El Señor de la Mies

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Mateo 18.19 RVR60
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Una de las cosas que añoramos, cada día y en cada época, es una nueva revelación. Entonces, ¿Qué es revelación?
Realmente me refiero a ese asunto de conocer al Señor de la mies.
En la Iglesia es necesaria la revelación. El nivel de la revelación es el nivel de alcance y de impacto. Cuando hablamos de revelación estamos destacando la manera en que Dios se quiere mostrar; y esa revelación debe ir acompañada por la iluminación o el alumbrar del Espíritu Santo para que (nosotros- los destinatarios) podamos ver lo que él ha decidido mostrarnos.
Por lo tanto, lo primero es la intención de Dios y lo segundo es nuestra capacidad asistida por el poder de convicción del Espíritu.
Salmo
Salmo 51.17 RVR60
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Dios no busca creyentes de apariencia sino genuinos. Esa actitud genuina es lo que permite la revelación de Dios.
Efesios
Efesios 1.17 RVR60
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
Es que necesitamos es ese Espíritu de sabiduría y revelación.

La Era del Evangelismo

Estamos en la época del Evangelismo. Como nunca antes ¡la mies está lista!

Hay miles de vida entregandose al Señor. Estamos en la era de la intercomunicación y la Palabra de Dios ha sido posible predicarla a rincones inimaginables.
La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos rastrea las ubicaciones de casi 5.000 millones de teléfonos celulares cada día en el extranjero, incluso algunos que pertenecen a ciudadanos estadounidenses, reportó el diario The Washington Post.
El periódico dice que la agencia, conocida como NSA por sus siglas en inglés, recaba inadvertidamente los registros de ubicación en Estados Unidos junto con los miles de millones de registros que recolecta al intervenir los cables de las redes móviles mundiales.
El programa se detalla en documentos entregados al diario por el ex analista de sistemas de la NSA Edward Snowden.
Ello significa que la NSA puede rastrear los movimientos de casi cualquier teléfono celular en el mundo, además de rastrear a quien reciba llamadas desde ese celular.
Un portavoz de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional se negó a hacer comentarios sobre el reporte.
Los funcionarios de la NSA han dicho que ningún programa de la agencia recaba datos de celulares estadounidenses dentro de Estados Unidos. www.lavoz.com.ar/mundo/la-nsa-rastrea-5-mil-millones-de-telefonos-celulares-en-el-mundo.
Pensemos que, si existen aproximadamente siete billones de seres humanos, quiere decir que estamos muy cerca de la objetiva posibilidad de que, con el clic de un botón, todos puedan saber del Señor.
Es por eso que podemos sospechar que la promesa de , donde establece que “todo ojo le verá…”, pueda ser una realidad antes de su aparición en las nubes.
Marcos 13.26–27 RVR60
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
En 1960 había tres billones de personas en el planeta. Para el 2000 ya eramos seis billones de habitantes. Estamos en los casi 7 billones de seres humanos. Lo que quiere decir que hay más gente viva en el mundo que toda la que ha existido en ninguna otra generación, desde la creación de la humanidad.
En los últimos 50 años ha habido más gente salva que en los más de dos mil años desde que Cristo vino a la tierra. Estamos en una época incomparable. La mies está lista y Dios ya está listo. ¡Alistemonos nosotros!
Nos urge un fresco y renovado encuentro con el Dios que no quiere que ninguno perezca.
2 Pedro 3.9 RVR60
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
2 Pedro

Los des-ubicados del Reino

Quien tiene apatía por evangelizar carece del conocimiento de Dios. El Evangelio de . Encontramos tres perfiles de creyentes que, hasta el presente, entretejen la fisonomía de muchas congregaciones.
Jesús explicó el síndrome. Es un asunto de compatibilidad; ponen su vida en el arado y parece que van por un lado, pero realmente su corazón está en otra dirección. Disfrutan la salvación, pero no hablan de ella; cantan del amor, pero no quieren compartirlo; se dicen entregados al Señor, pero no prestos para hacer su voluntad.
La realidad es concluyente : No son aptos para el Reino. El significado de la palabra “apto” es “ubicado”. Seguidores del Señor, Creyentes Profesantes, fanáticos cristianos pero mal ubicados en el Reino.
Es vital destacar que hablamos mucho e impactamos poco. Y si impactamos y no hay transformación, entonces, no somos aptos.
Si queremos una visitación de Dios a nuestras naciones, alguien debe ir por delante preparando el lugar. Estamos llamados a ser los Juan el Bautista.
Si pedimos avivamiento debemos abrir el camino. Si Dios permitió que esta iglesia se abriera en este lugar es porque tiene planes con la gente de este lugar. Si le fue necesario pasar por Samaria era porque la mujer samaritana estaba allí.
Si queremos que Dios nos salpique de su presencia debemos acercarnos bien. Para que un lugar sea salpicado de Dios necesitamos gente empapada de su Espíritu.

Rogad al Señor de la Mies

Lucas 10.2 RVR60
Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
NO es un llamado a orar por la cosecha, él es el Señor de la Cosecha, nos llama a orar por los obreros para hacer el trabajo. Hay muchos campos blancos, pero tambien mucha gente ocupada en sus propias agendas. Hay muchas discusiones y las cosechas se pierden.
Para que podamos ir debemos doblar rodillas y nuestro dialogo con Dios nos permita conocer la dirección correcta de nuestros pasos. Esa ahí donde tiene lugar la gran revelación. NO olvidemos que una cosa es que Dios nos muestre sus obras y otra mayor que se muestre a sí mismo.
Los discípulos habían escuchado muchos nombres por el que se llamaba a Dios:
Jiré - el Señor provee
Nisi- el Señor es mi bandera
Shalom - El Señor es mi paz
Rafah - El Señor que te sana
Raah - El Señor es mi pastor
Sabaot - El Señor de los ejercitos
Tsidkenú - El Señor es mi justicia
pero deja claro que este no lo conocían los discípulos. “El Señor de la mies”.
En nuestra manera de ver a Dios destacamos el Jehová Sama “El Señor está presente”, pero el Señor de la Mies. Esta faceta de su Dios no la habían conocido.
Aquellas maneras de llamar a Dios se conocían e incluso se habían convertido en simples vocablos para identificar a alguien. Estaban concientes de que cada nombre estaba cargado de algún significado que reflejaba la misma naturaleza de Dios y una capacidad o poder y una esencia o ser.
Por eso sabemos que Dios es más que esos nombres y mucho más. Dios no se contiene en los nombres que le demos porque Dios es más que esos nombres.
Entonces, ¿qué parte de Dios tiene que ver con la cosecha? Dios no tiene cosas, sino que él es todo; y lo que fluye de él es lo que nos da y eso es. La cosecha es parte de su mente, de su corazón de sus propósitos. Dios quiere revelarnos esta faceta.
Rogad al Señor de la mies
Es el clamor que debemos realizar. El clamor constante debe ser “Señor de la cosecha, hoy vengo a ti con esta carga”. Cualquiera que lo haga se encontrará en medio de los campos blancos, listos; nunca volverá a pasar por el lado de una espiga sin levantarla.
En estos tiempos hay indiferencia hacia los perdidos que caracteriza a algunos que dicen “conocer a Dios”. Por eso ya no predican sobre ir a evangelizar. Esto ocurre porque no han conocido el Señor de la mies.
Es bueno que las iglesias crezcan pero tiene que ir amarrado del amor a las vidas. Cuando amemos como Dios su compasión será nuestra canción.
No se trata de procesos novedosos y de estrategias lo que hace funcionar los programas de evangelismo, sino los encuentros cara a cara con el Señor de la mies.
Hay que clamar, hay que gemir, hay que rogar al Señor de la mies que sintamos lo que todavía no hemos sentido.
La compasión por los perdidos no llega como la descrga de datos en una computadora (download) simplemente por oprimir un botón o por motivar a los creyentes a evangelizar.
Para estos fines, es condición irremplazable el sentir del corrazón del Señor.
Mateo 9.35–38 RVR60
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Juan
Hay quien llora más porque Puerto Rico pierde un partido que porque una vida se pierde sin Cristo. ¿Qué nos pasa? Estamos desubicados.
Entonces, vamos a rogar al Señor de la mies.
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