El Poder de la Resurrección - la operación de la Gracia

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Juan 11.38–44 RVR60
38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. 39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

Toda situación en la vida de Jesús venía con el propósito de cumplir lo que el Padre ya había determinado de antemano.

Hemos enseñado que nuestros procesos no vienen para destruirnos sino con el propósito de formar la vida y el carácter de Cristo en nosotros.
Por eso, es importante mirar desde la perspectiva y los ojos de Dios Su propósito para poder disfrutar el proceso.
Si tu proceso no está llevándote a su propósito, algo perdiste de vista en el camino que tienes que recuperar.

No es que Dios se ha olvidado de ti, sino que te has estado fijando más en tu dolor que en el resultado final de tu proceso.

Es como entrar a la sala de operaciones, el propósito del medico es mejorar tu salud y quitar aquello que está afectando el cuerpo. El resultado final es que te vas a sentir mejor, aunque falte algo en ti. Pero si te niegas ir a sala de operaciones por temor al dolor, quedará enfermo.

Si estás en la sala de operaciones ten la seguridad que el Médico por excelencia hará el mejor trabajo que puedas imaginar. No morirás en tu dolor.

Allí estaba Lázaro, amigo intimo de Jesús. Creo que todos conocemos la historia.
Jesús recibe la noticia que Lázaro estaba enfermo y dice las escrituras que se quedó dos días más donde estaba. ¿Por qué Jesús no va enseguida a sanar a Lazaro?

Hay situaciones en los cuales Dios tiene que aparentar nunca llegar para que ésta se torne imposible y en el resultado final solo Dios se lleve toda la Gloria.

Juan 11.4 RVR60
4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
El problema que tenemos no es identificar si Jesús llega a tiempo o no, sino identificar el tiempo de su manifestación.
Jesús ya sabía que Lázaro estaba enfermo, pero también sabía que el milagro no ocurriría en medio de la enfermedad sino en medio de la muerte. En otras palabras, Lázaro estaba puesto en el propósito para la manifestación de algo mayor en el ministerio de Cristo y en el Propósito Eterno de Dios.
Por eso, Cristo no llega a tiempo ni se atrasa, el siempre está presente, pero solo se va a manifestar cuando esta forme parte de Su propósito.

En otras palabras, El se manifiesta para cumplir Su propósito no para satisfacer tus peticiones.

Por eso no todo lo que pedimos lo vemos, por que no están en su propósito.
Romanos 8.26–27 NTV
26 Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 27 Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios.
Lo que conoce la voluntad de Dios es el Espíritu de Cristo en nosotros, no nuestra alma o mente. Por eso debemos alinear nuestros pensamientos con la voz del Espíritu.

Lo importante de una oración no es lo elocuente que sea, sino cuan alineada esté con la armonía entre el Padre y el Espíritu que nos habita.

Por eso Jesús cuando está frente a la tumba de Lázaro ora de la siguiente manera:
Juan 11.41–43 NTV
41 Así que corrieron la piedra a un lado. Entonces Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, gracias por haberme oído. 42 Tú siempre me oyes, pero lo dije en voz alta por el bien de toda esta gente que está aquí, para que crean que tú me enviaste». 43 Entonces Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!».

Su oración fue: Gracias por haberme oído.

Diga conmigo: hacia allá vamos, camino a madurar en el conocimiento de lo que del Espíritu intercede.

Lázaro tenía que morir para que Jesús manifestara el poder de Su resurrección

Cuando Jesús llega ya Lázaro llevaba 4 días muertos, según el pensamiento Judío del Primer Siglo el espíritu de una persona muerta quedaba rondando el Cuerpo por tres días, ya para un cuarto día ya no había nada que pudiera hacer regresar la vida a alguien.

En el panorama de lo imposible donde Dios opera su más grande milagro.

Según el relato bíblico ya Lázaro apestaba.
Estaba muerto y apestaba.
Mis amados hermano, era necesario que Lázaro estuviera muerto y apestoso.
Por que Lázaro es la representación de Adán.
Es la representación de la naturaleza pecaminosa que murió en Edén.
Lázaro somos tu y yo.
Efesios 2.1 NTV
1 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.

Todos estábamos igual de muertos, solo que unos apestábamos más que otros.

Allí estábamos sin Cristo, en una tumba obscura, sin esperanza, sin fuerzas, luchando contra aquello que nos dominaba.
Pero Gloria Dios por Cristo que Removió la Piedra, no la piedra de nuestras tumbas sino la Piedra de su propia tumba.
Y allí al Tercer día después de estar muerto se levantó y precisamente en ese momento tu y yo estábamos siendo resucitados y el pecado y la muerte estaban siendo derrotados.
Por eso Dios no quiere sanarte sino manifestar en ti el poder de la resurrección.
Efesios 2.4–5 NTV
4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)
4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) 6 Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.
4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) 6 Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.

Lazaro estaba muerto, incapaz de buscar a Dios, pero capaz de escuchar Su voz.

La resurrección opera en los aspectos eternos, la sanidad en los aspectos terrenales.
Aunque estés arrastrado por el pecado, en la peor de las situaciones, siempre podrás escuchar la voz del Cristo que te dice: “Sal Fuera”
El problema es que Cristo nos resucitó juntamente con El, pero estamos atados y aún dentro de la tumba, cuando hemos sido diseñados para vivir en libertad.
Es solo por gracia que hemos sido salvados.
Lázaro no oro, no ayunó, no hizo guerra
El no hizo nada para buscarlo, pero Cristo hizo todo para encontralo.

“No puedes hacer nada para buscarlo, pero ya El hizo todo para encontrarte”

Lazaro no trató de acumular puntos para que JEsus lo salvara.

Tenemos que dejar de tratar de acumular puntos con un Dios que ya dejó hace tiempo de contarlos!

Lázaro no merecía una segunda oportunidad
Justamente eso es lo que hace la gracia, darnos más allá de lo que no merecemos.

El acto de Jesús llamar a Lázaro afuera, era por que ya el lo había resucitado.

Lo mismo hace con nosotros. Hay una realidad en la que vivimos, una realidad espiritual. Fuimos resucitados! La diferencia es que unos aun están con las vendas y dentro de la obscuridad de la tumba y otros ya han sido liberados y disfrutan de su verdadera posición en Cristo.
Tu lugar no es una tumba, sino los lugares celestiales!
Efesios 2.6–7 NTV
6 Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús. 7 De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.
Jesús mandó a que lo desataran y lo dejaran ir.
Sal fuera!!!! Fue la señal de la aceptación de Jesús ante alguien que estaba muerto y apestaba.
Fuimos
aceptados por Gracia
Adoptados por Gracia
Salvos por gracia
Resucitados
Justificados
santificados
Predestinados
sentados en lugares celestiales por gracia
Sacerdotes por gracia
Nación santa por gracia
Amados por gracia
Escogidos por gracia
Herederos por gracia
Llamados a venir fuera solo por Su Gracia

Por eso, para que experimentes el poder de la resurrección tienes que estar muerto.
En el plan eterno de Dios no estaba la sanidad del hombre sino la restauración
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