo último que harían por ellos.
En cambio Jesús nos deja un mandamiento que él mismo fue el primero en cumplir. “Como yo os he amado”. El amor es una acción, no una emoción “que ha dado”.
3. Jesús nos ha llamado para que seamos sus amigos.
3. Jesús nos ha llamado para que seamos sus amigos.
a. No siervos (esclavos) sino amigos. La palabra (dulos), el esclavo, el siervo de Dios, no es un título vergonzoso, sino de mayor honor. Tenemos grandes siervos de Dios, como Moisés, Josué, David, etc. Pablo se sentía muy orgulloso de usarlo, lo mismo Santiago. Lo más grande del pasado tenía como gala ser (dulois) es decir, esclavos (siervos) de Dios.
Jesús dijo, yo tengo algo mejor para ti: “Ya no seas esclavo, sino amigo”. La amistad que Jesús te ofrece trasciende tus pensamientos. ¿Quién imaginaría que usted y yo, pecadores, pudieramos ser amigos del Dios que servimos? Eso no lo soñó nadie jamás.
Es lo que el apostol Pablo a Efesios describe como:
y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Efesios
La idea de ser amigo de Dios tiene su trasfondo:
Abraham fue amigo de Dios:
Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.
Esto se ilumina con la costumbre que se seguía en las cortes del emperador romano y de los reyes orientales. En ella había un grupo muy selecto de personas que se llamaban los amigos del rey o los amigos del emperador.
Estos tenían acceso en cualquier momento al rey. Incluso podían ir al amanecer al dormitorio. Podían hablar con ellos antes que sus generales, gobernadores o consejeros políticos. Los amigos del rey eran los que tenían la más estrecha e íntima relación con él.
Si Jesús te llama amigo es porque puedes acercarte como tal:
Dilo a Cristo (músicos)
Jesús nos llama sus amigos, para que podamos ir no importa la hora. Ese es un ofrecimiento tremendo. Ya no hay que mirar a Dios desde lejos. No somos como los esclavos que no tienen idea de lo que acontece en la presencia de su amo, ni como las multitudes, que solo pueden ver al rey cuando pasa en su carruaje, en ocasiones especiales. Es una relación amistosa que no se funda ni en el mérito ni en la obra del ser humano. Nace de las entrañas del mismo Jesús.
Jesús nos ha introducido en una intimidad con Dios, no es un extraño inasequible, sino nuestro amigo íntimo.
Jesús compartió con nosotros sus pensamientos. Eres mi amigo y quiero que sepas lo que yo hago. Jesús le declaró los planes a los discípulos y también lo haría a nosotros por medio del Espíritu Santo.
Comentario Bíblico Mundo Hispano Tomo 17: Juan 3. Jesús: la vid verdadera, 15:1–17
Conclusión: El plan de Dios para redimir a la persona se basa en su amor. Frente a toda esta evidencia del amor de Dios para con nosotros quedamos conmovidos y agradecidos. Tanto amor debe ser recíproco en nuestra vida. Hay que responder a su oferta de perdón y hay que determinar obedecer su último mandamiento, amándonos el uno al otro. ¿Lo ha hecho? Si no ¿lo hará ahora mismo?