Estoy a la puerta y llamo

Introducción:

Todos los que llegamos al templo, lo hacemos sabiendo que Dios nos convoca. Esa convocatoria de Dios en su casa para orar, escuchar su Palabra, etc.

Tambien debemos saber que Dios nos llama y está a la puerta de nuestras vidas. Es por ello que debemos empalmar los dos eventos: Por un lado, nos presentamos para que el Señor nos escuche y por otro lado llegamos a escucharle.

La llamada de Dios tiene como fin hacernos partícipes de su tiempo, de su vida y de su eternidad.

Si Dios llama a nuestras puertas es porque tiene tiempo para nosotros. Es por ello que Dios funda su don en tiempo y amor.

Por lo que sabemos que Dios vigila nuestro tiempo.

Dios vigila nuestro tiempo y se preocupa por él

Salmo 121.8 RVR60

Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.

En ese acontecer cotidiano Dios vigila:

Jeremías

Jeremías 31.28 RVR60

Y así como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová.

Cada fragmento de tiempo es custodiado y vigilado por la fidelidad de su amor.

Es esa vigilancia que tuvo el padre esperando que el hijo regresara para besarle y abrazarlo:

Lucas

Lucas 15.20 RVR60

Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

Es que el amor de Dios no permite que nos sintamos perdidos, sino esperanzados. Es por eso que la vida es la apertura a Dios cada instante.

Dios viene en nuestro tiempo

El hijo, encarnado, hace suyo el tiempo de la humanidad y pretendió en su mensaje dejarnos claro que anhelaba nuestra compañía:

Mateo

Mateo 26.38 RVR60

Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

Ese día Jesús no solo declaró nuestra manera de vivir: “velad conmigo” sino que en ello conoció nuestra angustia y nuestra situación ante la muerte “comenzó a sentir tristeza y angustia”.

Mateo 26

Mateo 26.37 RVR60

Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.

¿Qué es la Resurrección? Es la victoria sobre la muerte

Romanos 8.11 RVR60

Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

1 Corintios 15.

1 Corintios 15.28 RVR60

Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

Vivir seriamente el tiempo es vivir en Dios. Tratar de evadir el tiempo es un pelea fracasada, pues lo que pretende Dios es ser Dios en todos.

Entonces estamos llamados a tener tiempo para Dios

Estoy a la puerta y llamo…

Quien reconoce a Dios en su vida resurge a una nueva vida, es decir, a una existencia auténtica.

Cuando pensamos en Lázaro nunca olvidamos el “Lázaro, sal fuera”. Deja claro que quien escucha la voz de aquel que llama a la puerta despierta de su sueño mortal, despierta a una nueva vida, ante la voz de Jesús lo que el tiempo atrapó puede quedar libre.

Muchas veces la angustia y la desesperación en este tiempo nos cierra el horizonte de la eternidad.

Nuestro Señor está a la puerta y llama. Es un llamado a vivir vigilantes los días en el horizonte del Dios que vino y vendrá.