Lección #3 La Salvación
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LECCIÓN #3 | SALVACION POR GRACIA MEDIANTE LA FE
I. EL ESTADO DEL HOMBRE
I. EL ESTADO DEL HOMBRE
• La naturaleza del Pecado.
1. Cualquier cosa que hagamos que Dios halla dicho que no podemos hacer ()
1. Cualquier cosa que hagamos que Dios halla dicho que no podemos hacer ()
4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
2. Cualquier cosa que Dios nos halla dicho que hagamos y no lo hacemos “Así que comete pecado todo el que saber hacer bien y no lo hace” ()
2. Cualquier cosa que Dios nos halla dicho que hagamos y no lo hacemos “Así que comete pecado todo el que saber hacer bien y no lo hace” ()
17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
3. Pensamientos Erróneo “Las intrigas del necio son pecado” ()
3. Pensamientos Erróneo “Las intrigas del necio son pecado” ()
9 El pensamiento del necio es pecado, Y abominación a los hombres el escarnecedor.
4. Cualquier palabra que no debamos decir- “porque por tus palabras se te absolverá y por tus palabras se te condenará” ()
4. Cualquier palabra que no debamos decir- “porque por tus palabras se te absolverá y por tus palabras se te condenará” ()
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
• El hombre es pecador (; )
• El hombre es pecador (; )
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
• El hombre no se puede salvar a sí mismo ()
• El hombre no se puede salvar a sí mismo ()
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
II. DIOS ES MISERICORDIOSO Y JUSTO
II. DIOS ES MISERICORDIOSO Y JUSTO
A. Dios es misericordioso, por tanto, ÉL no nos quiere castigar.
A. Dios es misericordioso, por tanto, ÉL no nos quiere castigar.
1. “Muy cercano esta para salvar a los que le temen” ()
1. “Muy cercano esta para salvar a los que le temen” ()
9 Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra.
2. Dios es amor” (, )
2. Dios es amor” (, )
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
3. “...pues El quiere que todos sean salvos...” (; )
3. “...pues El quiere que todos sean salvos...” (; )
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
B. Dios es justo, por ende, El tiene que castigar el pecado.
B. Dios es justo, por ende, El tiene que castigar el pecado.
1. El castigará al culpable. ()
1. El castigará al culpable. ()
7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
2. Todos son condenados por la ley (; )
2. Todos son condenados por la ley (; )
9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
14 Su boca está llena de maldición y de amargura.
15 Sus pies se apresuran para derramar sangre;
16 Quebranto y desventura hay en sus caminos;
17 Y no conocieron camino de paz.
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
3. Él es el justo y quien justifica a los de la fe en Cristo ()
3. Él es el justo y quien justifica a los de la fe en Cristo ()
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
III. LA SALVACION ES REGALO GRATUITO (y no es merecido)
III. LA SALVACION ES REGALO GRATUITO (y no es merecido)
• La salvación no puede ser ganada ()
1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,
7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.
8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
1. El regalo de salvación es disponible por medio de Jesucristo () La salvación es un regalo de Dios, no de acciones () “¡Gracias a Dios por su don inefable!” ()
1. El regalo de salvación es disponible por medio de Jesucristo () La salvación es un regalo de Dios, no de acciones () “¡Gracias a Dios por su don inefable!” ()
15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!
IV. CRISTO – EL SALVADOR
IV. CRISTO – EL SALVADOR
A. Cristo murió en la cruz y resucitó para pagar la penalidad de nuestros pecados ()
A. Cristo murió en la cruz y resucitó para pagar la penalidad de nuestros pecados ()
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
1. Cristo murió por los pecados una vez por todas () El se Hizo pecado por nosotros ()
1. Cristo murió por los pecados una vez por todas () El se Hizo pecado por nosotros ()
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
2. Jesucristo es el único camino a la salvación (; ; )
2. Jesucristo es el único camino a la salvación (; ; )
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
V. FE
V. FE
A. La fe es esencial ()
A. La fe es esencial ()
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
• La fe es el sentido de la salvación ()
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
B. Que no es la fe:
B. Que no es la fe:
1. Algo meramente intelectual.
1. Algo meramente intelectual.
2. Una creencia o emoción meramente temporal.
2. Una creencia o emoción meramente temporal.
C. Que es la fe:
C. Que es la fe:
1. Confiar solamente en Cristo para la vida eterna (; )
1. Confiar solamente en Cristo para la vida eterna (; )
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
• La fe nace escuchando la palabra de Dios ()
• La fe nace escuchando la palabra de Dios ()
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
D. La Fe Salvadora
D. La Fe Salvadora
1. Conocimiento
2. Asentamiento.
3. Confianza
La Escritura nos revela en términos claros que la justificación se basa únicamente en la gracia de Dios mostrada de manera suprema en el sacrificio de Cristo en la cruz por nosotros (, ).
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
También nos enseña que esa justificación se obtiene sólo por medio de la fe, sin hacer ninguna buena obra (, , ; ; ).
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Sin embargo, la Escritura también nos advierte en muchas ocasiones que hay una fe que no es genuina y que por tanto no resulta en justificación (reconocemos que es Cristo quien salva, no la fe).
Existe una fe no verdadera
Santiago nos muestra la verdad de que existe una fe falsa al decirnos: “¿De qué sirve hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?” (). Lógicamente, tal pregunta se debe responder de manera negativa.
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Lucas también nos alerta sobre la fe ficticia al escribir sobre Simón el mago, quien creyó y sin embargo permanecía “en hiel de amargura y en cadenas de maldad” (,).
13 También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.
Nuevamente encontramos el peligro de acercarnos a Cristo con una fe falsa en la parábola del sembrador. Hubo una semilla que cayó “sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad” ().
6 Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.
Nuestro Señor explicó que esta escena representa a aquellos que “cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíz profunda; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan” ()[i].
13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
Fe verdadera y fe falsa
Fe verdadera y fe falsa
Considerar que existen dos tipos de fe inevitable nos lleva a cuestionarnos: ¿Cuál es la diferencia entre ambas? ¿Cómo puedo distinguir entre la fe salvífica y una fe falsa, externa y superficial que deja al pecador sin perdón y vida eterna?
Los teólogos usualmente reconocen tres aspectos o elementos de la fe verdadera:
1. Conocimiento (notitia) – Elemento mental de la fe:
1. Conocimiento (notitia) – Elemento mental de la fe:
Este elemento se refiere al contenido de la fe, los datos o información que el pecador debe saber para poder ser salvo.
El pecador no puede ser salvo poniendo su fe en algo falso, aunque sea sincero en su creencia. Es por eso que debe tener conocimiento de quién es Cristo y de su obra en la cruz para salvar a los pecadores.
En otras palabras, este elemento tiene que con el objeto de nuestra fe.
2. Asentimiento (assensus) – Elemento emocional de la fe:
2. Asentimiento (assensus) – Elemento emocional de la fe:
El segundo elemento de la fe salvífica se conoce como asentimiento.
Primero, el pecador escucha el evangelio. Ahora, queda convencido de esa verdad y el corazón responde anhelando a Cristo para remediar su mal.
“Cuando uno abraza a Cristo por la fe, lo hace con profunda convicción de la verdad y de la realidad del objeto de la fe, siente que esa fe satisface en la propia vida una necesidad importante, y tiene conciencia de que en ello le va un interés absorbente…”
3. Confianza (fiducia) – Elemento volitivo de la fe:
3. Confianza (fiducia) – Elemento volitivo de la fe:
Este es el elemento que completa la fe salvífica. Es su punto culminante.
La verdadera fe no solo despierta la mente a la verdad del evangelio y tampoco se detiene al despertar en el corazón un deseo por Cristo, sino que también afecta nuestra voluntad.
El pecador, conociendo el glorioso evangelio de salvación (conocimiento), y deseando a Cristo como su mayor tesoro (asentimiento), ahora decide apropiarse de Cristo, recibiéndole como Señor y Salvador (confianza).
“… consiste en una confianza personal en Cristo como Señor y Salvador, incluyendo el sometimiento a Cristo del alma que se considera culpable y manchada, y que esta reciba y se apropie a Cristo como la fuente del perdón y de la vida espiritual”
Los dos primeros elementos son necesarios para la fe salvífica, pero no suficientes. El pecador es perdonado cuando, humillado, viene a Cristo y se apropia de Él con fe penitente (fe y arrepentimiento de pecados son dos caras de la misma moneda).
La fe genuina envuelve todo lo que somos
De manera que la fe verdadera envuelve la totalidad del ser (mente, corazón y voluntad) recibiendo todo lo que Cristo es.
Por supuesto que el pecador no tiene que estar consciente de estos tres elementos para venir a Cristo. Sin embargo, estos componentes están presentes en toda persona que se acerca a Cristo con fe sincera.
En cierta manera, experimentamos estos tres aspectos en el plano natural en nuestras vidas sin percatarnos de ello.
Cuando tenemos sed, tenemos conocimiento de que el agua puede remediar nuestro mal (mente/conocimiento). La convicción de nuestro conocimiento despierta nuestras emociones de manera que comenzamos a desear el agua para saciar nuestra sed (corazón/asentimiento) y finalmente vamos al refrigerador y nos apropiamos del agua para remediar el problema (voluntad/confianza). El mismo proceso ocurre cuando tenemos hambre.
Nuestra hambre y sed espiritual no son saciadas hasta que ejercemos nuestra voluntad para apropiarnos de Cristo.
Notemos los tres elementos de la fe genuina en los siguientes pasajes:
“Jesús les dijo: “Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.” ()
“El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.” ()
“El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.” ()
Conclusión
“ Cree en el Señor Jesús así tu serás salvo...” ()
En la Iglesia de Northside se cree que somos salvos solamente por la fe en Cristo, no por nada que nosotros hallamos hecho.
¿SE PUEDE PERDER LA SALVACIÓN?
2 Equipos o voluntarios … para presentar y defender la seguridad eterna.