El primer Salvador
La necesidad que tenemos de ser salvos
Lo que Dios esta haciendo para salvarnos
Esta manifestando su gracia sobre nosotros
Esta proveyendo un medio de salvación
Una gigantesca caja de estas dimensiones gozaría de una gran estabilidad en el agua, y sería imposible volcarla. El volumen del arca era de poco más que 41.000 metros cúbicos, una capacidad equivalente a 522 vagones cerrados de carga de ferrocarril, que podrían transportar 125.000 ovejas. Tenía tres pisos, cada uno de ellos de 4,5 metros de altura. Cada cubierta estaba dotada de varios aposentos (lit. “nidos”)
Esta asegurando un lugar para nuestro futuro.
Lo que el hombre esta respondiendo a Dios.
Creer en lo que Dios esta diciendo
Obedecer a lo que Dios nos esta ordenando
Esperar pacientemente mientras Dios esta actuando
Vivir por fe en las promesas que Dios nos esta haciendo
Como en otros casos, la leyenda añade muchos detalles a esta historia. El autor de Hebreos debe de haber conocido estas leyendas, que completarían su cuadro mental. Una de esas nos cuenta que Noé estaba en duda acerca de la forma que debía darle al arca, y Dios le reveló que tenía que modelarla como el cuerpo de un ave y hacerla de madera de teca. Noé plantó una teca que creció lo suficiente en veinte años para construir de ella toda el arca. Otra historia nos cuenta que, después que Dios le advirtió, Noé se construyó una campana de madera de metro y medio de altura, y la tocaba todos los días por la mañana, al mediodía y por la tarde. Cuando le preguntaron por qué lo hacía respondió: «Para advertiros de que Dios va a mandar un diluvio para destruiros a todos». Otra historia nos cuenta que, cuando Noé estaba construyendo el arca, la gente se reía de él y le tenía por loco; pero él les decía: «Aunque os riáis de mí ahora, llegará el día en que sea yo el que me ría de vosotros; porque os daréis cuenta a vuestra costa de Quién es el que castiga a los malvados en este mundo y les reserva más castigo en el mundo venidero». Tal vez por esto se llama a Noé «pregonero de justicia» en 2 Pedro 2:5