La Historia De La Natividad_2

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LA HISTORIA DE LA NATIVIDAD

(Segunda Parte)

Mateo 2.1-12

Introducción.

     En el libro de Apocalipsis, Dios le revela al apóstol Juan una escena que para muchos estudiosos representa un enigma, pero para aquellos que se dedican a estudiar la Palabra de Dios les es fácil entender cuando se cumplió.  Esta escritura se encuentra en Apocalipsis 12:1-4: “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.   Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.  También apareció otra señal en el cielo: he aquí un dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.  Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a sus hijo tan pronto como naciese”. 

     Cuando uno analiza lo que relatan los Evangelios sobre el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, se da cuenta de que el apóstol estaba refiriéndose al Nacimiento del Mesías que vendría de la nación de Israel y de cómo el diablo, el enemigo de las almas, intentaba por todos los medios posibles destruir la vida del niño desde su nacimiento.  Esto nos enseña de que cada vez que el Señor se dispone a hacer algo, el enemigo tratará de levantar oposición, pero Dios nos dice en Isaías 43.13: “…Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?”  La oposición que se levanta cuando tratamos de hacer algo para el Señor confirma que estamos tratando de agradar a Dios.  En la mente de muchos está la idea de que ellos no deberían asistir a una iglesia, entregar sus vidas al Señor o consagrarse más para Dios, porque cuando lo hagan, las cosas empezarán  a irles de mal en peor.  Esta es otra de las mentiras del diablo, es cierto que puede arreciar los ataques que él lanza, pero la Palabra de Dios nos enseña en Santiago 4:7: “Someteos, pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”  Veamos el papel que desempeñaron algunas personas que estuvieron relacionadas con el nacimiento del Mesías y lo que el Señor nos enseña con esto.

I.-  HERODES.

   Era un edomita, descendiente de Esaú, es decir, no era judío, pertenecía a una dinastía que ejerció el poder en Palestina durante la época del Nuevo Testamento.  Con astucia y sagacidad logró que el senado romano lo nombrara rey de Judea.  Era considerado un tirano sanguinario, celoso con el reino al punto, dicen los historiadores, que tenía nueve o diez esposas y mandó matar a sus propios hijos para proteger su trono.  Era muy conocido por su traición y codicia.  De manera que usted se puede imaginar cómo tomó la noticia cuando los magos de Oriente le preguntaron “¿dónde está el rey que ha nacido? Los magos entendían que si había nacido el rey tendría que ser en un palacio, por eso lo fueron a buscar al palacio.

     Una de las cosas que aprendemos en los Caminos de Dios es que las cosas que Dios hace no siempre van de la mano con la lógica humana.  Para hablar a Faraón, Dios bien pudo escoger a Aarón, pero escogió a Moisés (que era tartamudo); para ser rey de Israel pudo escoger a Eliab, Abinadab o a Sama, hijos de Isaí quienes tenían una presencia que impresiona; sin embargo, Dios escogió a David, un joven pastor de ovejas.   Es posible que Dios te escoja a ti para que hagas cosas y tú pienses que hay personas mejor preparadas, más capacitadas y hasta más populares que tú.  Pero DIOS NO SE EQUIVOCA.

     Herodes siempre tuvo curiosidad de conocer a Jesús, sin embargo, nunca vino donde Él.  Esperaba que fuera Jesús el que viniera ante su trono.  El Señor se revela a aquellos que tienen un corazón sencillo, que se humillan y que reconocen que necesitan un Salvador.  Él no viene para satisfacer la curiosidad humana, sino que se manifiesta a aquellos que reconocen que sin Él no tienen esperanza.

      A Herodes nunca le interesó la Palabra de Dios, quería gobernar a los judíos aunque para nada le interesaba sus creencias, por eso cuando los magos vinieron donde él, como no conocía las profecías, mandó llamar a los escribas que sí conocían las Escrituras y recibió la respuesta de ellos para luego transmitírselas a los magos.  Los magos tomaron la información y siguieron sus caminos hasta encontrar a Jesús.  No sé si usted puede darse cuenta de la lección que Dios nos da a través de este grupo de personas, es exactamente lo que encontramos hoy en día.  Hay personas que son como Herodes, no saben nada de la Biblia, y por eso no les amanece la luz del Evangelio; otros son como los escribas, conocen la Palabra de Dios, pero no la obedecen y por eso están ciegos, tan cerca del Mesías y a la vez, tan lejos de Él; y hay un tercer grupo que son como los reyes de Oriente, apenas conocen lo que dice la Palabra de Dios empiezan a obedecerla.

II.-  AUGUSTO CÉSAR.

     Este es otra persona que también juega un papel en los eventos que se dieron relacionados con el nacimiento de Cristo.  Augusto César era emperador de Roma, imperio que tenía bajo sus dominios, a Israel, entre otros pueblos.  Aunque Augusto César gobernaba Roma, quien gobierna todo el Universo es Dios, la Biblia nos dice en Eclesiastés 5:8: “Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.”

      No importa quién esté en un puesto de autoridad, quien verdaderamente gobierna es Dios.  Roma tenía por costumbre realizar un censo cada 14 años y lo hacía tanto por razones militares como por los impuestos que colectaba, por ello era necesario que cada varón judío se trasladase de donde estuviere a la ciudad de sus padres para registrar su nombre, su ocupación, su propiedad y su familia.  Esto,  desde el punto de vista humano, era necesario; no obstante, Dios, desde su trono estaba cumpliendo Sus propósitos para que la profecía se cumpliese y José tuviese que trasladarse a Belén donde según las Escrituras nacería el Mesías.   Nunca te impacientes cuando las cosas no salen como tú esperas, o cuando aparentemente se retrasan, porque todo está obrando según el plan de Dios, si es que estás sometido a Él en obediencia.  La Biblia nos dice en Eclesiastés 11:5: “Cómo tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.”

     Dios utiliza a las personas, los eventos los lugares y todo lo que Él crea necesario para cumplir Sus propósitos.

III.-  LOS PROFETAS.

      Es importante notar la forma cómo Dios usó distintos profetas para mostrarle a la humanidad la certeza de este gran acontecimiento.  Desde el Antiguo Testamento, distintos profetas anunciaron el nacimiento del Mesías.  Micaías 5:2 dice: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio de los días de la eternidad”.  Dios puede tomar un lugar pequeño e insignificante para glorificarse.   A través de Oseas, Dios también habló en 11:1: “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.”  Por su parte, Jeremías dice: “He aquí vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.” E Isaías 9:6 dice: “Porque un niño nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”

     Cuando un profeta de Dios habla mensaje del Señor se cumple todo lo que el Señ

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