Viendo al Señor

Introducción:

El tema del capítulo 6 de Isaías gira alrededor de la ¨Visión Espiritual¨, ¨vi yo al Señor¨ Isaías 6: 1

Isaías 6.1 RVR60

1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.

han visto mis ojos al rey, Jehová de los ejércitos¨ Isaías 6:5

Isaías 6.5 RVR60

5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

Vemos que todo gira alrededor de esto, de la visión espiritual de Isaías, pero que tienen una gran relación con el rey Uzías, mencionado también en el versículo 1.

Isaías 6.1 RVR60

1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.

Todo el relato completo que describe lo que ocurrió con el rey Uzías está en 2 Crónicas 26: 1-5, 16-21, 23,

Estos versículos establecen su reinado, establecen cómo sirvió al Señor, haciendo lo recto delante de él, establecen como Dios lo prosperó, pero también establecen como Dios lo castigó por causa de haber cometido prvaricación; es decir, hizo delante de Dios algo que no estaba establecido para su cargo, ofreció incienso en el altar del incienso, porque se enalteció y y se reveló a Jehová Dios, el resultado, Dios puso Lepra en su frente , Dios lo hirió con lepra, hasta el día de su muerte.

Ahora bien que tiene que ver Uzías con la visión de Isaías:

1. El rey Uzías era en lo moral y en lo espiritual, una representación de Israel y en gran medida de los profetas de Israel.

Esto es el significado de la doble declaración del profeta Isaías en el verso 5:

Isaías 6.5 RVR60

5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

Isaías estaba diciendo: soy un hombre de labios inmundo y soy vuestros profeta y habito en un pueblo de labios inmundo, y esto se relaciona con Uzías porque según estudios de la época, los leprosos tenían que ponerse un velo sobre el labio superior y gritar por donde fueran: ¡inmundo!

Entonces sencillamente lo que Isaías estaba diciendo al decir soy un hombre de labios inmundo y vivo en un pueblo de labios inmundo es : ¡Todos somos leprosos!

Isaías estaba diciendo, ¨ Lo que es cierto en cuanto a Uzías, es cierto en cuanto a todos nosotros, profeta y pueblo¨

¡Ustedes no se daban cuenta, ni yo me daba cuenta hasta que vi al Señor!

Hemos hablado acerca del rey Uzías, hemos dicho lo terrible que era, lo malo que era y que horroroso fue que el rey resultara ser así, y que tuviera este final, con una enfermedad como la lepra, pero yo he llegado a ver que todos estamos en el mismo caso....

He llegado a ver que no soy mejor que Uzías y que ustedes con todos sus ritos y ceremonias, yendo al templo, ofreciendo sacrificios, usando vuestros labios para la adoración a Dios están en el mismo caso de Uzías, ¡Todos somos leprosos como Uzías!

Quizás no se den cuenta , pero yo he llegado a ver. y ¿Cómo he llegado a ver?

He visto al Señor dice Isaías en el verso 5:, ¨Mis ojos han visto al rey, a Jehová de los ejércitos¨

Vi al Señor........ alto y sublime.

Hermano esta es una tremenda declaración!!

Pero inmediatamente hay una reacción, todo esto es impresionante, ¿qué vamos a hacer con ello?

2. Dios purifica a Isaías Y Él escucha y responde a Dios, en los versos 6-8:

Isaías 6.6 RVR60

6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;

Aquí hay que desechar algo de forma inmediata, no es esta visión la que hace que Isaías sea un profeta o un predicador, ya antes de esta visión ya Isaías había escrito cinco grandes capítulos,

Dios estaba tratando con un hombre, no con un profeta.

Dios estaba tratando con un pueblo no con un oficio.

El está llegando al fondo de lo que cada uno de nosotros somos delante de él, de modo que nosotros no podemos hacer una transferencia a personas llamadas profetas o predicadores, aquí Dios no está hablando con el pastor, o con el maestro, está hablando para todos, hombres y mujeres de la congregación, Jóvenes y adultos, esto es para todos.

Aquí todos estamos involucrados y estamos llamados a sentirnos parte del llamado que Dios hace, a ser parte de la visión de Dios, aunque ciertamente debemos reconocer que somos leprosos, si, porque la lepra representa lo inmundo el pecado, somos terribles.

No habla el Señor a una persona en particular, él apunta a todo el pueblo, el quiere dejarles claro como les ve en si mismo, aunque hayan predicado mucho, lo que son ante él, en si mismo,

Conclusión.

Apliquemos esto a nosotros, tarde o temprano delante del Señor esta realidad ha de alumbrarnos, para salvaguardarlo todo y para asegurar sus propósitos.

No importa quien seas en la iglesia, no importa que cargos tengas en la iglesia, no importa cuanto tiempo hayamos enseñado o predicado su palabra, no importa si somos nuevos, de mediana edad o adultos espirituales, Dios quiere que reconozcamos como lo hizo el profeta Isaías, que somos hombres y mujeres de labios inmundos, somos un pueblo de labios inmundos, todos leprosos delante del Señor, pero......

Hay un pero, necesitamos ver al Señor tener su visión para poder reconocerlo, necesitamos como sucedió con Isaías en el verso 6 y 7 que Dios queme nuestros labios con un carbón encendido, para quitarnos nuestras culpas y limpiarnos de pecado.

Si no vemos al Señor, sino tenemos su visión, seguiremos siendo los mismos, tristemente pecadores, que pecan y pecan y siguen pecando.

Pero si le vemos, si tenemos su visión podremos ser limpiados y entonces podremos al igual que Isaías también escuchar el llamado Señor en el verso 8 :¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?

Y podremos responder como lo hizo Isaías: ¨Heme aquí, envíame a mí¨