Cómo debe discipular la iglesia

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La forma Correcta de hacer discípulos

El miércoles pasado entendimos que de alguna forma u otra estamos haciendo discípulos, con malos hábitos, sin convicciones, sin principios, sin tener un punto de refencia, o en el peor de los casos nosotros mismos somos ese punto de referencia, dando como resultado malos discípulos, en efecto malos cristianos dan como resultado mas, malos cristianos.
La función de la iglesia es llevar a la madurez a toda persona que so somete a la voluntad de Dios, y eso se hace a travez del discipulado.
pero este discipulado no es ajeno a ser cristiano, no debe existir una diferencia entre ser cristiano y discípulos de Jesucristo, muchos son solo cristianos de nombre, por que sus actos niegan rotundamente su pertenencia a Dios.
asi que debemos de recordar que para dar algo debemos tenerlo, y para el cristianismo, el ser tiene que ver mucho si pertenecemos.

Ser como Cristo

Filipenses 2.5–8 NTV
5 Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. 6 Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. 7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, 8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
LA HUMILDAD de Jesús lo llevo hacer lo que en su cultura era el trabajo de un esclavo, nosotros también debemos estar dispuestos a realizar en nuestro contexto cultural cualquier tarea, y a no considerarla servil ni degradante.
Juan 13.12–17 NTV
12 Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: —¿Entienden lo que acabo de hacer? 13 Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. 14 Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. 15 Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. 16 Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. 17 Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas.
jn

El Dios Humilde

Desde su nacimiento hasta su muerte, Jesucristo fue un ejemplo vivo de humildad. Él demostró esta virtud no sólo con palabras, sino con hechos. Su enseñanza fue completa, pues quienes escucharon sus parábolas y sermones pudieron también ver en acción lo que él decía.
Aun los profetas del Antiguo Testamento lo presentaron en su primera venida como un ejemplo.
Zacarías 9.9 NTV
9 ¡Alégrate, oh pueblo de Sión! ¡Grita de triunfo, oh pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él es justo y victorioso, pero es humilde, montado en un burro: montado en la cría de una burra.
predice su entrada triunfal a Jerusalén, diciendo: “… he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”. es la porción sobresaliente que presenta al Hijo de Dios como siervo, siendo objeto del sufrimiento y la humillación. Esto se manifiesta al considerar que “como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (). Con cuánta exactitud el profeta escribe utilizando casi las mismas palabras de Pablo y recalcando la misma lección de humildad y exaltación (53:12). Con toda autoridad, podía el Señor Jesús decir a sus discípulos: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (). La humildad siempre ha sido remunerada y bien vista por Dios. Él no rechaza al corazón contrito y humillado () pero sí resiste a los soberbios (). Él ha prometido exaltar a los humildes y humillar a los impíos (). En Biblia especifica tres remuneraciones a la humildad y al temor hacia Dios: riquezas, honra y vida. Estas tres jamás deberán ser el objetivo o lo que impulse a una actitud humilde; ellas son el resultado y cumplimiento de una promesa. El mismo Señor Jesús lo dijo en : “el que se humilla será enaltecido” y lo recalca al final de la parábola del publicano y el fariseo (). El fariseo orgulloso no fue premiado ni justificado como el publicano que humillado, reconoció su condición y necesidad.
es la porción sobresaliente que presenta al Hijo de Dios como siervo, siendo objeto del sufrimiento y la humillación. Esto se manifiesta al considerar que
Isaías 53.7 NTV
7 Fue oprimido y tratado con crueldad, sin embargo no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca.
).
Con toda autoridad, podía el Señor Jesús decir a sus discípulos:
Mateo 11.29 NTV
29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.
Con cuánta exactitud el profeta escribe utilizando casi las mismas palabras de Pablo y recalcando la misma lección de humildad y exaltación (53:12). Con toda autoridad, podía el Señor Jesús decir a sus discípulos: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” ().
).
La humildad siempre ha sido remunerada y bien vista por Dios.
La humildad siempre ha sido remunerada y bien vista por Dios. Él no rechaza al corazón contrito y humillado () pero sí resiste a los soberbios (). Él ha prometido exaltar a los humildes y humillar a los impíos ().
Él no rechaza al corazón contrito y humillado () pero sí resiste a los soberbios (). Él ha prometido exaltar a los humildes y humillar a los impíos ().
Proverbios 22.4 NTV
4 La verdadera humildad y el temor del Señor conducen a riquezas, a honor y a una larga vida.
Biblia especifica tres remuneraciones a la humildad y al temor hacia Dios: riquezas, honra y vida. Estas tres jamás deberán ser el objetivo o lo que impulse a una actitud humilde; ellas son el resultado y cumplimiento de una promesa.
Biblia especifica tres remuneraciones a la humildad y al temor hacia Dios: riquezas, honra y vida. Estas tres jamás deberán ser el objetivo o lo que impulse a una actitud humilde; ellas son el resultado y cumplimiento de una promesa.
El mismo Señor Jesús lo dijo en : “el que se humilla será enaltecido” y lo recalca al final de la parábola del publicano y el fariseo
Lucas 18.14 NTV
14 Les digo que fue este pecador —y no el fariseo— quien regresó a su casa justificado delante de Dios. Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados».
El fariseo orgulloso no fue premiado ni justificado como el publicano que humillado, reconoció su condición y necesidad.
La humildad no es un simple ornamento del cristiano, sino una parte esencial de la nueva criatura. Es una contradicción ser un individuo santificado o un verdadero cristiano, y no ser humilde.
El fariseo orgulloso no fue premiado ni justificado como el publicano que humillado, reconoció su condición y necesidad.
La humildad no es un simple ornamento del cristiano, sino una parte esencial de la nueva criatura. Es una contradicción ser un individuo santificado o un verdadero cristiano, y no ser humilde.
Richard Baxter
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Humildad sincera
La humildad en la Biblia significa tener una idea correcta de nosotros mismos y de nuestro carácter. Una persona humilde está lista a sufrir una deshonra tal como la que su naturaleza pecadora merece.
El corazón humano es orgulloso, y el orgullo induce a los hombres a ocultar los rasgos viles de su carácter.
Pero una persona humilde en el sentido en que la Biblia describe la humildad, confiesa ser totalmente indigna, depravada y moralmente deforme.
El ánimo natural del hombre es orgulloso, pero este orgullo es dominado cuando la vida espiritual está presente en una persona.
A un cristiano no le molesta el saberse absolutamente dependiente de Dios.
¡A veces se siente más como un gusano que como un hombre! Enteramente igual que un niño pequeño depende del cuidado y del afecto de sus padres, así también un hijo humilde de Dios es dependiente de El para hallar provisión y sostén.
Una persona espiritualmente viva se da cuenta de su propia indignidad, lo mismo que de su absoluta dependencia de Dios. Se ve a sí misma como un siervo inútil y a menudo se apodera de él un sentimiento similar al del hijo pródigo cuando dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra tí, y ya no soy digno de ser llamado tú hijo.” ()
El cristiano sabe que no merece ningún bien y se da cuenta de que Dios es misericordioso al no castigarlo. No sería capaz de quejarse aun cuando Dios lo humillase enteramente; pues está de acuerdo con la justicia divina que lo condena. Pero al mismo tiempo adora y bendice la gracia que le rescata de tal condenación.
Esta humildad no es simplemente una abstracción sino una experiencia. Cuando un pecador humillado y arrepentido se pone en la presencia de Dios, queda abrumado por la conciencia de su imperfección; ve su propia corrupción moral y se avergüenza de ella; se siente con la necesidad de mandar muy lejos todo su orgullo y venir a ser como nada ante los ojos de Dios. Es feliz de postrarse a los pies del Señor y de permanecer en esa posición durante toda la vida.
¿Qué es humildad?
La palabra humildad tiene dos significados:
• Un espíritu de respeto, deferencia y mansedumbre (una característica positiva)
• Un espíritu de insignificancia, de subordinación y de inferioridad (una característica negativa).
En griego, la palabra tapeinos significa “humilde de espíritu o manso”.
En el Nuevo Testamento la humildad casi siempre tiene una connotación positiva, pues comunica bajeza (en el buen sentido) o humildad de mente.
Mateo 18.4 NTV
4 Así que el que se vuelva tan humilde como este pequeño, es el más importante en el reino del cielo.
(
II. Características
Percepción secular del orgullo El corazón humilde conforme a las Escrituras
El corazón humilde conforme a las Escrituras
• Nunca admita una debilidad.
Deléitese en sus debilidades.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. ()
Exija sus derechos.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. ()

¿Qué es humildad?

La palabra humildad tiene dos significados:

• Un espíritu de respeto, deferencia y mansedumbre (una característica positiva)

• Un espíritu de insignificancia, de subordinación y de inferioridad (una característica negativa).

En griego, la palabra tapeinos significa “humilde de espíritu o manso”.

En el Nuevo Testamento la humildad casi siempre tiene una connotación positiva, pues comunica bajeza (en el buen sentido) o humildad de mente.

“Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”.

(Mateo 18:4)

II. CARACTERÍSTICAS

PERCEPCIÓN SECULAR DEL ORGULLO

EL CORAZÓN HUMILDE CONFORME A LAS ESCRITURAS

• Nunca admita una debilidad.

• Deléitese en sus debilidades.

“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2 Corintios 12:10)

• Exija sus derechos.

• Renuncie a sus derechos personales.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. (Filipenses 2:5–8)

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