Que Nada te Detenga

Tema Que Nada te Detenga .

I La Experiencia Misma de los Gálatas[1]

a- Diciéndoles a los gálatas que son insensatos (sin sentido), Pablo pregunta quién los engañó, puesto que delante de sus mismos ojos el Cristo crucificado había sido descrito públicamente

b- El apóstol quería saber sólo una cosa: ¿Habían los gálatas recibido el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír de la fe? ¿Esperaban completar en la carne lo que había principiado en el Espíritu? ¿Había sido en vano el sufrimiento de ellos?[2]

c- Oh gálatas insensatos! (anoetoi, sin sentido,) expresa una vez más el sentido del apóstol de sorpresa e indignación (cf. 1:6). Los gálatas eran ciegos a la realidad espiritual[3]

d- La única explicación de ello tenía que ser que un mago hubiera arrojado un hechizo sobre ellos—¿quién os fascinó? Lo que hacía su ceguera espiritual aún más sorprendente era el hecho de que Jesucristo había sido presentado claramente (prographo, públicamente descrito), delante de sus mismísimos ojos como crucificado[4]

II Con la claridad de una proclamación pública[5]

a- Esto solo quiero saber de vosotros (2). La pregunta de si el mensaje de Pablo—la salvación por la fe sin las obras de la ley—era la verdad o no, podía ser contestada fácilmente. Todo lo que se necesitaba para ello era saber (lit., descubrir) una cosa de la propia experiencia de ellos. ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?[6]

b- Pablo les pide que echen un vistazo a sus propios corazones y recuerden lo que les ha acontecido. Cuando Pablo les había anunciado el evangelio, ellos habían recibido el Espíritu, y obviamente lo habían sabido. La pregunta que les hace ahora es: ¿Cómo lo habían recibido? Las alternativas que él les propone son las antítesis principales de la epístola: las obras de la ley (simbolizadas por la circuncisión) y el oir con fe.[7]

III Pablo una vez más hace alusión a sus insensatas acciones[8]

a- Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? (3). La pregunta del versículo anterior es rápidamente contestada; los gálatas recibieron el Espíritu por la fe. Los contrincantes de Pablo no podían demostrar con éxito que las obras de la ley eran esenciales para el comienzo de la vida cristiana. Así que su argumento era que la circuncisión era necesaria para completar la vida cristiana. Por lo tanto Pablo pregunta si lo que se principió por el Espíritu puede ser terminado en la carne. [9]

b- ¿Es posible que la nueva vida que principia cuando la persona recibe el Espíritu de Dios, que viene a obrar en el corazón humano, alcance su plenitud mediante un rito legalista hecho en el cuerpo del creyente? La contestación tiene que ser: no. Pablo conocía un camino mejor hacia la perfección y la plenitud cristianas.

¿Es posible que la nueva vida que principia cuando la persona recibe el Espíritu de Dios, que viene a obrar en el corazón humano, alcance su plenitud mediante un rito legalista hecho en el cuerpo del creyente? La contestación tiene que ser: no. Pablo conocía un camino mejor hacia la perfección y la plenitud cristianas.

IV “La Santidad en Gálatas” es presentada bajo tres aspectos: (1) La crucifixión del yo carnal, 2:20; (2) La senda a la perfección, 3:2–3; (3) El fruto del Espíritu, 5:22–23 (Ralph Earle).

“La Santidad en Gálatas” es presentada bajo tres aspectos: (1) La crucifixión del yo carnal, 2:20; (2) La senda a la perfección, 3:2–3; (3) El fruto del Espíritu, 5:22–23 (Ralph Earle).

a- (1) La crucifixión del yo carnal, 2:20

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 2

20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí

b- La senda a la perfección, 3:2–3;

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 3

2Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? 3¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?

c- El fruto del Espíritu, 5:22–23

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 5

22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

25Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 5

16Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

V Aquel, pues, que os suministra el Espíritu

Aquel, pues, que os suministra el Espíritu

a- Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oir con fe? (5). Los participios presentes (suministra y hace) claramente indican que Pablo se está refiriendo aquí a la experiencia presente de los gálatas. Por lo tanto, él reconoce con mucho tacto que, cuando menos por el presente, la vida espiritual de los gálatas continúa. ¿Qué opinión tenían en cuanto al Dios que diariamente les ministraba el Espíritu, y quien a través de ese Espíritu hacía milagros diariamente entre ellos? ¿Eran tales ministerios las obras de la ley, o por el oir con fe?

Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oir con fe? (5). Los participios presentes (suministra y hace) claramente indican que Pablo se está refiriendo aquí a la experiencia presente de los gálatas. Por lo tanto, él reconoce con mucho tacto que, cuando menos por el presente, la vida espiritual de los gálatas continúa. ¿Qué opinión tenían en cuanto al Dios que diariamente les ministraba el Espíritu, y quien a través de ese Espíritu hacía milagros diariamente entre ellos? ¿Eran tales ministerios las obras de la ley, o por el oir con fe?

Howard R. E. (2010). La Epístola a los Gálatas. En Comentario Bíblico Beacon: Gálatas hasta Filemón (Tomo 9) (pp. 61–62). Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones.