Compartamos las Buenas Nuevas
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Deudores somos
Deudores somos
Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
Estamos endeudados con el Señor. Esto no significa que él espera que le paguemos lo que ha hecho por nosotros, pero sí que compartamos con otros y otras la bendición del favor inmerecido que hemos recibido, como un acto de gratitud hacia él.
Tal como te amó a ti, también ama a los demás. Dios nos bendijo y demostró su amor para que nosotros seamos bendición a los demás.
Los favores de Dios son gratuitos, así que gratuitamente podemos compartirlos con los demás.
Piensa en cuánto perdón has recibido, cuánto amor y misericordia.
Mira la provisión que recibimos de su mano cada día. Cada vez que sentimos su presencia estamos en deuda. Cada vez que amanece estamos en deuda, cada vez que respira, que puede estar vivo está en deuda.
En fin, somos deudores.
Hubo un médico que trató 6 prostitutas en un campo, para luego recomendarlas a una congregación a la cual asistir. Aquella gente - religiosa - solo pudieron ver la reputación de aquellas muchachas. Cada vez que las muchachas entraban al templo solo se escuchaban los susurro. Por dos domingos, fueron ignoradas por la congregación y miradas con desprecio. Mas tarde, alguien comenzó una campaña difamatoria en contra de ellas, pronto hubo una demanda a las autoridades y reglamentos de la congregación, con el fin de que no le permitieran entrar al templo. La realidad es que no fue necesario porque las muchachas no regresaron jamás.
¿Serán estas actitudes parte del pueblo de Dios? ¿Qué está pasando? ¿De qué se compone nuestra celebración el domingo?
Si Cristo nos ama, entonces debemos compartir ese amor con los demás.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Nuestras actitudes predican mejor a Jesús que nuestras peroratas (Discurso largo y poco oportuno que se hace con cierto apasionamiento y vehemencia).
Recibimos por medio de otros y otras y ahora nos toca compartir a nosotros.
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Mateo
El término gracia es (dorean).
Lo menciono porque es el mismo término que Jesús usa en
Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
Juan
Dorean quiere decir sin causa, sin motivo especial, sin razón, irracionalmente, sin necesidad, sin excusa. Dios no buscó un argumento especial para bendecirte.
El profeta lo dice de manera magistral.
Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.
Oseas
Amar sin causa, es decir, sin buscar una razón para compartir lo que tenemos a otros. Hay que hacerlo aunque nos parezca disparatado.
Vayamos pues y compartamos las buenas nuevas a quienes las necesitan en sus agobiadas vidas.