Acordaos de los Presos
Notes
Transcript
Introducción
· Era usual que los cristianos fueran detenidos y encarcelados por su fe.
· En ningún momento de la historia podemos decir que es agradable el estar preso, pero peor aún, es ser preso del pecado.
· La sociedad da pocas oportunidades al que hace mal o ha pasado por el sistema de correcciones locales, estatales o federales.
· La sociedad nos marca para toda la vida. Pero Cristo perdona nuestros pecados y jamás se acuerda de ellos. Teniendo esto en cuenta necesitamos acordarnos de los presos.
· Yo reconozco que existen personas que han hecho mal a la sociedad o a nuestras vidas y merecen el castigo establecido por la ley.
· Jamás podemos comparar el castigo humano con el castigo eterno.
· En contraste la sociedad da muy pocas oportunidades, pero Cristo da nuevas oportunidades y nosotros somos mensajeros de esas oportunidades.
· No podemos dejar que nuestros prejuicios sociales o emocionales perjudiquen el mensaje de libertad que Dios nos ha dado.
I. Preso/cautivo
· Hay Presos dentro o fuera de las instituciones.
· Pero el que está en Cristo nunca esta preso
· Acuérdate de Jesucristo, descendiente de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; pero la palabra de Dios no está presa. ()
· Cautivo, - prisionero, preso, presidiario, penado. ... cualquier persona a quien se priva de su libertad, ya sea por sentencia de juez, ya por imposición de un superior, ya, en fin, por arbitrariedad del que ejerce la fuerza.
· El pecado nos ata
o ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia?
o De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado, esclavo es del pecado.t Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres.
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II. Hacer memoria (acordaos)
· Memoria - Capacidad de recordar
· Acordaos conlleva una acción
"El mundo es un lugar peligroso. No por causa de los que hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo”. Albert Einstein
Nosotros no queremos que Dios se acuerde de nuestras pecados y rebeliones - De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes. Conforme a tu misericordia acuérdate, Jehová, de mí, por tu bondad.
III. Una expresión más de amor
· El amor se expresa también en la preocupación por otros
· Tenemos que pasar por una experiencia similar para acordarnos de los presos
· Cristo ofreció amor a los que estaban cautivos y presos por el pecado, que es peor que están bajos las cárceles institucionales.
1. Enfermedades
2. Endemoniados
· Cumplimos con la gran comisión de ir y predicar el evangelio a toda criatura.
· Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno lo hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados.
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IV. Conclusión
Juan Crisóstomo el del habla dorada (347 d.C. – 407 d.C.)
Su verdadero nombre era Juan de Constantinopla, pero recibió el título de Juan Crisóstomo en su posteridad. Crisóstomo fue un obispo cristiano. Como predicador fue bien notable, se le llamo “el del habla dorada”. Él fue famoso por su elocuencia en la disertación pública y su mensaje de abuso de las autoridades en la Iglesia de poder y en el imperio romano. (Gonzalez, T1, 2003) Su predicacion a la instrucción y corrección de la sociedad antioqueña de su época, apenas cristianizada a tal punto que lo llevo al exilio en la remota aldea de Cucuso por las maquinaciones de Eudoxia, la emperatriz, y de los obispos. Pero creyendo que lo habían controlado al no predicarles a las masas, se dedicó a escribir y el mundo se conmovió. Sus perseguidores quisieron llevarlo más lejos, a un rincón en las costas de Mar Negro para tratar de callarlo. Durante el camino su salud no era muy buena y flaqueaba aún más por el desinterés de los que lo llevaron por cuidarlo. Impresionantemente, supo que su tiempo estaba llegando al final, y pidió que lo llevaran a una iglesia por el camino donde tomo la comunión y predico su último mensaje: “En todas las cosas, gloria a Dios, Amen.” (González, T1, 2003) Esto es una inspiración para cualquier predicador de la palabra de Dios. Esta parte final de mi Hermano Juan no debe ser silenciada... debemos hablar de este evento, de un siervo de Dios.