¿Cómo deberíamos vivir hoy como Jesús?

¿Cómo vivió Jesus en este mundo?

Juan 8.23 RVR60

Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

Juan 18.36 RVR60

Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

Jesucristo tenía claro donde pertenecía y esto definía su propósito

Nuestras prioridades y nuestra forma de vida esta determinada por nuestro propósito en esta tierra.

¿De donde vengo y a donde pertenezco?

1 Juan 3.11 RVR60

Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.

1 Juan 3.9 RVR60

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

1 Juan 3.11 RVR60

Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.

El creyente no practica el pecado como costumbre, porque no es su naturaleza pecar

el creyente no practica el pecado como costumbre, porque no es su naturaleza pecar

Collins, A. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Comunión sublime (1ra Juan) (p. 45). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.

1 Pedro 2.11 RVR60

Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,

Estudios Bíblicos ELA: Remando contra la corriente (1ra Pedro) LOS EXTRANJEROS 2:11–12

Sin importar de qué país procedan, no pertenecen a este mundo. Son residentes temporales. Filipenses 3:20–21 y Hebreos 11:8–16 nos recuerdan que somos ciudadanos del cielo.

Estudios Bíblicos ELA: Remando contra la corriente (1ra Pedro) LOS EXTRANJEROS 2:11–12

Sin importar de qué país procedan, no pertenecen a este mundo. Son residentes temporales. Filipenses 3:20–21 y Hebreos 11:8–16 nos recuerdan que somos ciudadanos del cielo.

Sin importar de qué país procedamos, no pertenecemos a este mundo. Somos residentes temporales. y nos recuerdan que somos ciudadanos del cielo.

Antes de iniciar su lista, Pedro identifica a los creyentes como extranjeros y peregrinos. Sin importar de qué país procedan, no pertenecen a este mundo. Son residentes temporales. y nos recuerdan que somos ciudadanos del cielo.

Orth, S. (1991). Estudios Bı́blicos ELA: Remando contra la corriente (1ra Pedro) (p. 67). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.

1 Pedro 1.22–23 RVR60

Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Efesios 2.1–7 RVR60

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

Somos renacidos por la semilla de la palabra de Dios y la obediencia se logra por el Espíritu Santo.

Efesios 2.1–7 RVR60

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

Dios nos resucitó y nos ha hecho sentarnos en lugares celestiales con Cristo Jesús