La visión de Dios para los creyentes. Parte 2.
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· 31 viewsLa Palabra de Dios nos enseña , que El quiere que cada uno de nosotros seamos sus discípulos para discipular a otros
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Introducción:
Introducción:
Hasta este momento hemos visto como Dios a través de su palabra nos enseña que tener en nosotros su visión, necesitamos conocer y vivir conforme a su palabra, Proverbios 29:18.
Hoy el enfoque de la reflexión acerca de la visión de Dios para el creyente, está fundamentado en este hecho, en el conocimiento de su palabra, en la obediencia a ella y en nuestro testimonio.
Encontramos en Mat 28.18-20 que nuestros Señor Jesucristo quiere que cada uno de nosotros seamos sus discípulos para discipular a otros y a las naciones, porque El quiere ser Señor sobre ellos y ellas.
Sin embargo, no podemos darles a otros lo que nosotros mismos no tenemos, ni podemos hacer que otros hagan lo que nosotros no estamos dispuesto a hacer, este se convierte en un principio de integridad que podemos transferir a otros..
Entonces, Dios nos llama a ser discípulos y luego a hacer discípulos.
Por otro lado en, 2 Cor 5:17-18 Pablo establece dos cosas importantes para nosotros:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.
1. Nos enseña que ahora somos nuevas criaturas reconciliadas con Dios en Cristo, puesto que nuestra naturaleza pecaminosa nos tenía separados de Dios según Romanos 3:23.
1. Nos enseña que ahora somos nuevas criaturas reconciliadas con Dios en Cristo, puesto que nuestra naturaleza pecaminosa nos tenía separados de Dios según Romanos 3:23.
2. Nos enseña que todos los nacidos de nuevo somos ministros de reconciliación, que implica reconciliar todas las personas y cosas con Dios para que El sea Señor sobre todas ellas.
2. Nos enseña que todos los nacidos de nuevo somos ministros de reconciliación, que implica reconciliar todas las personas y cosas con Dios para que El sea Señor sobre todas ellas.
Hermanos, hablamos del deseo de Dios, como está manifestado en
Col 1:15-20 ¨El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
¿Está claro para usted el deseo, el anhelo de Dios?
Este anhelo es Jesús sea Señor sobre todas las cosas (personas y cosas) que existen, y nosotros, Su Cuerpo, que hemos recibido toda la autoridad que Jesús tiene (Mat 28:18), somos los llamados a trabajar en ello, por supuesto, con el respaldo de El.
Pero para ser esos agentes de reconciliación entre Dios y el mundo, él demanda de nosotros que somos la luz del mundo y la sal de la tierra.
(Mat 5:13-16), ¨Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos¨
Hermanos para guiar al mundo al, y en el camino de Cristo y ser el freno a la corrupción del pecado que busca expandirse en la creación, Nosotros estamos llamados a ser Sal y luz en este mundo.
A. Necesitamos ser Sal que sale al mundo, sal en mi ambiente, donde estoy o me desarrollo, debo darle sabor a las cosas que hago sin ser pesado, debo ser un Colaborador para conservar el bien, debo ser eficiente y discreto, Vivir en función de los demás y dejar de pensar sólo en mí mismo.
A. Necesitamos ser Sal que sale al mundo, sal en mi ambiente, donde estoy o me desarrollo, debo darle sabor a las cosas que hago sin ser pesado, debo ser un Colaborador para conservar el bien, debo ser eficiente y discreto, Vivir en función de los demás y dejar de pensar sólo en mí mismo.
B. Estamos llamados a ser luz, la luz Jesús, de hecho él nos dice, así pues debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus obras buenas y glorifiquen al padre de ustedes que está en los cielos.
B. Estamos llamados a ser luz, la luz Jesús, de hecho él nos dice, así pues debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus obras buenas y glorifiquen al padre de ustedes que está en los cielos.
Nosotros brillando para el mundo, reflejando a Jesús en nuestras vidas.
Fijémonos bien entonces, estamos llamado es a ser luz, no para que la gloria sea para nosotros, sino para que Dios sea glorificado..
Conclusión:
Conclusión:
En la visión de Dios está que nosotros los que hemos creído en Jesucristo nos convirtamos en sus Discípulos ( que logremos crecimiento espiritual, perfeccionandonos cada día en él, como dice su palabra en Filipenses 1:6), pero que también hagamos discípulos, como está establecido en el mandato de la gran comisión en Mateo 28:20 en adelante, convirtiéndonos en ministros de la reconciliación entre Dios y los Hombres, siendo sal y luz de este mundo, viviendo bajo el Señorío de Cristo para Su gloria, y no para la nuestra.