Felices los que lloran

Cómo ser felices  •  Sermon  •  Submitted
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El discurso inicial del ministerio de Jesús, nos enseña cómo vivir la felicidad que el Reino de Dios nos ofrece.

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Jesús inicia su ministerio hablando de la felicidad

El término griego usado por el escritor es Makarios que quiere decir feliz, dichoso, afortunado o también bendito.
Para los judíos no era desconocido la forma que Jesús uso para hablarles. Estaba relacionado con los profetas de Israel, que utilizaban una fórmula llamada oráculo (mensajes divinos) La forma judía de un oraculo de prosperidad o buenas noticias era precedido por la palabra “bienaventurado”. Para un judío el ser bendito significaba estar más cerca de la presencia de Dios.
La bendición hebrea es como lo que nos dice . Por lo tanto, estos terminos eran fáciles de comprender para los que escuchaban.

Jesús entiende nuestro dolor

Antes de ir a la cruz nuestro Señor vivió un momento de gran agonía y dolor
El nos comprende porque vivió un momento de gran dolor. En medio de su dolor Dios le envía ayuda En medio de su momento más dificil el consuelo de Dios llegó donde su Hijo amado. En medio de la oración y el clamor a Dios es cuando recibimos el consuelo para nuestro corazón.
¿en el sufrimiento hemos pensado en que estamos abandonados? Dios envía su consuelo de diversas maneras
Dios envía su consuelo de diversas maneras

En nuestro llanto Dios esta cerca

El SEÑOR está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado
¿en nuestro dolor hemos sentido que estamos abandonados?
él rescata a los de espíritu destrozado
Cristo vivió todo ese dolor para que cuando nosotros pasemos por el mismo lugar sepamos que Él estará cerca. No se va a ningún lado, se queda junto a ti.
Dios envía consuelo cuando usted llora.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.

El consuelo de Dios en el dolor

La consolación que menciona mateo, quiere decir alentar, confortar, infundir ánimo. Es lo que recibimos cuando experimentamos quebranto, llanto, dolor y Dios que está cerca, nos trae una recarga de fuerzas, de alegría.
Es importante comprender que el Señor no promete librar del dolor a los que hoy sufren, sino que promete traer fuerzas, aliento de lo alto para que sigas abrazando tu cruz y sigas caminando con ella.
Dios no quitará todos los valles, enemigos, ni problemas que enfrentaremos, pero si promete estar contigo.
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