JESUCRISTO NUESTRO SALVADOR
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JESUCRISTO NUESTRO SALVADOR
La visón de Pablo para la iglesia primitiva, que llega a nuestros días
A. INTRODUCCION
a. Sujeto o tópico
El apóstol Pablo en tres epístolas encierra el pensamiento y dirección para la organización y desarrollo de la Iglesia primitiva.
En las epístolas identificadas como 1y 2 de Timoteo, y Tito plantea cómo se organiza y como se gobierna una iglesia.
De la epístola de Tito vamos en esta mañana a recordar la importancia de la figura de Jesucristo como Salvador para que una congregación pueda orientar, desarrollar y organizar su destino en los caminos del señor.
b. Tema
El apóstol Pablo en la epístola a Tito, nos recuerda a Jesucristo como nuestro salvador e identifica las razones o momentos de que nos salvó; por qué no salvó y para que no salvo.
Quien era Tito
Era un griego y gentil convertido (no judío), quien llegó a ser obrero, líder y ministro en la Iglesia primitiva, después de acompañar y seguir a Pablo y Bernabé, por algún buen tiempo.
Tito, fue discípulo del apóstol Pablo; su nombre no figura en el libro de Hechos de los apóstoles, pero sí con frecuencia en las epístolas de Pablo.
Tito, de origen pagano, formó parte de la delegación enviada por los cristianos de Antioquía a Jerusalén acompañando a Pablo y a Bernabé ([1]; [2]).
Es posible que fuera originario de Antioquía y es hijo espiritual de Pablo ([3]).
En Jerusalén, los judaizantes reclamaron que Tito fuera circuncidado, pero Pablo no cedió en este punto, al no ser Tito de origen judío, y la iglesia se pronunció asimismo por el principio de la libertad en cuanto a la circuncisión de los cristianos salidos de la gentilidad. ().
De varios pasajes (; , ; , ; ) se sabe que Tito fue enviado por Pablo a Corinto para que reprimiera abusos que se daban allí.
Tito es citado en los escritos de Pablo 13 veces en 12 versículos[4]
Tito fue utilizado por Pablo, en tres momentos claves de la iglesia primitiva. Enviado 2 veces a Corintio y dejado en encargo en una ocasión en Creta.
c. Texto
No deben hablar mal de nadie, ni discutir. Deben ser amables con todos y mostrar humildad en su trato con los demás.
3 Antes, nosotros mismos éramos ignorantes y desobedientes, y andábamos perdidos. Para divertirnos, hacíamos todo lo malo que se nos ocurría. Éramos malvados y envidiosos, y esclavos de esos malos deseos. Todo el mundo nos odiaba, y nosotros también odiábamos a los demás. 4 Pero Dios, nuestro salvador, nos mostró que él es bueno, y que ama a todo el mundo, 5 y nos salvó. Pero no lo hizo porque nosotros hubiéramos hecho algo bueno, sino porque nos ama y quiso ayudarnos. Por medio del poder del Espíritu Santo nos salvó, nos purificó de todos nuestros pecados, y nos dio nueva vida. ¡Fue como si hubiéramos nacido de nuevo! 6 Gracias a Jesucristo, nuestro salvador, Dios nos dio el Espíritu Santo. 7 Por su gran amor, Dios nos aceptó y nos dio la seguridad de que tendremos la vida eterna tan esperada.[5] (TLA)
B. CUERPO
a. Primera división principal
Jesucristo nos salvó de:
()
i. Ilustración
En el verso 2 observamos claramente una culminación.
Es lógico que los creyentes no deben hablar mal de nadie.
Muchos creyentes ni siquiera necesitarán este recordatorio. El insultar y usar de un lenguaje abusivo ciertamente está fuera de lugar para cualquier persona, y más para los creyentes.
Una exigencia más estricta es la que requiere que el creyente no sea discutidor o peleador.
Debe mostrarse una virtud positiva en todos los contactos con los de fuera de la iglesia: los cristianos deben ser amables, esto es, dispuestos a ceder el provecho personal, deseosos de ayudar al necesitado, bondadosos para con el débil, considerados hacia los caídos, siempre llenos con el espíritu de dulce cordura.
De tal manera que se vea que ha alcanzado el carácter de Cristo, al comportarse y hablar con bondad hacia los demás.
El carácter de Cristo no implica que usted no confronte el pecado, y empiece a llamar bueno lo que es malo y malo a lo que es bueno.
Cristo se enojaba como cuando en el templo llegó hasta volcar las mesas de algunos comerciantes y les dijo, mi casa es casa de oración y no cueva de ladrones (mateo 21.12-13)
En el verso 3 identificamos 6 características antes de estar en Cristo:
1. Ignorantes
2. Desobedientes
3. Perdidos
4. Malvados
5. Envidiosos
6. Esclavos
La razón por qué se debe actuar como lo pide el verso 2, está en el recordatorio que el apóstol Pablo hace:
No deben hablar mal de nadie, ni discutir. Deben ser amables con todos y mostrar humildad en su trato con los demás.
La reflexión sobre nuestra condición anterior hace que nos sea más fácil ser amables y humildes hacia los demás.
“Antes, nosotros mismos éramos…” Nosotros significamos: Yo, Pablo, que escribe la carta; Usted, Tito, que la recibe; y además, todos los creyentes de Creta, y en realidad, todos los creyentes en todo lugar. Naydú, Nazly, Diana, Patricia…
Pablo también había sido esclavo del pecado. Desde luego, había sido “celoso de las tradiciones”, pero al mismo tiempo había estado “persiguiendo a la iglesia”.
Además, el agudo contraste entre lo que los hombres eran en su estado de pecado y lo que han llegado a ser desde que entraron en el estado de gracia fomenta la gratitud a Dios; además produce buena voluntad hacia el prójimo que fue hecho a imagen de Dios.
No nos debe sorprende que en contraste con las virtudes mencionadas en los versos 1 y 2, mostrando lo que los creyentes (en este caso los cretenses) debieran ser, se ponga un número de vicios (v. 3) mostrando lo que en un tiempo fuimos.
Estában ignorantes, porque la naturaleza del hombre natural y el espiritual es diferente, Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Eran desobedientes a la autoridad divina y a la humana (, ; ; luego, ; , ), no prestando atención a la voz de la conciencia ni a las amonestaciones de los padres ni a las leyes de los magistrados civiles.
Se encontraban perdidos del camino que lleva a la salvación porque no conocer la ruta, que es Cristo. ()
Eran malvados pues no se puede ser malvado y bueno a la vez, acercarse al Señor los aleja necesariamente del mal y los lleva a la paz. ()
La envidia es de los sentimientos que más mal hacen al ser humano porque este es incapaz de sentir alegría por el bien de los demás.
La envidia fue lo que provocó el asesinato de Abel, lanzó a José dentro de la cisterna, hizo que Coré, Datan y Abiram se revelarán contra Moisés y Aarón, hizo que Saúl persiguiera a David, dio lugar a las amargas palabras que el “hermano mayor” (en la parábola del hijo pródigo) dirigió a su padre, y fue lo que crucificó a Cristo.
Esclavizados a pasiones y placeres diversos, permitiendo que estos malos deseos tomasen dominio de nuestra vida y conducta. ().
Cuando se mira al mundo sin Cristo, se encuentra entre otros: el borracho, el adicto, el abusador, el ladrón, el mentiroso, el estafador y el infiel. Ellos son esclavos de los terribles impulsos que nunca aprendieron a controlar.
“Así éramos en un tiempo”, dice Pablo. Por eso, no seamos demasiado duros con personas que todavía están en esa condición, sino esforcémonos por ganarlos para Cristo por medio de nuestra conducta piadosa.
ii. Aplicación
RECORDEMOS LO QUE FUIMOS EN OTRO TIEMPO
Un hombre que había sido adicto al alcohol oyó hablar de Cristo y creyó en El cómo su Salvador.
Su vida cambió, se casó y tuvo hijos. Con el paso del tiempo, uno de sus hijos adquirió el mismo vicio que el padre había tenido.
En su desesperación, este hombre utilizó todos los medios posibles de corrección, pero sin resultados positivos.
En una oportunidad, comentó su angustia con un compañero de trabajo que también era cristiano.
Este le respondió: —Bueno, deja ahora lo que no te ha dado resultado, y practica el amor. ¿Te has olvidado de que tiempo atrás estabas en igual condición, y que Dios te amó tanto y te soportó? Cuando tu hijo llegue borracho, recíbelo con amor y háblale con palabras de comprensión. En lugar de mostrarle tu enojo y tu frustración, quítale los zapatos, mételo en la cama y cántale algunos himnos. Cuando despierte, háblale con cariño e invítalo a la iglesia.
—¡Pero él no merece ese trato! —contestó el padre.
—Es cierto, pero recuerda que nosotros tampoco merecíamos que Dios nos tratara bien. Sin embargo, su misericordia fue muy grande y nos cambió.
El padre aceptó seguir el consejo de su amigo.
Después de algún tiempo, el muchacho comenzó a pensar que en verdad no merecía el amable trato de su padre, y empezó a pensar en todos los momentos en que le hablaba de Dios.
Le pidió perdón a Dios y a su padre, aceptó a Cristo como su Salvador, y su vida cambió para bien.
b. Segunda división principal
Jesucristo nos salvó por …
. Pero Dios, nuestro salvador, nos mostró que él es bueno, y que ama a todo el mundo, 5 y nos salvó. Pero no lo hizo porque nosotros hubiéramos hecho algo bueno, sino porque nos ama y quiso ayudarnos. Por medio del poder del Espíritu Santo nos salvó, nos purificó de todos nuestros pecados, y nos dio nueva vida. ¡Fue como si hubiéramos nacido de nuevo! 6 Gracias a Jesucristo, nuestro salvador, Dios nos dio el Espíritu Santo. 7 Por su gran amor, Dios nos aceptó y nos dio la seguridad de que tendremos la vida eterna tan esperada.
i. Ilustración
Nos salvó por:
1. Su bondad
2. Su amor
3. Su misericordia
4. Por su gracia
5. Por el sacrificio de Cristo
En realidad, un doble contraste:
El primero relacionado con el verso 3 sobre la bondad de Dios, Dios es bueno y el dará lo mejor a sus hijos. ()
El amor de Dios por la humanidad es claro, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
La salvación es el resultado de la misericordia de Dios, porque nunca podría alcanzarse por sus propias obras () TLA.
La salvación se da por la gracia de Dios, Él la extendió gratuitamente a todo aquel que quiera recibirla, a nadie le costo nada. () (RVR)
Sin el sacrificio de Jesucristo en la cruz, hubiera sido imposible para el ser humano alcanzar la salvación. Él pago el precio del rescate, fue el cordero inmolado y gracias a ello se puede contar con una vida eterna con Dios. ()
Ahora bien, a fin de predisponernos completamente a ayudar a los demás que aún no se han salvado, y evitar que digamos: “Pero ellos no merecen nuestra ayuda”, Pablo enfatiza el hecho de que nosotros, por nuestra parte, tampoco merecíamos nuestra salvación.
Hace esto señalando que, negativamente, el Padre nos salvó no en virtud de obras que nosotros mismos hubiésemos realizado en justicia, y positivamente, sino según su misericordia.
Tan fuerte es el énfasis de Pablo sobre este carácter completamente soberano de nuestra salvación, que hace que toda esta extensa oración compuesta preceda al verbo salvar.
Pero Dios, nuestro salvador, nos mostró que él es bueno, y que ama a todo el mundo, 5 y nos salvó. Pero no lo hizo porque nosotros hubiéramos hecho algo bueno, sino porque nos ama y quiso ayudarnos. Por medio del poder del Espíritu Santo nos salvó, nos purificó de todos nuestros pecados, y nos dio nueva vida. ¡Fue como si hubiéramos nacido de nuevo!
La implicación es: no hubo alguna cosa que alguien pudiera hacer para alcanzar la salvación, ni siquiera Pablo, solo Cristo podía pagar ese precio, porque la humanidad tiene una condición de pecado heredada de Adán y Eva. ()
Por eso, si los seres humanos solo podían llegar a alcanzar la salvación a través de Jesucristo.
ii. Aplicación
NOS SALVÓ POR SU MISERICORDIA
Una joven pidió a Napoleón misericordia por su padre, un soldado que se había dormido mientras debía estar de guardia. Tal delito era penado con la muerte.
Napoleón le dijo que no podía perdonarlo, porque no era justo perdonar la vida de un hombre que había puesto en peligro muchas vidas.
—Ya sé que no es justo—dijo la hija del soldado por eso no he venido a pedir justicia, sino misericordia.
Napoleón reflexionó sobre la diferencia entre justicia y misericordia, y perdonó al padre de aquella mujer.
c. Tercera división principal
Jesucristo nos salvó para …
()
para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
i. Ilustración
1. Para ser justificados
2. Para ser herederos de la vida eterna
3. Para que nos ocupemos en buenas obras
En los versos 7 y 8 se declara el propósito que Dios tiene para que la humanidad sea salva: para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
· Por naturaleza éramos hijos de ira—hemos recibido vida—ahora esperamos por fe los siglos venideros cuando recibiremos una gloria aun mayor ();
· Éramos adoradores de ídolos—ahora servimos al Dios vivo y verdadero—esperamos la venida del Hijo de Dios del cielo (, ), y nuestra comunión eterna con él ().
· No teníamos piedad de los demás y estábamos gobernados por las pasiones del mundo, después de recibir a Cristo, hemos recibido un espíritu de poder, de amor y de dominio propio. ()
¿Qué significa haber sido declarados justos?
Por el sacrificio de Jesús en la cruz, hemos sido justificados, lo que indica que hemos sido hechos justos delante de Dios debido a su gracia y misericordia. ()
La justificación es el acto de Dios el Padre por el cual carga a Cristo nuestros pecados, y la justicia de Cristo la imputa a nosotros ().
Es lo contrario de condenación (, ). Implica ser librado de la maldición de Dios porque esa maldición fue puesta sobre Cristo ().
Significa perdón completo y gratuito ().
Es el don gratuito de Dios, el fruto de la gracia soberana, y de ningún modo es el resultado de la “bondad” o de logros humanos (; , , ).
Trae paz al alma (), una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Llena el corazón con tal gratitud que produce en la vida del creyente una rica cosecha de buenas obras.
ii. Aplicación
Quiero llamar la atención en que:
La justificación y la santificación, aunque siempre distintas, nunca se separan, sino que están en la relación más estrecha posible la una con la otra (; , ).
El propósito de la obra de Dios al salvarnos es “que pudiéramos llegar a ser herederos … de vida eterna”; esto es, que aun ahora, en esta vida presente, pudiéramos tener como hijos el derecho de esperar la plena posesión de aquello que ahora poseemos solamente en principio.
Cuando llegue ese día futuro, nos regocijaremos en la comunión con Dios más rica posible (porque será sin pecado) en Cristo (; ), al calor de su amor () y participando, en la medida más plena que es posible al hombre, de su gozo y gloria ().
Esa vida difiere en esencia de la “vida” (?) del incrédulo, y en grado de la vida del creyente aquí abajo.
Además, es realmente eterna, es decir, que nunca acaba.
Nosotros somos ahora los poseedores de aquella vida en principio; y aun ahora somos los herederos de aquella vida como será en su perfección, pero somos herederos en esperanza, herederos que esperan.
Pero esta esperanza se verá ciertamente realizada ().
Los creyentes deben ser amables con todos los hombres, puesto que fue la bondad de Dios nuestro Salvador, no nuestras obras, lo que nos trajo la salvación.
Las buenas obras en la vida del creyente son el resultado de su amor a Cristo El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. (RVR)
Las buenas obras no son las que producen la salvación, pero si son un resultado de su conversión real a Jesucristo.
C. Conclusión y sus partes
La epístola de TITO fue probablemente redactada en el año 65, después de la primera cautividad de Pablo en Roma y de su puesta en libertad.
El Tema de esta carta: instrucciones análogas a las de la primera epístola a Timoteo, de carácter personal, con respecto a los problemas de la iglesia en Creta.
a. Reafirmación de la proposición
El apóstol Pablo en la epístola a Tito, nos recuerda a Jesucristo como nuestro salvador e identifica las razones o momentos de que nos salvó; por qué no salvó y para que no salvo.
b. Resumen o sinopsis de las divisiones principales
Recordemos entonces:
Jesucristo nos salvó de ser
· Ignorantes
· Desobedientes
· Perdidos
· Malvados
· Envidiosos
· Esclavos
Jesucristo nos salvó por …
· Su bondad
· Su amor
· Su misericordia
· Por su gracia
· Por el sacrificio de Cristo
Jesucristo nos salvó para …
· Para ser justificados
· Para ser herederos de la vida eterna
· Para que nos ocupemos en buenas obras
c. Aplicación final del mensaje
A partir de las enseñanzas enviadas por Pablo a Tito en Creta recordemos nuestras responsabilidades y deberes como cristianos hacia las autoridades y la sociedad.
Los que nos llamamos cristianos tenemos que demostrar la realidad de nuestra fe con buenas obras.
Con relación a la bondad un seguidor de Cristo debe ser bondadoso para con todos los hombres, puesto que fue la bondad de Dios nuestro Salvador—¡no nuestras propias obras! —lo que nos trajo la salvación.
d. Invitación o llamado a responder el mensaje
No perdamos nunca nuestro norte, fija nuestra mirada en la cruz de Jesucristo nuestro salvador llevemos Sal y Luz al mundo.
Amen
[1] 1Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, a no podéis ser salvos. 2Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
[2] 2 1Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén a con Bernabé, llevando también conmigo a Tito. 2Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles. 3Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse;
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
[3] 4a Tito, a verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
[4] Swanson, J., Nave, O., & Powell, G. D. (2012). Nuevo índice de temas de la Biblia de Nave. Bellingham, WA: Logos Bible Software.
[5] https://www.biblegateway.com/passage/?search=Tito+3&version=TLA