LA PUERTA DE LA VIDA

INTRODUCCIÓN: En su evangelio, Juan elige siete expresiones importantes de nuestro Señor, que prueban su aseveración de ser el Hijo de Dios. Todo lo basa en el gran nombre de Dios que le fue revelado a Moisés en la zarza ardiente. Cuando Moisés se acercó para conocer su secreto, Dios le habló desde la zarza, y le dijo: YO SOY EL QUE SOY. Dios revela así su naturaleza auto existente y eterna. Nosotros solo podemos decir: “Yo seré el que fui”, porque nuestra presente pasa continuamente. Pero Él es Eterno, existe en un continuo presente fuera del tiempo. Ahora bien, Jesús escoge esta expresión y con siete ilustraciones, que son símbolos simples, pero profundos, nos revela más de Él mismo y nos permite conocer más profundamente a Dios.

Yo soy el pan de vida: Soy el sustentador de la vida, el que llena la vida.

Yo soy la luz del mundo: Soy el que ilumina la vida, el que explica todas las cosas, el que arroja luz sobre todos los misterios y enigmas de la vida y los resuelve.

Yo soy la puerta: Soy la única entrada que lleva a la vida eterna. Es el camino abierto.

IDEA PRINCIPAL: La ilustración de la puerta sirve para revelar la identidad, y la misión de Jesús como la exclusiva provisión de Dios para admitir a los hombres en la seguridad de la salvación eterna y en la “salvación” en cada día de sus vidas.

INTRODUCCIÓN:

El ciego de nacimiento.

Los vecinos (v.8) – Los fariseos (v.13) – Los padres (v.18) – Los judíos (v.23) finalmente le expulsaron (v.34).

Este es el último discurso público de Jesús. En la zona del templo. Y como resultado de este discurso en el que los judíos comprenderán claramente que Jesús al tomar la figura del pastor, está asumiendo la identidad divina, le quieren apedrear (10.33; 39).

Dios considerado como el buen pastor en el ; ;

Luego están los falsos pastores en y : .

Lectura: LA PUERTA DE LA VIDA

En este capítulo encontramos tres puertas.

1ª PUERTA: ISRAEL COMO NACIÓN (10.1-6) Señala al REDIL

2ª PUERTA: EL SISTEMA RELIGIOSO JUDÍO (10.7-10) Señala al REBAÑO

3ª PUERTA: LA ÚNICA PUERTA DE SALVACIÓN (10.9) Señala al ALIMENTO

1. PRIMERA PUERTA: ISRAEL COMO NACIÓN (1-6) Esto queda aclarado en el v.16 al hablar de otro redil. El es el pastor auténtico que saca las ovejas y las guía. Es una alegoría. En los pueblos de la región había grandes rediles donde las ovejas pernoctaban. Todos los rebaños mezclados. Había un portero que era el encargado de abrir y cerrar la puerta para que los pastores metieran y sacaran sus rebaños de ovejas. Ellas respondían a la voz de su pastor. No saldrían tras el llamado de un extraño. El portero tampoco la abriría, por lo que siendo ladrón o salteador debería acceder al redil saltando por otra parte, no por la puerta oficial.

LA IDENTIDAD DE JESÚS. Él era el auténtico pastor. Aquí debemos recordar que Jesús usa esta alegoría continuando la conversación del capítulo anterior en que los fariseos la habían preguntado si ellos eran también ciegos. Quería mostrar la absoluta incapacidad de los fariseos para ser maestros y pastores de los judíos, porque no habían ocupado su puesto con el espíritu adecuado y con una comprensión correcta de la obra que tenían que hacer. Este es uno de los veinticuatro lugares del Evangelio según Juan donde aparece la doble repetición de la expresión “de cierto”. Aquí, como sucede en los demás lugares, es la antesala de algo de una importancia y solemnidad superiores a lo habitual.

V. 3: [A éste abre el portero, etc.]. Todo este versículo tiene el propósito de mostrar la naturaleza del verdadero pastor de ovejas en cuatro aspectos: a) El portero le abre la puerta al saber por sus pasos y la forma de acercarse que es un amigo y no un enemigo. b) Las ovejas reconocen su voz y escuchan lo que dice. c) Al conocer a su rebaño de forma individual, llama a cada oveja por su nombre propio. d) Les muestra dónde hallar alimento con el deseo diario de procurar su salud y bienestar. Los cuatro aspectos le diferencian del ladrón y el salteador.

V. 6: [Esta alegoría les dijo Jesús]. El término “alegoría” manifiesta que este pasaje debe interpretarse como un cuadro de cosas espirituales y que debe tratarse con sumo cuidado y no ser interpretado de forma demasiado literal. La palabra griega que utiliza Juan y se traduce como “alegoría” no se utiliza en ningún otro Evangelio.

[Pero ellos no entendieron […] les decía]. Parece que los fariseos fueron incapaces de ver la aplicación de la parábola. Esto resulta curioso cuando recordamos la rapidez con que vieron que la parábola de los labradores que mataron al heredero de la viña se aplicaba a ellos. Pero no hay nada que parezca cegar tanto los ojos de los hombres como el orgullo del cargo. El engreimiento por sus conocimientos les vendaba los ojos y les impedía ver que ellos, que pretendían ser dirigentes y maestros de los rebaños judíos, no eran pastores, sino “ladrones y salteadores” que hacían más mal que bien. No veían que el principal impedimento para el desempeño de sus funciones era su desconocimiento de Cristo y su falta de fe en Él. No veían que no se podía esperar que una verdadera oveja de Cristo los siguiera o escuchara y obedeciera su doctrina. Por encima de todo, no veían que al excomulgar al pobre ciego al que había curado nuestro Señor únicamente estaban dejando de manifiesto que eran “ladrones y salteadores” y que estaban perjudicando a alguien a quien debían haber ayudado.

iv. ¿Qué sucede con nosotros? ¿Cómo respondemos a la identidad de Jesús? ¿Tenemos claro quién es él?

SEGUNDA PUERTA: EL SISTEMA RELIGIOSO JUDÍO (7-10) Yo soy la puerta de las ovejas. Otros ofrecieron salidas falsas. Aquí se trata del aprisco en las montañas o en el campo. Sea un cerco de piedras o de ramas espinosas colocadas en círculo, las ovejas pasan la noche dentro, pero como no existe una puerta natural, el pastor se acuesta en la entrada y así el mismo hace de puerta de las ovejas. El judaísmo era el redil. Cristo es el camino, la puerta para que la gente dejara el antiguo sistema religioso y hallaran nueva vida.

LA MISIÓN DE JESÚS (7-9). [De cierto, de cierto os digo]. Una vez más se utiliza esta expresión solemne; y nuevamente va dirigida a los mismos oyentes, los fariseos. [Yo soy la puerta de las ovejas]. Aquí tenemos una exposición clara. Jesús declara aquí que Él mismo es la Puerta a través de la cual deben pasar, por medio de la fe en ella si quieren entrar en el redil de Dios: “Todas las ovejas deben pasar a través de mí si quieren unirse al rebaño de Dios”. ¡Esta elevada declaración de su dignidad debió de sorprender tremendamente a los fariseos! Difícilmente se puede concebir una declaración más elevada. Nadie salvo el Mesías divino podría haber utilizado una frase semejante. Ningún profeta o apóstol lo hizo jamás. A primera vista parece extraño que nuestro Señor diga “Yo soy la puerta de las ovejas” y no simplemente “la puerta”. Pero creo que tiene el propósito de enseñar que la Puerta es más para beneficio de las ovejas que del pastor.

Salteadores y ladrones: Comenta Calvino: “Que ningún hombre se inquiete ante la idea de que ha habido maestros en todas las épocas que no se han preocupado en absoluto de llevar a los hombres a Cristo, Cristo declara expresamente que no importa cuántos haya habido que se ajusten a esta descripción o desde cuándo hayan existido. Solo hay una Puerta, y todos los que no la utilicen e intenten hacer brechas y aberturas en los muros son ladrones”. Lightfoot piensa que nuestro Señor hace referencia a los fariseos, saduceos y esenios, que habían extraviado a los judíos desde antes de la venida de Cristo, y que ellos eran los tres falsos pastores cuya expulsión definitiva se predice en . La expresión “no los oyeron las ovejas” tiene que significar que, para cuando nuestro Señor llegó a la Tierra, los creyentes verdaderos como Simeón, Ana y otros habían dejado de confiar en los maestros nombrados por los judíos y eran como ovejas sin pastor.

TERCERA PUERTA: LA PUERTA DE SALVACIÓN (9) Las ovejas entran y salen, lo cual habla de libertad, tienen vida eterna y disfrutan los pastos de la palabra de Dios. Observa Musculus que nuestro Señor no dice: “Si algún hombre culto, justo, noble o rico entrare por mí”, sino: “El que por mí entrare”, independientemente de lo grande, pequeño o malvado que haya sido en el pasado; “el que por mí entrare” se salvará. La expresión “entrará, y saldrá” implica el hábito de utilizar una morada con familiaridad y tratarla como un hogar. Es un hebraísmo. Expresa de manera muy hermosa la comunión habitual y la feliz relación con Cristo de que disfruta todo verdadero creyente (cf. , ; ; ).

LA PROVISIÓN DE JESÚS. “Hallará pastos” representa la satisfacción, el consuelo y la renovación del alma que experimentará todo aquel que utilice a Cristo como la Puerta para llegar al Cielo. Evidentemente, está implícito el , etc.

Comenta Burgon: “Las palabras finales describen la seguridad y el gozo que son privilegio del pueblo de Dios. Entrar y salir representa las ocupaciones cotidianas: es descansar y trabajar, el comienzo y el fin de toda obra. La frase hebrea denota toda la vida y cotidianidad de una persona. Las promesas relacionadas con esto parecen implicar que, en su caminar por el mundo, quizá por el camino polvoriento del mundo y en su mercado abarrotado, el pueblo de Dios hallará apoyo espiritual y consuelo, esto es, alimento para sus almas, que el mundo desconoce.

Jesús provee salvación.

Jesús provee seguridad.

Jesús provee sustento.

Otra vez Jesús declara de Sí mismo: Yo soy la puerta (9), pero esta vez para describir los beneficios que llegan a aquel que entra. El que por mí entrare, será salvo, y entrará, y saldrá, y hallará pastos (9). Ahora es asunto de vida y muerte para las ovejas. La verdadera y única entrada significa vida—salvación, seguridad, sostén. Pero en el camino falso acecha la muerte, porque el ladrón no viene sino a hurtar y matar y destruir (10)—perdición, muerte, destrucción. Contra este fondo se yergue el tema supremo del evangelio—vida abundante mediante la fe en Cristo. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. La totalidad del propósito de la misión de Jesús fue impartir vida (20:31), y que esa vida fuera de calidad suprema (eterna) tanto como infinita en cantidad (cf. 1:16; 2:6 ss.; 4:14; 6:13; 7:38).

El propósito y plan de Dios fue no sólo salvar al hombre de la muerte, destrucción y condenación, sino hacerlo santo, “conformes a la imagen de su Hijo” (). Tal propósito podía ser obtenido solamente de una manera, por la muerte voluntaria de Jesús. Sencillamente porque Él es el buen Pastor, su vida da por las ovejas (11). Literalmente el buen Pastor podría traducirse: “El Pastor, el bueno.” Su bondad sobresale tanto que Él está singularizado—no hay otro pastor como El. Algunos han preguntado: ¿Cómo pudo Cristo llegar a ser Puerta y Pastor? Pero eso es forzar la parábola en sus detalles, porque con seguridad Él es la Puerta del redil, la única Entrada a la vida, y Él es el Pastor de las ovejas, el Único que tiene tanto cuidado de ellas que da su vida por las ovejas (cf. 6:51).

Mayfield, J. H. (2010). El Evangelio Según San Juan. En Comentario Bíblico Beacon: Juan hasta Hechos (Tomo 7) (p. 131). Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones.

No sabemos como continuó la historia del que había sido ciego desde su nacimiento. La última imagen que tenemos de él, es adorando a los pies de Jesús. Sus ojos habían contemplado al Salvador. Sus oídos habían reconocido la voz del Buen Pastor, su corazón por la fe había traspuesto la Puerta de la vida. Le encontraremos en el cielo un día y nos dará más detalles de su maravillosa experiencia, gozando de la abundancia de vida en Cristo.