Tomando lo mio

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Tomando lo mío.

Efesios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo[1]

A).- ya hemos sido bendecidos desde la Eternidad.

1.      Si ya hemos sido bendecidos desde la eternidad que detiene nuestra bendición. Hebreos 11:6

   Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

2.      El problema es que no solo se necesita fe sino que hay que confesar palabras de bendición. Romanos 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo

3.      ¿Cómo esta nuestro hablar y nuestra forma de ser delante de Dios?  (el ejemplo de Jacob cuando recibió la bendición de su hermano.

B).- ¿Cómo podemos comenzar a recibir nuestra bendición? Veamos el ejemplo de Isaac en Génesis capitulo 26: de los versos 1 al 12.

1.      La obediencia es lo que comienza a enviar nuestra bendición.

2.      Confesar nuestro pecado pues Dios siempre abre una ventana para que nuestro pecado sea descubierto Génesis 26:8.

3.      El primer principio Bíblico es el de sembrar; has sembrado bendición el alguien más para que así Tu puedas recibir bendición de parte de Dios.

C).- Dios no solo nos ha bendecido sino que además se encarga de multiplicar.

1.      Al igual que Isaac cuando Obedecemos, confesamos y  sembramos Dios se encarga de multiplicar la cosecha Gn. 26:12

2.      Cuál es la bendición que tú buscas. Yo no sé lo que tú buscas pero tendrás 100 veces más.

3.      Ahora comienza a compartir la bendición, ese es nuestro verdadero trabajo ser de bendición nos ofenden y pagamos con bendición a eso y solo por eso seguimos aquí para traer luz a este mundo de oscuridad.

Conclusión.    Tenemos la bendición desde la eternidad, solo requiere fe, comenzamos a confesarla y seguimos la obediencia a Dios, confesamos nuestro pecado, aplicamos el principio Bíblico de la siembra no nos queda más que gozar de la multiplicación divina de La Bendicion.    

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