No Des Tu Ojo Derecho

NO DES TU OJO DERECHO

1 Samuel  11:1-10

     Hay acontecimientos que marcan la vida de las personas.  Después de divisar la zarza ardiente, Moisés nunca volvió a ser el mismo; luego del llamado de Dios a su vida Abraham no podía ser la misma persona, como tampoco lo podía ser Pablo tras su experiencia camino a Damasco.  No sé qué acontecimientos haya usado el Señor para marcar tu vida, pude ser un lugar o a través de una persona, o aún una conversación, lo cierto es que nuestra vida no fue la misma después de esa experiencia.

     Cuando Dios llama a una persona para desempeñar una tarea le otorga autoridad y en el mundo espiritual se reconoce que esta persona tiene una autoridad dada por Dios para realizar aquello a lo cual Dios lo ha llamado; no obstante, no siempre es así en medio de los seres humanos.  Dios te da autoridad y los hombres cuestionan esa autoridad, lo hicieron con Jesús, Lucas 20:2 dice:”y le hablaron diciendo: Dinos: ¿con qué autoridad haces estas cosas? ¿o quién es el que te ha dado esa autoridad?”

     En el pasaje que hemos leído vemos una situación que se da en la nación de Israel y que el mismo Dios permite para consolidar el reinado que había puesto sobre los hombros de Saúl.   Saúl es el típico ejemplo de lo que nos referimos muchas veces cuando decimos que las personas te recuerdan más por lo malo que has hecho que por tus buena acciones.   Al principio de su reinado, Saúl fue un siervo de Dios usado por el Espíritu Santo para cumplir los propósitos que Dios tenía con él y con el pueblo.

I.-  LA HISTORIA DE JABES DE GALAAD

II.- NAHAS Y LOS AMONITAS

III.- EL PELIGRO DE DESCUIDAR LA COMUNIÓN CON DIOS

IV.-  ¿POR QUÉ EL OJO DERECHO?

V.-  COMO EL CREYENTE DE HOY PIERDE SU OJO DERECHO

VI.- LA VICTORIA ES OBEDECER A DIOS Y UNIRSE COMO UN SOLO HOMBRE.