Masculinidad
Mes de la familia • Sermon • Submitted
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Masculinidad
Masculinidad
Comprender nuestro contexto
La sociedad en la cual vivimos, ha modificado radicalmente los principios Bíblicos sobre como un hombre debe comportarse. Son muchas corrientes de pensamiento que abren las puertas a los hombres para actuar, vestirse y comportarse de una forma que va en contra de la naturaleza del hombre que Dios diseñó.
Otras personas (quizás nuestros padres o abuelos) están en otro extremo aun promoviendo cosas como: “los hombres no lloran”, “los hombres no cocinan ni hacen labores en la casa” etc.
Ante esto, debemos ir a las Escrituras para comprender cual es el verdadero rol del hombre en la sociedad y en el hogar. ¿Que dicen las Escrituras sobre como debemos comportarnos como hombres? ¿Como debe ser el trato hacia las mujeres? ¿Es pecado ser afeminado? ¿Es pecado no cumplir el rol que Dios ha establecido para el hombre? Estas y otras preguntas pueden ser contestadas a la luz de la Palabra de Dios.
¿Que corrientes definen la masculinidad ahora?
Son varias las formas de pensar que nuestra sociedad ha aceptado las que definen como un hombre puede comportarse y vivir dependiendo como haya sido educado, cual es su contexto o que situaciones duras ha vivido la persona. Algunas de ellas son:
Machismo. Es una ideología que sigue presente en la mente de muchos hombres, discrimina a la mujer dándole un valor menor que el de un hombre, definiendo tareas que deben ser realizadas solo por el hombre ya que se considera a la mujer como más débil y con menor capacidad. Sin embargo, podemos encontrar en la Palabra de Dios el gran valor que las mujeres tienen a sus ojos
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” (, RVR60)
Heteroflexibles. Es una orientación sexual que define a las personas que si bien se sienten atraídas por el sexo opuesto, están abiertos a la posibilidad de tener encuentros sexuales ocasionales con personas de su mismo género. Dios condena en Su Palabra todo tipo de aberración sexual y el desvío del pan original que Él estableció
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.” (, RVR60)
Hombres amanerados. Algunos hombres, aunque no se identifican como homosexuales, actúan de forma femenina . La Biblia es también clara al enseñarnos que los hombres deben comportarse masculinamente.
Hombres amanerados. Algunos hombres, aunque no se identifican como homosexuales, actúan de forma femenina . La Biblia es también clara al enseñarnos que los hombres deben comportarse masculinamente
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,” (, RVR60)
¿Que dice la Biblia?
¿Que corrientes definen la masculinidad ahora?
La masculinidad en la Biblia no tiene que ver únicamente con diferencias biológicas con la mujer, es mucho más que eso, es el hecho que Dios creó al hombre y a la mujer diferentes de forma intencional para que se relacionaran de una forma específica. Por tanto, la conducta varonil, no tiene que ver con una preferencia sexual o un contexto cultural sino más bien con obediencia al plan original de Dios.
Antes que el pecado entrara al mundo, Dios había diseñado al hombre perfecto, sin embargo, el pecado daño ese plan original. Jesucristo ha restaurado ahora todas las cosas y es posible para nosotros por medio de Él ser el tipo de hombres que el pensó originalmente. Los rasgos distintivos de la masculinidad que se habían perdido con el pecado, pueden ser ahora retomados.
En la cruz de Cristo también la masculinidad es restaurada. Los hombres ya no tenemos que seguir ningún estereotipo impuesto culturalmente de cómo debemos o no debemos ser. Nuestro modelo es Cristo y la Biblia nuestra única guía normativa para saber cómo debemos llevar nuestra masculinidad para la gloria de Dios y la extensión del reino de los cielos.
En cada cultura y época, los hombres cristianos deben aplicar los principios bíblicos acerca de cómo conducirnos. Ante cualquier duda la pregunta esencial es: ¿apoya la Escritura esta actitud o acción que quiero tomar como hombre?, ¿modela Jesús este tipo de conducta masculina?, ¿glorifico a Dios si como hombre respondo de esta o aquella manera?
Es importante que recordemos que venimos de una masculinidad tergiversada por el pecado. Debemos sospechar inicialmente de nuestras reacciones masculinas debido a que estas por lo general reflejan un hombre caído. Es solo cuando podemos responder satisfactoriamente las preguntas anteriores y cuando vemos que nuestra conducta es bíblica y honra a Dios cuando podemos actuar con limpia conciencia. Ese es nuestro mayor desafío como varones de Dios.
Consigo mismo debe ejercer el dominio propio, la santidad, la vida consagrada, la responsabilidad y valentía (; ; ; ). Esto lo mantiene lejos del pecado y cerca de Dios.
Con Dios, debe cultivar la adoración genuina, la vida devocional y la comunión permanente (; ; ). Ahora la relación no es creatura-Creador sino la de hijo-padre, una relación más profunda, filial y significativa que le permite decir Abba Padre.
Con Dios, debe cultivar la adoración genuina, la vida devocional y la comunión permanente (; ; ). Ahora la relación no es creatura-Creador sino la de hijo-padre, una relación más profunda, filial y significativa que le permite decir Abba Padre.
Con su prójimo, está llamado a ser humilde, manso, colaborador, trasparente, servicial, perdonador y amoroso (; ; ; ). La rivalidad, antagonismo, autosuficiencia y egocentrismo son cambiados por actitudes que favorecen las buenas relaciones y la co-dependencia enriquecedora.
Con su familia, tiene el imperativo de ser protector, guiador, amoroso, paciente, dulce, sustentador, fiel y sabio (; , ; ; ; ; ). Un esposo cuyo objetivo es la suprema felicidad de su esposa y un padre que guía con firmeza amorosa a sus hijos en el temor a Dios.[10]