Pastoreando como pastor

Jesús está explicando la relación que existe entre Él y los judíos (audiencia primaria), con el fin de que entiendan el amor inmensurable que les tenía. Pero hay que notar que este pasaje se encuentra dentro de un contexto en la historia.

nos dice que Jesús “volvió a decirles”. Esto nos muestra que la enseñanza que aquí está es una respuesta a una pregunta, o a un evento en específico. Si leemos el capítulo 9, notamos que hubo el incidente de la sanidad de un ciego, a quien los fariseos echaron de la sinagoga. Jesús entonces le ofrece salvación, a lo que los fariseos se acercan a Él, y le hacen una pregunta referente a su condición espiritual (9.40). Jesús les responde con una comparativa de la puerta del redil (10.1). Y después Jesús pasa a decir el tercer y cuarto “YO SOY” de siete mostrados en el evangelio de Juan.

El día de hoy nos enfocaremos en el cuarto “YO SOY” de Jesús: “Yo soy el buen pastor...” (10.11).

1. Jesús, el Buen Pastor de las ovejas

“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”

Jesús, después de haberles enseñado a los fariseos sobre lo inútil de su trabajo como guías, pasa a hablar de sí mismo, como el verdadero Guía de Israel, el verdadero pastor.

- ¿Qué comparativa pone Jesús acerca del verdadero pastor? (v. 11-12)

El buen pastor en comparación con el asalariado. Como Wiersbe menciona, existen tres ministerios que el buen pastor realiza en estos versículos, en contraste de los fariseos, comparados como los asalariados.

a) Muere por las ovejas (10.11-13)

- ¿Por qué Jesús hace esta declaración?

Jesús estaba haciendo la comparación con los salariados, los cuales solo por el pago están por las ovejas. Incluso estaba haciendo referencia a la muerte que Él estaba dispuesto a experimentar por ellas. Warren Wiersbe dijo: “Bajo la antigua dispensación las ovejas morían por el pastor; pero ahora el Buen Pastor muere por las ovejas.”[1]

- ¿Cuáles son las acciones que hace el asalariado?

i. No son de él las ovejas (v. 11)

ii. Huye cuando el lobo viene (v. 12)

iii. No le importan las ovejas (v. 13)

a) Conoce sus ovejas (10.14-15)

- ¿Qué comparación hace Jesús sobre esta característica?

Conoce a las ovejas como el Padre lo conoce a Él (v. 15)

Hay dos aspectos de este conocimiento:

i. Conoce por su nombre: Esto significa que a cada persona la conoce y llama por su nombre. Jesús conoció a Pedro antes de que él lo conociera (); a Natanael incluso antes de que éste llegara ante Él (). Conoció a Zaqueo, aun antes de que lo viera arriba de ese sicómoro ().

ii. Conoce su naturaleza: El pastor conoce perfectamente la forma de ser de cada una de sus ovejas. Sabe cual es temerosa, o cual es valiente. Él sabe las aptitudes de cada una, y cuales son los defectos de ellas.

iii. Conoce sus necesidades: Nadie más que el pastor conoce lo que cada una de sus ovejas necesita, y cuando es el mejor en donde pueden descansar. Solamente el verdadero pastor conoce los mejores pastos, delicados pastos donde pueden descansar ().

a) Trae las ovejas al rebaño

- ¿Qué concepto se repite en este versículo?

Un rebaño

Un pastor

Jesús deja de hablar acerca de los judíos para hablar acerca de aquellos que no son parte del “redil” (judaísmo): los gentiles. Durante el ministerio terrenal de Jesús su enfoque recoger las ovejas perdidas de Israel (); después, Pedro abre la puerta del reino para que los gentiles entren en él (; ); luego Pablo fue utilizado por el Señor para llevar el evangelio “en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (). Sin embargo, algo que es interesante el hecho que Jesús haya mencionado que “habrá un solo rebaño”, y ya no dice que habrá un “redil”. Esto quiere decir, que el redil dejará de existir (el judaísmo), y que habrá un solo pueblo.

Esto se puede ver por el verbo que utiliza Jesús en el tiempo presente: “tengo”. Esto es que para ese momento en el que Jesús lo dijo, los gentiles ya eran parte de su rebaño, aunque aún no se les había predicado el evangelio. Agustín escribió sobre esto y dijo: “Aún se encontraban en el exterior, entre los gentiles, predestinados, aunque aún no hubieran sido traídos. A estos los conocía quien los había predestinado: los conocía Aquel que había venido para redimirlos derramando su propia sangre. Veía a los que no le veían aún: conocía a los que no creían en Él aún”[1]

Dicho lo anterior, es menester hacernos la pregunta: ¿Nosotros estamos pastoreando de esta manera?

1. Nosotros, pastores del rebaño ()

Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios, su iglesia, comprada con su propia sangre, sobre quien el Espíritu Santo los ha designado ancianos. (NTV)

“‎En los tiempos bíblicos, el interés principal de un pastor era el bienestar de su rebaño. Su responsabilidad principal era proveer agua y comida a sus ovejas además de cuidarlas de los predadores. Hablando de esta relación Jesús dice en las escrituras “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.”[2]

- ¿Esto que nos debe enseñar sobre nuestro ministerio?

Este versículo está dentro de la despedida de Pablo en la iglesia de Mileto, y les manda (guiado por el Espíritu Santo) a que cumplan con el ministerio como es debido. “Tengan cuidado” ustedes líderes. Ahora bien, aquí Lucas hace uso de tres conceptos que juegan un papel importante en el liderazgo de la iglesia:

a. Obispo (ἐπισκόπους): jefe, guardián, inspector, vigilante[3]

b. Pastor (ποιμαίνειν): Cuidar como pastor de ovejas, apacentar, pastorear, guardar, gobernar[4]

c. Anciano (πρεσβύτερος): Anciano, líder del pueblo, el mayor, el más viejo[5]

Cada uno de estos conceptos traen consigo lo que todo líder de la iglesia debe de[6] ser. MacArthur describe de manera entendible cada concepto, y describe que el término anciano era comúnmente usad en el judaísmo para referirse al liderazgo. Él dice que “los ancianos de Israel eran hombres maduros. Eran cabezas de las familias [... el término] hace hincapié en la madurez de su experiencia, como se ve en la fortaleza y estabilidad de su carácter.”

Y más adelante agrega acerca de los obispos, diciendo que este término significa sobreveedor o guardián. “Los obispos eran líderes nombrados por los emperadores para dirigir ciudades-estados recientemente tomadas o fundadas [...] Responsabilidad ante un poder superior,”[7]

[1] J. Charles Ryle, Meditaciones sobre los Evangelios: Juan, vol. 2, traducido por E. F. Sanz, Ed., D. C. Williams, (Moral de Calatrava, España: Editorial Peregrino, 2004-2005), 243.

[2] Infográficos de Software Bíblico Logos, el buen pastor.

[3] Tuggy, A. E. (2003). Léxico griego-español del Nuevo Testamento (pp. 359–360). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

[4] Íbid.

[5] Tuggy, A. E. (2003). Lexico griego-español del Nuevo Testamento (p. 808). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

[6] John MacArthur, El plan del Señor para la iglesia, traducido por José Luis Martínez, (Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 2005), 192.

[7] Íbid., 194.

[1] Warren W. Wiersbe, Vivos en Cristo: Estudio expositivo del Evangelio Según Juan Capítulos 1–12 (Sebring, FL: Editorial Bautista Independiente, 2006) 139.