Felices los que tienen hambre y sed de justicia

Desear la justicia

La búsqueda de hacer lo bueno, lo recto, lo que es justo delante de Dios. Jesús dice que son benditos los que no se cansan de hacer el bien, y perseveran en la búsqueda de esa justicia.

Dichosos los que han encontrado a Cristo

Hoy estamos en peligro porque tenemos una generación que no “persevera” en la búsqueda de lo justo. Nos cansamos de luchar y luchar buscando ser felices, porque buscamos ser felices bajo nuestro concepto, por lo tanto no seguimos perseverando. seguimos pegados a nuestra antigua vida.

Felices los que buscan la justicia cueste lo que cueste

Fácilmente hay personas que vienen al evangelio pero se cansan y se rinden con facilidad cuando sienten que no hay resultados en su vida. Procuran servir a Dios, se entregan en sacrificio vivo, cumplen los mandatos del Señor, pero por una petición que no ha respondido Dios, pueden retroceder, y flaquean y caen.

No hay hambre ni sed si escapamos

Muchos caen en el conformismo espiritual, piensan que no es necesario hacer nada pues todo llegará a su fin, por lo tanto ¿Para qué vamos a insistir? Hemos perdido la capacidad de influir, y nos conformamos solo con estar bien nosotros. No nos importa que pasa con los demás y con el mundo

¿No somos supuestamente luz y sal? Siempre hubo cristianos que no querían hacer nada, pero eso no no justifica para que hoy no hagamos nada.

En las pequeñas cosas también hacemos el bien.

Hay momentos que pensamos que hacer algo pequeño no tiene trascendencia. Ese es un error, porque le damos la autoridad a otros para que hagan lo contrario de Dios. Nos silenciamos porque creemos que sera poco importante, pero le damos la oportunidad a los que están contra Dios para que ellos levanten la voz.

Necesitamos cambiar esa perspectiva. Las pequeñas obras, el bien más mínimo que hagamos marcará una diferencia. Lo que hacemos por el bien, puede parecernos algo poco, pero no lo es. Estamos mostrando lo que es tener a Dios en nuestra vida. No nos cansemos de buscar esa diferencia.

Cristo vive en nosotros, y debemos mostrarlo. Sigamos buscando el bien cueste lo que cueste. Jesucristo es nuestro ejemplo

El Señor levantará a los cansados, los que tenían hambre y sed y la saciaron con cosas temporales. No te preguntes ¿de qué vale orar? ¿de qué sirve predicar? ¿para qué amar a los demás?