Lo que debe saciar tu alma.
Introducción: 1. No hay justo( Rom 3:9), en tu condición y en mi condición no hay justicia, Cristo Jesús es nuestra justicia (Rom 5:1) de ahí partimos que la cuarta bienaventuranza es para aquellos que tienen hambre y sed de Cristo. Ahora, que es tener sed y hambre de Cristo?
Debes desear a Jesús en primer lugar.
Un buque puede ser cargado de oro hasta que se hunda y sin embargo, haber dejado espacio para poner diez tantos de la carga. Así el hombre avaro, aunque tenga lo suficiente para hundirse, no tiene nunca lo suficiente para estar satisfecho.
Debes desear a Jesús apasionadamente.
Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Debes desear a Jesús constantemente.
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche
CONCLUCIÓN
1A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. 2¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.