Cuando la Presion Aumenta
Aprender a vivir con sabiduria y practicar la Paz
En estos versículos, Santiago describe dos clases de sabiduría:
2. En los versículos 14–16, Santiago muestra, con base en los frutos amargos, la diabólica catadura de la falsa sabiduría: «Pero, si abrigáis en vuestros corazones envidias amargas y ambiciones egoístas, no os jactéis de ello ni faltéis a la verdad. Esa clase de “sabiduría” no procede del cielo, sino que es terrena, meramente natural, demoníaca. Porque donde hay envidias y ambiciones egoístas, allí hay turbulencias y toda clase de malas acciones» (NVI).
caracteres de la verdadera sabiduría (vv. 17, 18): «Pero la sabiduría que procede del cielo (lit. de lo alto—o, de arriba—; el mismo vocablo griego de 1:17; Jn. 3:3, 7) es, ante todo, pura y, además, amiga de la paz, comprensiva, complaciente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sincera. Los que trabajan por la paz están echando una semilla de paz que producirá frutos de virtud» (NVI).
(A) Vemos primero que la verdadera sabiduría procede del cielo, como ya hemos hecho ver anteriormente. Al ser un don perfecto (v. Pr. 4:7, en la NVI), ha de bajar de allí (1:17), del Padre de las luces, pues la sabiduría verdadera es la gran luminaria espiritual del hombre.
(B) Es pura (gr. agné, el mismo vocablo de 1 Jn. 3:3, al final), es decir, «libre de todo movimiento pasional y de todo principio de error y de pecado» (Salguero). Es una luz sin mezcla de tinieblas, como el Dios de quien procede (comp. con 1 Jn. 1:5).
(C) Es pacífica (lit.), esto es, amiga de la paz, pues contribuye a establecer la paz, del mismo modo que la falsa sabiduría es una fuente continua de envidias y rivalidades (vv. 14, 16).
(D) Es comprensiva, indulgente (sin faltar a la justicia. Gr. epieikés que, con el sustantivo epieíkeia, sale además en Hch. 24:4; 2 Co. 10:1; Fil. 4:5; 1 Ti. 3:3; Tit. 3:2 y 1 P. 2:18), especialmente con aquellos a quienes enseña.
(E) Es complaciente (lit. bien dispuesta a ser persuadida, dócil; gr. eupeithés), esto es, atiende a las razones de los demás, sin dejarse llevar de la soberbia propia de los que piensan que lo saben todo.
(F) Llena de misericordia es una característica que refleja la sinceridad de la persona en el culto que tributa a Dios (comp. con 1:27), al preocuparse de los pobres y de los afligidos.
(G) Es imparcial (gr. adiákritos, que no discrimina); esto es, no hace distinción ni acepción de personas, tema que el autor sagrado ha puesto de relieve en 2:1–9, para atacarlo en una situación concreta, con lo que la presente mención adquiere mayor relevancia.
(H) Es sincera (gr. anupókritos; lit. sin hipocresía), «porque obra con sinceridad, no para complacer a los hombres, sino a Dios» (Salguero). J. Alonso hace notar que «las manifestaciones de la verdadera sabiduría recuerdan las manifestaciones de la caridad referidas por Pablo en 1 Corintios 13».