Sermón sin título (2)
¿Cuando el pasaje dice “voz que clama en el desierto...”
¿Cuando el pasaje dice “voz que decía. Da voces...”
Dios es el creador de los vientos, y los tiene a Su disposición (Job 28:24; Sal. 78:26; 107:25; 135:7; 148:8; Mt. 8:26). En Israel, los vientos proceden del oeste, del suroeste y del noroeste, trayendo consigo lluvias y tempestades (1 R. 18:43–45; Sal. 147–148; Pr. 25:23; Ez. 13:13). Los vientos constituían un frecuente peligro para las casas y las naves (Job 1:19; Sal. 48:7; Mt. 7:27). Ardientes vientos secaban los cursos de agua y agostaban las plantas (Gn. 41:6; Is. 11:15; Ez. 19:12; Jon. 4:8).
Dios es el creador de los vientos, y los tiene a Su disposición (Job 28:24; Sal. 78:26; 107:25; 135:7; 148:8; Mt. 8:26). En Israel, los vientos proceden del oeste, del suroeste y del noroeste, trayendo consigo lluvias y tempestades (1 R. 18:43–45; Sal. 147–148; Pr. 25:23; Ez. 13:13). Los vientos constituían un frecuente peligro para las casas y las naves (Job 1:19; Sal. 48:7; Mt. 7:27). Ardientes vientos secaban los cursos de agua y agostaban las plantas (Gn. 41:6; Is. 11:15; Ez. 19:12; Jon. 4:8).
VIENTO SOLANO