No Abusen (Gálatas XIII)
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Libertad significa amor, no libertinaje
Libertad significa amor, no libertinaje
gálatas 5.13-19
13 Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor. 14 Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», 15 pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.
13 Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor. 14 Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», 15 pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.
16 Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. 17 La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones, 18 pero cuando el Espíritu los guía, ya no están obligados a cumplir la ley de Moisés.
galatas 5.13-
Hemos visto a lo largo de Gálatas que es extremadamente fácil perder nuestra libertad volviendo sigilosamente al legalismo y a la justicia por obras.
Realmente ese es todo el argumento de la carta de Pablo. Aunque los cristianos profesen de manera intelectual una creencia en el evangelio, no siempre viven de una manera basada en el evangelio.
Pero ahora Pablo aborda el otro error principal en que los cristianos que pueden caer: no en el legalismo, sino en la licencia.
Reincidir en guardar las reglas significa que perdemos nuestra libertad, pero caer en la permisividad significa que abusamos de nuestra libertad.
Hemos visto que la libertad del evangelio es la libertad que quita la culpa del pecado y que carcome libertad. Hemos visto que la libertad del evangelio es la libertad que quita la culpa del pecado y que carcome la motivación para pecar.
Pero Pablo sabe que un vocablo tal como “libertad” puede ser muy engañoso para las personas.
Él sabe que cuando habla de ser “libre de la ley”, algunos inmediatamente piensan que esto significa que las personas ahora son libres para determinar sus propios estándares de comportamiento.
¡Y es entonces cuando dice en términos muy claros que el evangelio no te da libertad para pecar!
13 Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.
Habiendo tratado anteriormente el tema de la libertad
4 Incluso esa cuestión surgió sólo a causa de algunos que se dicen cristianos —falsos cristianos en realidad—, que se habían infiltrado entre nosotros. Se metieron en secreto para espiarnos y privarnos de la libertad que tenemos en Cristo Jesús. Pues querían esclavizarnos y obligarnos a seguir los reglamentos judíos,
21 Díganme ustedes, los que quieren vivir bajo la ley, ¿saben lo que en realidad dice la ley? 22 Las Escrituras dicen que Abraham tuvo dos hijos, uno de la mujer esclava y el otro de su esposa, quien había nacido libre. 23 El nacimiento del hijo de la esclava fue el resultado de un intento humano por lograr que se cumpliera la promesa de Dios; pero el nacimiento del hijo de la libre fue la manera en que Dios cumplió su promesa.
24 Esas dos mujeres son una ilustración de los dos pactos de Dios. La primera mujer, Agar, representa el monte Sinaí, donde el pueblo recibió la ley que los hizo esclavos. 25 Y ahora Jerusalén es igual que el monte Sinaí, en Arabia, porque la ciudad y sus hijos viven bajo la esclavitud de la ley; 26 pero la otra mujer, Sara, representa la Jerusalén celestial. Ella es la mujer libre y es nuestra madre. 27 Como dijo Isaías:
«¡Alégrate, oh mujer sin hijos,
tú que nunca diste a luz!
¡Ponte a gritar de alegría,
tú que nunca tuviste dolores de parto!
¡Pues la mujer desolada ahora tiene más hijos
que la que vive con su esposo!».
28 Y ustedes, amados hermanos, son hijos de la promesa igual que Isaac; 29 pero ahora son perseguidos por los que quieren que cumplan la ley, tal como Ismael —el hijo que nació del esfuerzo humano— persiguió a Isaac, el hijo que nació por el poder del Espíritu.
30 ¿Pero qué dicen las Escrituras al respecto? «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la mujer esclava no compartirá la herencia del hijo de la mujer libre».
21 Díganme ustedes, los que quieren vivir bajo la ley, ¿saben lo que en realidad dice la ley?
1 Por lo tanto, Cristo en verdad nos ha liberado. Ahora asegúrense de permanecer libres y no se esclavicen de nuevo a la ley.
galatas 4.21-
Pablo siente que es necesario darle más de atención al asunto, y esto, puede suponerse, por dos razones principalmente:
a. la acusación de los judaizantes, a saber, que el rechazo por parte de Pablo de la ley como requisito para la salvación conduciría a desorden, y b. la presencia de residuos de vicios paganos en los corazones y las vidas de los gálatas, la mayoría de los cuales fueron paganos.
La religión cristiana se asemeja a un angosto puente que cruza sobre un lugar donde se encuentran dos ríos contaminados: uno es el legalismo y el otro el libertinaje.
El creyente no debe perder su equilibrio para que no caiga dentro de las faltas refinadas (¿?) del judaísmo por un lado ni en los groseros vicios del paganismo por el otro.
Debe seguir por el camino seguro y angosto. Sea que fueren de buen tono o grotescos, ambos vicios son producto de “la carne”, esto es, de la naturaleza pecaminosa del hombre.
Dado que el apóstol había dedicado una gran parte de su carta a la tarea de combatir el exclusivismo, la arrogancia, la autojusticia y el orgullo, etc. del judaísmo, ahora dirige la atención de los gálatas y de todos los que en aquel tiempo y ahora leen estas advertencias hacia aquellos pecados que, aunque también presentes en cierta medida entre los judíos, eran especialmente notorios entre los gentiles.
Pablo estaba totalmente consciente de que, a pesar de que los gálatas ahora eran “hermanos” en Cristo, todavía estaban plagados y acosados por las siniestras influencias de su herencia contaminada, de sus malas costumbres de mucho tiempo, y de su medio ambiente corrompido. Hablando en forma general, la santificación no termina todo su trabajo en un solo día.
Convertir la libertad en libertinaje es un mal impregnado en la naturaleza pecaminosa del hombre. Es tan fácil interpretar la libertad como “derecho a pecar”, y construir la libertad como si fuera “el privilegio de hacer todo lo que nuestro corazón malo quiera hacer”, en vez de concebirla como la capacidad y el deseo impartidos por el Espíritu Santo de hacer lo que uno debe hacer.
13 Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.
a
Cuando Pablo previene a los gálatas que no conviertan la libertad en una oportunidad para la carne, sino que se sirvan los unos a otros por amor, él coloca el servicio en contra del egocentrismo, lo positivo contra lo negativo. El vicio sólo puede ser vencido por la virtud, la cual es un don del Espíritu y la responsabilidad del hombre.
14 Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»,
Pablo esta citando las palabras de Jesús,
39 Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 40 Toda la ley y las exigencias de los profetas se basan en estos dos mandamientos.
Por tanto, el amor es tanto el resumen la realización práctica de toda la ley moral dada por Dios, vista como una unidad.
Pablo enseña siempre que aunque sería un grave error decir que el pecador debe amar a Dios y a su prójimo para poder ser salvo, es del todo cierto que el “santo” salvado por gracia, a causa de una profunda gratitud por (y a fuerza de) esta salvación ama a Dios y a su prójimo.
Aunque el amor y las obras que el amor produce no deben ser considerados como condiciones previas para la salvación, con todo son muy importantes como frutos de la obra del Espíritu Santo en el corazón del hombre.
Una vez que se entiende esto, llega a ser evidente que Pablo es completamente consecuente cuando, por un lado, mantiene que el creyente no está bajo la ley, mas sin embargo, por el otro, hace énfasis en que “obedece la ley de Cristo”
21 Cuando estoy con los gentiles, quienes no siguen la ley judía, yo también vivo independiente de esa ley para poder llevarlos a Cristo; pero no ignoro la ley de Dios, obedezco la ley de Cristo.
).
2 Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo.
; y véase ).
La Iglesia dividia
galatas 5.15
15 pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.
c
En este versículo 15 las personas—¡miembros la de iglesia!—son descritas en el acto de precipitarse sobre los demás como bestias salvajes.
La violencia y su resultado funesto son descritos mediante una serie ascendente de actos horripilantes: se muerden unos a otros, “comiéndose unos a otros”, y si persisten, serán totalmente consumidos los unos por los otros.
Obedecen los dictados de su hombre viejo, y se asemejan a la naturaleza, a la bestia bruta “con diente y uña”.