El Valor de Nuestra Salvación
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I. Introducción
I. Introducción
· El autor de Hebreos interrumpe su exposición de la superioridad de Jesús sobre los ángeles con la primera de varias amonestaciones a sus lectores.
· Tenemos que entender que Jesucristo es el camino de la salvación ().
· Pero no basta saberlo sino caminar en ese camino, vivir de acuerdo a las reglas de ese camino para encontrar la salvación ( “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo…”)
· Si la salvación en Jesucristo fuese pequeña, sería posible que Dios no tomase en cuenta nuestra negligencia.
· ¿En qué sentido es grande?
o Porque tiene una herencia eterna
o Trae grandes bendiciones
o El precio que se pagó (encarnación, obediencia, humillación, sufrimiento y muerte)
o Debe revolucionar nuestras prioridades.
· Por ende, no basta recibirla, tenemos que vivirla siendo hacedores de la palabra y no tan solamente oidores ().
II. Indicaciones en el caminar por el camino en la salvación de estos versículos .
II. Indicaciones en el caminar por el camino en la salvación de estos versículos .
A. Recomendaciones para el caminar por el camino de la salvación (v. 1a).
A. Recomendaciones para el caminar por el camino de la salvación (v. 1a).
1) Ser diligentes en nuestro andar (por el camino de la salvación).
a. La salvación no es simplemente un “lugar” donde podemos descansar en pasividad, sino un camino en el cual tenemos que caminar.
b. Si no somos diligentes y activos, progresando en el camino de la fe, nos alejamos poco a poco del Hijo y de sus demandas, como un barco que por descuido pasa la seguridad del puerto y se escurre a la destrucción.
c. No es suficiente solamente encontrar el camino, sino caminar por ese camino para llegar al lugar deseado.
2) La segunda recomendación es que debemos observar las reglas del camino de la salvación con mucha seriedad.
a. Porque las reglas son vitales para que permanezcamos en él. (Son mucho más que el vestido, la comida, las comodidades y planes humanos).
b. Porque las reglas no son secundarias. (No se las puede tomar como un juego), de ellas depende nuestra felicidad, nuestra paz, nuestra vida.
III. Los peligros en el caminar por el camino de la salvación (vv. 1b, 2a).
III. Los peligros en el caminar por el camino de la salvación (vv. 1b, 2a).
A. Uno de los peligros es la negligencia y la pasividad.
A. Uno de los peligros es la negligencia y la pasividad.
1) Porque (la negligencia y la pasividad) traen como consecuencia el alejamiento de Cristo y sus demandas. (Más son los que se alejan de Jesús por deslizamiento pasivo, que los que por decisión activa renuncian a la fe).
2) Porque la negligencia y la pasividad trae como consecuencia el acomodamiento a un estado parasitario.
B. Otro de los peligros en el camino de la salvación es la apatía.
B. Otro de los peligros en el camino de la salvación es la apatía.
1) Porque la apatía es un estado de fría indiferencia a las exigencias del camino de salvación.
2) Porque la apatía es un estado de dureza, insensibilidad a las demandas del camino de salvación.
IV. Las sanciones en el caminar por el camino de la salvación (vv. 2–4).
IV. Las sanciones en el caminar por el camino de la salvación (vv. 2–4).
A. La sanción es castigo grande a los infractores y desobedientes a los mandamientos de Dios.
A. La sanción es castigo grande a los infractores y desobedientes a los mandamientos de Dios.
1) Nuestro nombre puede ser borrado del libro de la vida. : “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
V. Conclusión
V. Conclusión
A. ¿Cómo podemos descuidar esta salvación tan grande?
A. ¿Cómo podemos descuidar esta salvación tan grande?
1) Cuando la tenemos como menos importante que cualquier actividad humana ()
2) Cuando prestamos más atención a las pruebas que seguir el camino de Dios ().
3) Cuando nos preocupamos más por obedecer a los hombres antes que a Dios por miedo a ser rechazados ().