Amor = Disciplina

Vision de la iglesia  •  Sermon  •  Submitted
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Muchas veces pensamos en el amor como algo gratificante, satisfactorio, etc. pero en realidad, el verdadero amor es todo eso y mucho más, no puede haber verdadero amor sin disciplina.

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texto:

Hebreos 12.5-
Hebreos 12.5–6 NTV
¿Acaso olvidaron las palabras de aliento con que Dios les habló a ustedes como a hijos? Él dijo: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor y no te des por vencido cuando te corrija. Pues el Señor disciplina a los que ama y castiga a todo el que recibe como hijo».

INTRODUCCIÓN:

Venimos hablando de la visión de la iglesia que es amar a Dios, amar al prójimo y hacer discípulos. Y todo esto por supuesto esta unido con el hilo del amor.
Pero pocas veces se relaciona el amor con la disciplina. Pareciera ser que la disciplina tiene más que ver con hacernos pagar por algo que hicimos mal.
La disciplina es el compromiso con cualquier método efectivo de desarrollo de habilidades o aptitudes o para seguir un determinado código de conducta u "orden".
La disciplina (en su forma más simple) es el compromiso con cualquier método efectivo de desarrollo de habilidades o aptitudes o para seguir un determinado código de conductau "orden".
El término «disciplina» puede tener connotaciones negativas. Esto es porque muchas veces ese orden se debe aplicar de una manera forzosa y puede sufrir alguna sanción.
También puede significar «autodisciplina», en el sentido de «hacerse discípulo de uno mismo», es decir, responder con tu actitud y conducta a ideales más altos.

1. HACER DISCÍPULOS.

La raíz de la palabra disciplina, es la misma que se usa para discípulo.
Porque justamente hacer un discípulo es instruir a una persona en una disciplina.
Esta clase de disciplina tiene mas que ver con corregir, instruir, encaminar, etc.
Mateo 28.19–20 RVR60
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:19-20
Osea que hacer discípulos se resume en “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”.
Es imposible hacer un discípulo sin disciplina. Es imposible amar sin disciplina.
2 Timoteo 3.16–17 RVR60
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2 Timoteo
2 Timoteo 4.2 NTV
predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza.

2. HIJOS DISCÍPULOS.

Proverbios 29.15 RVR60
La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Proverbios 23.13–14 NTV
No dejes de disciplinar a tus hijos; no morirán si les das unos buenos azotes. La disciplina física bien puede salvarlos de la muerte.
Proverbios 23.
Proverbios 23.13 NTV
No dejes de disciplinar a tus hijos; no morirán si les das unos buenos azotes.
Es necesario que todos los miembros de la familia y de la congregación entiendan el objetivo de la disciplina, especialmente quienes tienen autoridad, como los padres.
Proverbios 13.24 NTV
Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para disciplinarlos.
Es preferible sufrir al disciplinarlos, antes que sufrir por verlos tomar caminos de destrucción.
¿Cómo deben administrar la disciplina los padres?
Efesios 6.4 RVR60
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Los padres cristianos que comprenden el propósito de la disciplina no obrarán con dureza sino con amor.
¿Cómo deben administrar la disciplina los padres? La Biblia explica: “Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová” (). Dicha exhortación se vuelve a expresar con estas palabras: “Padres, no estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen” ().
Los padres cristianos que comprenden el propósito de la disciplina no obrarán con dureza. El principio que se expone en es aplicable a la forma en que los padres disciplinan. Pablo escribió: “El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar”. Dejarse llevar por la cólera y la histeria, gritar y hacer declaraciones insultantes y despectivas no es administrar disciplina amorosa, y tales acciones no tienen lugar en la vida del cristiano (;).
La corrección de los padres implica mucho más que imponer el castigo con rapidez y decisión.
En la mayoría de los casos, es necesario que repitan sus consejos vez tras vez a fin de corregir el modo de pensar de sus hijos. Por lo tanto, tienen que dedicar tiempo, ejercer paciencia y meditar en la manera como darán la disciplina.
Deben recordar que los hijos han de ser criados en “la disciplina y amonestación del Señor”, una formación que dura años, esto es discipulado.
Tenemos que hacer de nuestros hijos discípulos del Señor.

3. LOS HIJOS DE DIOS.

Proverbios 3.12 NTV
Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite.
Proverbios 3.11–12 NTV
Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni te enojes cuando te corrige. Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite.
Proverbios 29.15 RVR60
La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Hebreos 12.7–10 RVR60
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
Hebreos 12.7–11 RVR60
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Job 5.17 NTV
»¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso.
2 Timoteo 4.2 RVR60
que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
2 Timoteo 3.16–17 RVR60
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Hebreos 12.7-
La disciplina del Señor es un hecho que muchos cristianos lamentablemente no quieren ni siquiera mencionarlo.
Frecuentemente lamentamos nuestras circunstancias feas sin darnos cuenta de que éstas no sólo son las consecuencias de nuestro propio pecado, sino que también es una oportunidad para que la gracia y el amor del Señor se manifiesten disciplinandonos y corrigiéndonos para ser más como él.
), sin mencionar la destrucción del poder que ese pecado en particular tenía sobre ti.
2 Timoteo 3.6 RVR60
Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.
2 timoteo 3.16
Santiago 1.2–4 RVR60
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
La disciplina no debe confundirse con un castigo emanado de la dureza del corazón. La disciplina del Señor es una respuesta de Su amor por nosotros, y Su deseo para cada uno de nosotros es que seamos santos. “No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de Su corrección; porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.” (). Dios usará pruebas, sufrimientos, y varios predicamentos para traernos arrepentidos, de regreso a Él. El resultado de esta disciplina es una fe reforzada, y una relación con Dios renovada (), sin mencionar la destrucción del poder que ese pecado en particular tenía sobre ti.
, , y el relato sobre Ananías y Safira en . En cada uno de estos casos, el pecado resultó en muerte. Esto es extremo, pero definitivamente es algo que debemos considerar, antes de acostumbrarnos al pecado.
1 Corintios 10.6–10 RVR60
Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.
P
Si continúa la falta de arrepentimiento, el hábito, o una pecaminosidad “severa,” con frecuencia requerirá de un trato más severo. No perderás las recompensas que ganaste mientras estabas en el mundo, pero podrías ¡no estar más en el mundo! Lee lo que dice , , y el relato sobre Ananías y Safira en . En cada uno de estos casos, el pecado resultó en muerte. Esto es extremo, pero definitivamente es algo que debemos considerar, antes de acostumbrarnos al pecado.
1 Juan 5.16–17 RVR60
Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.
1 Corintios 11.28–30 RVR60
Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
, y el relato sobre Ananías y Safira en . En cada uno de estos casos, el pecado resultó en muerte. Esto es extremo, pero definitivamente es algo que debemos considerar, antes de acostumbrarnos al pecado.
2 timoteo 3.
y el relato sobre Ananías y Safira en . En cada uno de estos casos, el pecado resultó en muerte. Esto es extremo, pero definitivamente es algo que debemos considerar, antes de acostumbrarnos al pecado.
La disciplina del Señor trabaja para nuestro propio bien, para que seamos santificados y Él pueda ser glorificado en nuestras vidas
La disciplina del Señor trabaja para nuestro propio bien, para que Él pueda ser glorificado en nuestras vidas. Él quiere que exhibamos vidas de santidad, vidas que reflejen la nueva naturaleza que Dios nos ha dado: “…como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como Aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo.” (). Si pecamos sin arrepentirnos, podemos esperar el ser disciplinados. La penuria de la disciplina, sin embargo, es como la formación de un diamante en bruto, para que seamos refinados y fortalecidos. El ignorar la disciplina del Señor y continuar en pecado, llevará a más disciplina, mayor sufrimiento, y por último, aún la muerte.
Él quiere que exhibamos vidas de santidad, vidas que reflejen la nueva naturaleza que Dios nos ha dado.
1 Pedro 1.14–16 RVR60
como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
). Si pecamos sin arrepentirnos, podemos esperar el ser disciplinados. La penuria de la disciplina, sin embargo, es como la formación de un diamante en bruto, para que seamos refinados y fortalecidos. El ignorar la disciplina del Señor y continuar en pecado, llevará a más disciplina, mayor sufrimiento, y por último, aún la muerte.
Debemos recibir con gozo la disciplina de parte del Señor ya que si somos disciplinados es porque somos hijos amados por él.

CONCLUSIÓN:

DESARROLLO:

Hebreos 12.11 NTV
Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.

A

B

C

CONCLUSIÓN:

Hebreos 12.
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