Un Nuevo Pacto

Mateo 26.17-29

Contexto.

Cuando Jesús dijo que la copa era la sangre del nuevo pacto, esto sugiere que había un pacto viejo.

I. Jeremías 31.32

• (Ex 24.4-8) En ese primer pacto, Dios promete bendecirles y al hombre le es requerido la obediencia.

• Evidentemente el hombre no permaneció fiel al pacto; es decir, no permaneció fiel porque no podía.

• Una evidencia de que el hombre no podría mantenerse fiel al pacto es que inmediatamente Dios le ordena a Moises empezar los preparativos para establecer todo un sistema de purificación y sacrificios. Por la desobediencia del hombre, cada año tenia que morir un animal inocente y derramarse sangre. Una vida por la otra.

• Dios le estaba enseñando al hombre que en su condición caída, él nunca podría permanecer fiel al Dios que los había salvado de Egipto.

• Para que el hombre pudiera permanecer en relación con Dios, tenía que ofrecer sacrificios. Pero estos sacrificios no tenían poder para cambiar el corazón del hombre. Por eso cada año tenían que derramar sangre animal, pero el hombre seguía dominado por el pecado.

• La caída fue monumental y catastrófica! Esto era algo que el hombre necesitaba reconocer.

OT: Sin embargo, a pesar de la incapacidad del hombre caído de permanecer fiel al pacto con Dios, el Señor anuncia el día en que Él, soberana y misericordiosamente, renovaría el antiguo pacto por uno nuevo y mejor. (Jer 31.31)

• “…haré…” En el nuevo pacto, al igual que en el antiguo, es Dios quien toma la iniciativa.

II. En el nuevo pacto, Dios mantiene las demandas de obediencia del antiguo pacto. En la esencia del pacto, todo permanecería igual. Pero a diferencia del anterior, en el nuevo pacto se le promete al hombre, no sólo la posibilidad de permanecer en el pacto con Dios, sino un nuevo corazón (Jer 31.33). “Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;”

• En el nuevo pacto, el hombre no permanece en el pacto con Dios por su fidelidad y obediencia, porque ya vimos que no puede; pero ahora, es Dios mismo que promete al hombre una gracia que lo regenera, que lo habilita para que puede amar a Dios y serle fiel.

• Finalmente Dios anuncia cuál sería el basamento de este nuevo pacto Jer 31.34c.

• El nuevo pacto descansa, no sobre los sacrificios de animales, sino en la obra de redención cumplida por Cristo a través de su sacrificio y muerte. (Hebreos 9.15-16)

• En el nuevo pacto, sería diferente: Mateo 26:26-27.

CONCLUSION

1. Hoy no tenemos que andar de espaldas al pacto con Dios, ni tenemos que lamentar la incapacidad de servir a Dios, ni tenemos que esperar llegar al terrible día del juicio de Dios para ser condenados por la desobediencia al pacto. Y la razón es porque Cristo Jesus se sacrificó en nuestro lugar y su sacrificio expió, justificó delante de la justicia de Dios nuestra falta y pecado.

2. El perdón prometido por Dios en Jeremías 31.34c sigue siendo la base de nuestra justificación. Ese perdón costó la sangre de Cristo.

3. Cuando vengamos hoy a la mesa recordemos que la muerte de Cristo es la base de nuestro perdón delante de Dios, y también es la base de un nuevo corazón;

• Recordemos el amor sacrificado y desinteresado de Cristo hacia nosotros mediante su muerte en la cruz;

• Recordemos que hemos sido justificados ante Dios y regenerados. Una nueva naturaleza inclinada por el Espíritu ha obedecer y amar a Dios nuestro Creador.

• Pongamos nuestras esperanzas en Su regreso cuando vendrá para consumar nuestra salvación y traernos a su presencia;

• Y miremos al presente, donde compartir el pan y la copa nos une como un solo cuerpo: el pueblo de Dios.