Contribuyamos al crecimiento.
Crecimiento de la iglesia • Sermon • Submitted
0 ratings
· 56 viewsNotes
Transcript
Sermon Tone Analysis
A
D
F
J
S
Emotion
A
C
T
Language
O
C
E
A
E
Social
La iglesia neotestamentaria no era una iglesia perfecta, pero sí una iglesia creciente y pujante: “Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.”
A diferencia de ella, la iglesia de nuestros días es una iglesia decadente, cómoda, conformista, temerosa, y tímida.
Siendo misionero de los Discípulos de Cristo (Christian Church) en la India entre 1923-54, Donald McGavran observó que las iglesias de su denominación, a pesar de haber establecido escuelas, hospitales, y orfanatorios, no crecían. Mientras que otras que no habían hecho eso, estaban creciendo. Eso le llevó a preguntarse ¿por qué?
Sus investigaciones dieron lugar a que escribiera “Los Puentes de Dios” (1955), un libro que se refiere a las relaciones cercanas y naturales a través de las cuales el evangelio puede esparcirse entre pueblos de culturas diferentes; y, más tarde, otro titulado “Cómo crecen las iglesias” (1959).
Desde la década de los 1960s, McGavran fue conocido como el Padre del Iglecrecimiento.
¿Qué es el iglecrecimiento?
«Crecimiento de la iglesia puede definirse como todo lo que implica llevar a hombres y mujeres que no tienen ninguna relación personal con Jesucristo a la comunión con Él y a una membresía responsable en la iglesia». (Wagenveld, J.)
Wagenveld, J. (2000). (p. 20).
¿Qué es lo que la iglesia en sus inicios hacía para crecer? o mejor dicho, ¿Cuáles eran los elementos que estaban presentes para que Dios añadiera más personas?
Dedicación en el aprendizaje de la Palabra.
Dedicación en el aprendizaje de la Palabra.
“Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles...” 42
“Tú eres el resultado de lo que aprendes.” No de lo que oyes o ves, sino de lo que aprendes.
Los creyentes entendían su necesidad de aprender.
Los creyentes entendían su necesidad de aprender.
Aunque venían con una tradición religiosa que no les ofrecía esperanza, el evangelio de Cristo y sus enseñanzas eran nuevas para ellos. Haber creído en Cristo había despertado en ellos hambre por saber más, por conocerle más. ¿Recuerdas el hambre que tenías cuando te convertiste? El hambre del alma se sacia solamente con el pan del cielo, la Palabra de Dios.
Pero El respondiendo, dijo: Escrito está: “No solo de pan vivira el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Mat 4:4
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera.
John 6:48-50
Pero, ¿Cómo podrían aprender más de Cristo si no era de aquellos que le conocían más porque habían pasado tres años en la escuela del Maestro?
Los apóstoles entendían cual era su papel principal.
Los apóstoles entendían cual era su papel principal.
Como la palabra “apóstol” lo indica, ellos fueron enviados a predicar y enseñar: “Como el Padre me envió, así también Yo os envío”. (Juan 20:21)
Ellos eran los pastores de la recién nacida iglesia. El diablo hace todo lo posible para que ellos descuiden su papel principal ocupándolos en otras cosas.
Su trabajo principal no era reparar el templo, ni servir en la repartición de la comida, ni ocuparse en tareas que otros podían hacer.
Con el crecimiento vinieron más problemas y más necesidades, pero ellos decidieron no descuidar su papel principal.
Por aquellos días, al multiplicarse el número de los discípulos, surgió una queja de parte de los judíos helenistas en contra de los judíos nativos, porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Entonces los doce convocaron a la congregación de los discípulos, y dijeron: No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas. Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea. Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio de la palabra.
Act 6:1-4
Los pastores se dedicaban a la oración y la predicación mientras que los diáconos se dedicaban al servicio de los creyentes. ¿Cuál fue el resultado?
Los pastores se dedicaban a la oración y la predicación mientras que los diáconos se dedicaban al servicio de los creyentes. ¿Cuál fue el resultado?
Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
A
Pablo no dejaba de predicar el evangelio por donde quiera que iba; la predicación conducía a los incredulos a la fe, a la confesión, y el arrepentimiento. Se añadían a la iglesia y
Verdadera comunión entre hermanos.
Verdadera comunión entre hermanos.
“Y se dedicaban continuamente... a la comunión,” 42
Si hay algo que atrae poderosamente la atención de los que no son salvos es la común unión de los creyentes.
Esa comunión se nota en dos cosas:
Dispuestos a compartir sus posesiones.
Dispuestos a compartir sus posesiones.
“vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno.” 45
¡No había tacañería en ellos! Nadie preguntaba si los diezmos eran cosa del Antiguo Testamento o de la Ley; no diezmaban, ¡Lo daban todo!
Tenían un corazón dispuesto a dar, como el de Cristo.
“Crecimiento es llevar a las personas a una relación con Jesucristo y a una membresía responsable en la iglesia.” ¿Por que crees que algunos prefieren no ser miembros? ¡No quieren compartir los bienes materiales que Dios les da! Son como los capitalistas que no dan porque quieren amasar fortuna o como los comunistas que quieren comer, pero del dinero de otros.
Y ¿quién crees que administraba lo que daban? Aquí está la respuesta:
No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido, y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.
Dispuestos a pasar tiempo juntos.
Dispuestos a pasar tiempo juntos.
“comían juntos con alegría y sencillez de corazón,” 46
Comer juntos, compartir tiempo tiene un poder de unión que desarrolla amor, aprecio, y comprensión entre las personas. Cuando pasamos tiempo juntos nos apegamos a esas personas.
Cuando estamos dispuestos a compartir los frijoles o los tacos con otros estamos diciéndoles “¡Eres importante para mí!”.
El Señor bendice la unidad porque eso refleja la unidad entre Él y el Padre celestial; y además porque eso es lo que Él pidió en la oración intercesora de Juan 17:23 “que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.”
Participación continua en la oración.
Participación continua en la oración.
“Y se dedicaban continuamente… a la oración.” 42d
La oración corporativa era una de las características principales de la nueva iglesia. Y es una de las cosas que el diablo trata de eliminar de la vida de los creyentes porque sabe el poder de aquel a quien las oraciones van dirigidas.
Thom Rainer, en su artículo titulado “La autopsia de una iglesia”, basado en un estudio de una iglesia que murió, tal como él lo había diagnosticado, encontró 11 señales de destrucción y entre ellas estaba la siguiente “La iglesia raras veces oraba junta”.
La poca participación en los servicios de oración solamente es el reflejo de la poca oración en la vida de los creyentes. Pocos oras en privado, poco orarás en grupo.
“La iglesia que ora unida permanece unida.”
Cuando el liderazgo de la iglesia enfrentaba oposición y persecusión, la iglesia oraba por ellos:
Al darse cuenta de esto, fue a la casa de María, la madre de Juan, llamado también Marcos, donde muchos estaban reunidos y oraban.
y Dios eliminaba a los enemigos de la iglesia, como cuando le quitó la vida a Herodes :
Ellos oraban y Dios eliminaba a los enemigos de la iglesia, como cuando le quitó la vida a Herodes y...
Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba.
Recordaban continuamente el sacrificio de Jesús.
Recordaban continuamente el sacrificio de Jesús.
“Y se dedicaban continuamente… al partimiento del pan” 42c
El partimiento del pan es un recordatorio del gran sacrificio de Jesús para pagar por nuestros pecados y darnos vida eterna.
La noche en que comieron la Pascua, cuando fue traicionado, Jesús partió pan y lo dio a sus discípulos y les dijo “Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De la misma manera hizo con el vino.
Recordar constantemente el sacrificio de Cristo nos anima a salir de la comodidad y sacrificar energía y tiempo para hablarles a otros de Cristo.
Cuando el liderazgo de la iglesia enfrentaba oposición y persecusión, la iglesia oraba por ellos y Dios eliminaba a los enemigos de la iglesia, como cuando le quitó la vida a Herodes ;
Pablo no dejaba de predicar el evangelio por donde quiera que iba; la predicación conducía a los incredulos a la fe, a la confesión, y el arrepentimiento. Se añadían a la iglesia y
Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor.
Si queremos que nuestra iglesia crezca, podemos comenzar imitando estas cosas:
Dediquemonos a la Palabra, tengamos verdadera comunión con los hermanos, oremos juntos regularmente, y no olvidemos lo que Cristo ha hecho por nosotros (hagamos algo por Él).